Andea del Sarto (Florencia,16 de julio de 1486 - 21 de enero de 1531) fue un pintor italiano del manierismo. Por su depurado estilo se lo conocía como "Andrea sin errores".
A los siete años Andrea pasa a ser aprendiz de un ofebre, y más tarde pasa al taller del pintor Jean Barile que, al ver sus grandes progresos, lo envía al taller de Piero di Cosimo.
Sus primeras obras datan de 1508, inspirados en los pintores que le eran más familiares: Fra Bartolomeo y Mariotto Albertinelli, junto al estudio de Rafael Sanzio. Una Piedad que se encuentra en la Galerá Borghese de Roma recuerda a Fra Bartolomeo y la Virgen con niño del Palacio Barberini une la sutil delicadeza de Leonardo, otra Virgen con niño (1509), une a la solidez estructural de la composición de Rafael una mayor desenvoltura y cordialidad en su representación.
Los frailes del convento de la Annuziata, para completar los frescos comenzados en 1460 por Alessio Baldovinetti y continuados por Cosimo Roselli, quien no los terminó, encargan en 1509 a Andrea del Sarto Cinco historias de milagros de San Felipe Benizzi que finalizó al año siguiente. Estos frescos son de carácter muy descriptivo, y renovados en cuanto al lenguaje.
Se considera probable que viajara a Roma en 1510, lo que le habría permitido conocer los desarrollos pictóricos de Rafael visible en la Adoración de los Magos de 1511 y en el Nacimiento de la Virgen de 1514. Su lenguaje formal desenvuelto, de una serenidad narrativa propia del siglo XV, se enriquece con las matizadas atmósferas y los estilismos propios de Leonardo y Rafael.
El gran número de dibujos del período siguiente, que dieron la fama al Andrea dibujante, nos lo muestran atento a las enseñanzas de Miguel Ángel, a la singularización de la imagen plástica como en La VIrgen con niño y San Juan niño de la Galería Borghese, junto a los rebuscados escorzos de la cara del niño y del brazo tenso de San Juan, representados en un dinamismo frenético, acentuado por la fría composición de colores.
En 1514 empieza a trabajar en los frescos monocromos del claustro del Scalzo de Florencia, que completará, con muchas interrupciones en 1526, una larga experiencia que atraviesa casi toda su vida.
Si la monocromía transmite un diseño concebido como un bajorrelieve, también la Virgen de las arpías de la Galería de los Uffizi (1517), que también tiene claras referencias a Fra Bartolomeo, recuerda a una escultura. En un nicho, en cálida penumbra, la virgen aparece como una estatua sobre un pedestal.
Los frailes del convento de la Annuziata, para completar los frescos comenzados en 1460 por Alessio Baldovinetti y continuados por Cosimo Roselli, quien no los terminó, encargan en 1509 a Andrea del Sarto Cinco historias de milagros de San Felipe Benizzi que finalizó al año siguiente. Estos frescos son de carácter muy descriptivo, y renovados en cuanto al lenguaje.
Se considera probable que viajara a Roma en 1510, lo que le habría permitido conocer los desarrollos pictóricos de Rafael visible en la Adoración de los Magos de 1511 y en el Nacimiento de la Virgen de 1514. Su lenguaje formal desenvuelto, de una serenidad narrativa propia del siglo XV, se enriquece con las matizadas atmósferas y los estilismos propios de Leonardo y Rafael.
El gran número de dibujos del período siguiente, que dieron la fama al Andrea dibujante, nos lo muestran atento a las enseñanzas de Miguel Ángel, a la singularización de la imagen plástica como en La VIrgen con niño y San Juan niño de la Galería Borghese, junto a los rebuscados escorzos de la cara del niño y del brazo tenso de San Juan, representados en un dinamismo frenético, acentuado por la fría composición de colores.
En 1514 empieza a trabajar en los frescos monocromos del claustro del Scalzo de Florencia, que completará, con muchas interrupciones en 1526, una larga experiencia que atraviesa casi toda su vida.
Si la monocromía transmite un diseño concebido como un bajorrelieve, también la Virgen de las arpías de la Galería de los Uffizi (1517), que también tiene claras referencias a Fra Bartolomeo, recuerda a una escultura. En un nicho, en cálida penumbra, la virgen aparece como una estatua sobre un pedestal.
Andrea del Sarto se dedicó asimismo al retrato de forma esporádica. El Retrato de mujer del Museo del Prado de Madrid se identifica como su mujer Lucrezia, y en el llamado Retrato del escultor en la National Gallery de Londres, hay quienes reconocen a su amigo Jacopo Sansovino o también Baccio Bandinelli. De esta época es la Disputa de la Trinidad del Palacio Pitti.
En 1518 viaja a Francia incitado por Francisco I, para quien había realizado en Florencia la Virgen con niño, Santa Isabel y San Juan niño del Louvre y otras obras hoy perdidas. El lienzo con las virtudes teologales, junto a sus habituales niños y la granada en primer plano, típica de la cultura florentina de su época con su construcción piramidal y el plasticismo figurativo, tiene una calidad pictórica yesórica, señal de una crisis en la que sus contemporáneos Rosso Fiorentino y Pontorno se inclinarán hacia deformaciones manieristas, mientras Andrea del Sarto, una vez agotada su vena original, se inclina por la reelaboración de motivos antiguos, confiados con frecuencia a su taller.
Supuestamente por culpa de su esposa Lucrezia, abandona Francia sin cumplir sus compromisos con Francisco I, retornando a Florencia en 1520. Renueva las tradicionales imágenes de las piedades florentinas en sus composiciones en Viena y en el Palacio Pitti, pintadas para las monjas de San Pedro de Luco, en Muguello, donde se había refugiado en 1523 para huir de la epidemia de peste que azolaba Florencia. Murió el 21 de enero de 1931.
Supuestamente por culpa de su esposa Lucrezia, abandona Francia sin cumplir sus compromisos con Francisco I, retornando a Florencia en 1520. Renueva las tradicionales imágenes de las piedades florentinas en sus composiciones en Viena y en el Palacio Pitti, pintadas para las monjas de San Pedro de Luco, en Muguello, donde se había refugiado en 1523 para huir de la epidemia de peste que azolaba Florencia. Murió el 21 de enero de 1931.
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