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lunes, 8 de julio de 2013

Villa y Galería Borghese (Roma)



Villa Borghese es un gran parque en la ciudad de Roma que incluye diferentes estilos desde el jardín a la italiana a grandes áreas de los edificios de estilo inglés, fuentes y estanques. Contiene en su interior varios edificios, museos y atracciones como la Villa Borghese Pinciana, sede de la famosa Galería Borghese, con obras maestras de Caravaggio, Rafael y Bernini. Es el segundo parque público más grande de la capital italiana, con 80 hectáreas tras la Villa Doria Pamphili. Se ubica en la zona de la colina reforestada y su adyacente barrio de Pincio. 

En 1605 el cardenal Scipione Borghese, nieto del Papa Pablo V y mecenas de Bernini, comenzó a transformar esa zona, entonces cultivada de viñas en el jardín más grande construido en la Roma antigua. Este lugar ha sido identificado como los Giardini di Lucullo de los tiempos del antiguo imperio romano.

En el siglo XIX gran parte de la parcela fue transformado en un jardín paisajístico estilo inglés. En 1902, acuciada por problemas económicos, la familia Borghese segregó el edificio principal, sede de la Galería Borghese, y lo vendió con su contenido al Estado italiano. Los jardines fueron adquiridos al año siguientepor el Ayuntamiento de Roma y abiertos al público el 12 de junio de 1903. 

La Galería Borghese es un museo de arte situado en los jardines de Villa Borghese en Roma. Dentro de la renombrada riqueza artística de la ciudad, es una de las pinacotecas esenciales, de visita obligada.

El edificio de la Galería se encuentra enclavado en los jardines de la Villa Borghese, cuyo conjunto conformaba anteriormente la Villa Borghese Pinciana, propiedad de la familia homónima. La Galería Borghese conserva una parte sustancial de la Colección Borghese de pintura, escultura y antigüedades, iniciada por el cardenal Scipione Borghese. Fue el primer mecenas de Bernini y un ávido coleccionista de la obra de Caravaggio, por lo que ambos artistas se encuentran extensamente representados en el museo. 





Scipione Borghese fue el primer mecenas de Bernini y un ávido coleccionista de la obra de Caravaggio. Además se exhiben obras destacadas de otros autores como Amor sacro y amor profano de Tiziano, el Entierro de Cristo de Rafael Sanzio y notables trabajos de Peter Paul Rubens, José de Ribera, Agnolo Bronzino y Federico Barocci.

El edificio principal de la villa que en la actualidad alberga la Galería Borghese es obra del arquitecto Flaminio Ponzio. Su edificación comenzó en 1612 por encargo del cardenal Borghese que la usó como villa suburbana a las afueras de la Ciudad Eterna. En 1613 fallece Flaminio Ponzio y es sucedido en la obra por Jan van Santen (Giovanni Vansanzio) qu proyectó una fachada con una terraza en "U" decorando el conjunto con nichos, vanos, estatuas clásicas y relieves. 

La Villa Borghese Pinciana o Casino Borghese  se erigía con fama en las afueras de Roma en el siglo XVII. El príncipe Marcantonio IV Borghese (1730 - 1800) mandó rediseñar los jardines al estilo inglés y en 1775, bajo la dirección del arquitecto Antonio Asprucci reemplazó los anticuados tapices y colgaduras de cuero de la villa y reordenó las esculturas y antigüedades de los Borghese siguiendo un criterio temático que fue notablemente acogido por la sociedad romana. La conversión del edificio en un museo público que se produjo a finales del siglo XVIII fue el objeto de una exposición en el Getty Center en Los Ángeles en el 2000, en ocasión de la adquisición del centro de cincuenta y cuatro dibujos relativos a ese acontecimiento. 

En 1808, a consecuencia del déficit en el legado de Borghese, Camilo Borghese, cuñado de Napoleón, vendió algunas de las esculturas y antigüedades de la familia al Emperador. Debido a esto, el Gladiador Borghese, reconocido desde el siglo XVIII como una de las más reconocidas estatuas de la colección puede apreciarse actualmente en el Louvre de París. 

Finalmente en 1902 la familia Borghese no pudo mantener el alto coste de mantenimiento de la villa y la colección es vendida al Estado italiano. En 1903 se segregan los jardines de la Casina Borghese, vendiémdose los primeros al ayuntamiento de Roma que los convierte en parque público, abierto hasta la actualidad en horario diurno. El edificio fue restaurado íntegramente por última vez entre 1995 - 1997, reconstruyéndose la escalera doble del pórtico, así como su interior. 




Una de las virtudes de la Galería es su carácter compacto y accesible, la exposición se muestra a lo largo de dos plantas, por lo que puede ser visitada cómodamente en su totalidad. 

La planta principal está dedicada casi en su totalidad a las antigüedades clásicas. Son piezas de los siglos I a III después de Cristo, entre las que se destaca el famoso mosaico de Los Gladiadores (320 después de Cristo), encontrado en 1834 en la finca de los Borghese en Torrenova en la Vía Casilina a las afueras de Roma. Entre estas obras clásicas se destaca la escultura neoclásica de Paulina Borghese como Venus Vencedora de Antonio Canova. Los frescos del techo del primer piso a modo de trampantojo o el salone del artista sicialiano Mariano Rossi sin magníficos ejemplos del uso de la perspectiva tridimensional en la pintura. 

La planta superior alberga una asombrosa pinacoteca con varias obras maestras universalmente conocidas. Hay dos de Tiziano, Amor sacro y amor profano y Venus vendando los ojos a Cupido. Aquí se exhibe una de las mejores pinturas religiosas de Rafael, Cristo llevado a la tumba (o, como también se la conoce, El entierro de Cristo), así como uno de sus más célebres retratos, La dama del unicornio. Por su parte, de Caravaggio se exhibe un conjunto de obras irrepetible: Joven con cesto de frutas, Baco enfermo, La Virgen con el niño pisando la serpiente ( o La Virgen de los Palafreneros), San Jerónimo y David con la cabeza de Goliath, de la que se cuenta que Caravaggio se retrató a si mismo en la cabeza decapitada del gigante. 

La lista de obras maestras incluye: La cacería de Diana, pintura mitológica de Domenichino, La maga Circe de Dosso Dossi y el Retrato de hombre de Antonello da Messina. Es muy llamativo un tondo de la Virgen con el Niño y San Juanito rodeado de ángeles atribuido a Botticelli. De la pintura no italiana destacan La Piedad de Rubens y Venus y Amor de Lucas Cranach. En fecha reciente se ha atribuido a José de Ribera un cuadro tenebrista con el tema de El juicio de Salomón

Muchas de las esculturas están expuestas en los espacios para los cuales fueron ideados, incluida la extensa obra de Gian Lorenzo Bernini que comprende piezas de toda su dilatada carrera, desde trabajos de juventud  como La cabra Amaltea con Júpiter niño y un fauno (1615) al dinámico conjunto de Apolo y Dafne (1622 - 1625), o al David (1623), considerado como una de las primeras obras de la escultura barroca. También destacan tres bustos realizados por el escultor, dos del papa Pablo V (1618 - 1620) y uno de su primer mecenas, el cardenal Scipione Borghese (1632). Otras  obras de Bernini expuesta en la Galería Borghese son las esculturas manieristas de Eneas, Anquises y Ascanio (1618 - 1619) y El rapto de Prosperina (1621 - 1622). 






sábado, 13 de octubre de 2012

Museo Thyssen-Bornemisza



El Museo Thyssen Bornemitsza es una pinacoteca de maestros antiguos y modernos ubicada en Madrid. Su existencia se debe al acuerdo de arrendamiento y a la posterior adquisición por parte del Gobierno español (julio de 1993) de una amplia selección de la colección privada reunida por la familia Thyssen-Bornemisza a lo largo de siete décadas. Este fondo artístico aportó numerosos autores extranjeros ausentes del círculo museístico español, desde el gótico (Duccio, Jan van Eyck), hasta el pop art y los años 80 (David Hockney, Lucian Freud), por lo que vino a complementar a los dos principales museos estatales el Prado y el Reina Sofía. Inaugurado en 1992, el Museo Thyssen Bornemitsza conforma con ellos el llamado Triángulo del Arte. Es uno de los museos españoles con más éxito, situándose entre los museos más visitados del mundo.

La sede del Museo es el Palacio de Villahermosa. Hacia 1805, este edificio del siglo XVIII fue ampliado y reformado en estilo neoclásico por Antonio López Aguado. Décadas después fue una de las mansiones más prestigiosas de la ciudad, conocida por sus fiestas y veladas artísticas. Acogió dos recitales de piano de Franz Liszt en 1844. 

El palacio conservó sus suntuosos interiores, que incluían salón de baile y capilla privada hasta bien entrado el siglo XX, como atestigua un reportaje fotográfico de 1966 en la revista Blanco y Negro. Todo ello se perdió en 1973 cuando el edificio se convirtió en una sucursal de la Banca López Quesada, sufrió una agresiva reforma ejecutada por el arquitecto Fernando Moreno Barberá, quien dividió los grandes salones en oficinas. Tras la quiebra del banco, el edificio pasó a las manos del Estado en 1980 y albergó varias exposiciones temporales  del vecino Museo del Prado, entonces acuciado por necesidades de espacio.

Como parte del acuerdo entre el Estado español y la familia Thyssen, el edificio fue destinado finalmente, al nuevo museo. La rehabilitación del palacio como pinacoteca fue diseñado por Rafael Moneo. Las mejoras más elogiadas fueron la reordenación interior amplias, la importancia otorgada a la luz natural, con lucenarios controlados mediante sensores y el cambio del acceso principal, que volvía de la Carrera de SAn Jerónimo a la fachada posterior tal como era originalmente. 





El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid muestra más de 1000 obras por orden cronológico desde el gótico italiano del siglo XIII hasta el arte de la década de 1980, tanto abstracto como figurativo, en una panorámica sin interrupciones de los viejos maestros y de practicamente todas las vanguardias entre el impresionismo y el pop art, caso inusual en los museos europeos. 

De perfil casi enciclopédico puede ilustrar casi por sí solo la evolución de la pintura europea y estadounidense, aunque pone gran énfasis en el contexto artístico de Madrid por las secciones que complementan al Prado y el Museo Reina Sofía, sobre todo en pintura medieval italiana, renacimiento alemán, barroco holandés y corrientes internacionales a partir del realismo. Las secciones del impresionismo, expresionismo alemán y otros movimientos de vanguardia son únicas en la oferta museística de Madrid. 

El recorrido arranca con el ciclo que va del Gótico y el Renacimiento hasta el clasicismo del siglo XVII. En las primeras salas destacan Cristo y las samaritanas de Duccio, una Adoración de los magos de Lucca di Tommè, dos tablas de Bernardo Daddi y el San Pedro de Simone di Martini. Otras piezas importantes de esta época se hallan depositadas en el MNAC con autores como Taddeo Gaddi, Lorenzo Monaco y Fran Angelico. 

El Quattrocento Italiano cuenta con ejemplos de numerosos maestros ausentes en el Prado como Domenico Ghirlandio con el Retrato de Giovanna Tornabuori (1489/90). Hay pinturas de Benozzo Gozzoli, Piero della Francesa, Paolo Uccello(Crucifixión entre santos), Cosime Tura, Bramantino, Antonello da Messina y Francesco Botticini. El joven caballero (1510) de Vittore Carpaccio se considera el primer retablo de cuerpo entero pintado en Europa. Preside una sala con memorables obras de Gentile, Giovanni Bellini, Fra Bartolomeo, Piero di Cosimo  y Sebastiano di Piombo, entre otros. 

El renacimiento alemán cuenta con más de 40 piezas que incluye a Durero (Cristo entre los doctores), Lucas Cranach el Viejo (La ninfa de la fuente), el famoso retrato de Enrique VIII de Hans Holbein el Joven, El entierro de Cristo de Hans Burgkmair y dos importantes ejemplos de Hans Baldung 




En el museo se puede admirar el Díptico de la Anunciación, único ejemplar de van Eyck en España. También se destacan una pequeña Virgen con el niño de Roigen van der Weyden, una Adoración de los Magos de Robert Campin y un soberbio retrato de Hans Memmling. El siglo XVI está representado por Juan de Flandes y su Supuesto retrato de Catalina de Aragón,Jan Gossaert (Adán y Eva), Joos van Cleve, Jan van Scorel, Ambrosius Benson, Jan Mostaert, Licas van Leyden (La partida de cartas) y Bernard van Orley, entre otros. 

Una galería con vistas al Paseo del Prado está dedicada a los  retratos: Giulio Romano, Bronzino, Paris Bordone, Veronés, Corregio, François Clouet, etc. Se exhibe también El rapto de Europa, gran lienzo de Simon Vouet. En otras salas se pueden admirar obras tan destacadas como San Jerónimo de Tiziano, dos lienzos de Tintoretto, otro de Bassano, cuatro de El Greco y la famosa Santa Catalina de Caravaggio, entre otros. De los pintores barrocos españoles se destacan dos lienzos de José de Ribera, uno de Murillo y un bodegón de Juan van der Hamen. También se encuentran obras de Sebastiano RIcci, Mattia Preti, Carlo Maratta, Giulio Campioni, Francesco Maffei, Claudio de Lorena, etc. El fondo flamenco, aunque reducido, incluye ejemplos de Rubens  con su Retrato de una joven dama con rosario y una Venus ante el espejo, copiada de TIziano, así como el Retrato de Jacques le Roi de van Dyck, sin olvidarnos de mencionar a Jan Brueghel el Viejo con su Tormenta en el Mar de Galilea o Jan Fyt, pintor y grabador flamenco.

Por su parte la pintura holandesa está representada por Frans Hals y Rembrandt,  sin olvidarnos de nombres tales como Ferdinand Bol, Govern Flinck, Gerard Ter Bosch, Matias Stomer, Gerrit van Hothorst, Hendrick Terbruggen, Adrian van Ostade, Jan Steen, Jakob Ruysdael y Peter de Hooch.

Comenzamos a transitar por la sección Rococó, en donde nos encontraremos con Watteau, El tocador de Boucher, Fragonard, Jean Marc Nattier, Pietro Longi y La muerte de Jacinto de Gianbattista Tiepolo. También se pueden apreciar obras de Canaletto, Francesco Guardi, Michele Marieschi, así como también algunos pintores ingleses del siglo XVIII, como Thomas Gainsborough, por ejemplo. El pintor Asesncio JuliáFernando VII y El tío Paquete, todos de Francisco de Goya  y Lucientes, marcan la transición hacia el Romanticismo, acompañados por El Jinete Árabe de Delacroix, Caspar David Friedrich y Géricault.





 


El panorama del siglo XIX concluye con los grandes maestros del impresionismo como Manet y su Amazona de frente, Renoir, El deshielo de Monet, las Bailarinas de verde de Degas, Camille Pissarro y Berthe Morisot, mientras que Van Gogh está representado con cuatro de sus obras correspondientes a las distintas etapas de su vida, como, por ejemplo, sus Comedores de Patatas, una obra de Gaugin y La pelirroja con blusa banca de Toulouse-Lautrec. También se pueden admirar obras de los pintores norteamericanos Gilbert Stuart, John Singleton Copley, Winslow Homer y John Singer Sargent. 

Llegamos así a la extensa colección de  arte pictórico del siglo XX. Comenzando con el fauvismo nos encontramos con Las flores amarillas de Henri Matisse y un paisaje londinense de André Derain. Por su parte, el expresionismo alemán está representado por Erns Ludwig Kirchner y su Calle con bucona vestida de rojo, pinturas de Emil Nolde, Max Beckmann, Franz Mark, Ludwig Meidner y Ernst Heckel, así como con Metrópolis, obra maestra de Georg Grosz.


La planta baja del museo está enteramente dedicada al arte pictórico del siglo XX, desde el cubismo al Pop Art llegando al hiperrealismo. Algunas de las obras maestras del período del cubismo que se pueden apreciar son Hombre con clarinete, (1910/11) de Pablo Picasso, la Mujer con mandolina (1910),  de George Bracque y El fumador de Juan Gris. También están expuestas otras obras de Picasso como su Arequín con espejo, el famoso grabado La comida frugal y una Corrida de toros.

También el surrealismo y la pintura abstracta están bien representadas, el despliegue concluye con autores como RIchard Lindner y su Luna sobre Alabama, David Hockney, el Gran desnudo Nº 1 de Tom Wesselmann y Mujer en el baño de Roy Lichtenstein. La nómina de artistas reunidos es amplia e incluyen a Edvard Munch, El baile de máscaras de James Ensor, Paul Klee, Kandinsky, Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Lionel Feininger, August Macke, Otto Dix, Albert Gleiszes, Férnand Léger, Liubov Popova, Natalia Goncharova, Francis Picabia, Piet Mondrian, Theo van Doesburg, Max Ernst, La casa gris de Mar Chagall, Habitación del hotel de Edward Hopper, , Campesino Catalán de Joan Miró, Sueño causado por una abeja de Dalí, Magritte, Mark Rothko, Willem de Kooning, Jackson Pollock, Alberto Giacometti, Francis Bacon, Robert Rauschenberg y Hans Hoffmann. 














jueves, 22 de marzo de 2012

Rijksmuseum Amsterdam

RIJKSMUSEUM AMSTERDAM




Situado frente a la Museumplein (plaza de los museos), el imponente Rijksmuseum, Museo Nacional de Arte e Historia de los Países Bajos, es uno de los museos más importantes del mundo y un símbolo de identidad para los holandeses, ya que reúne la colección más significativa de los Países Bajos, especialmente del siglo XVII, el llamado Siglo de Oro holandés. Obras de artistas como Rembrandt, Vermeer o Hals entre otros, permiten descubrir como era la vida en aquellos tiempos: Mobiliario, vestimenta, joyas, vivienda y comida descriptos al detalle en las valiosas telas que guarda el museo.

El RIjksmuseum no es tan antiguo como podría esperarse para un museo de estas magnitudes, pero hasta llegar a ser lo que es hoy debió sufrir numerosos traslados debido a los vaivenes de la historia política del país.

Sus orígenes se remontan al año 1798, cuando se comenzó a gestar en La Haya la idea de un museo que reuniera obras de arte de la realeza que habían sobrevivido a la ocupación francesa (en 1795 Holanda se había convertido en un estado francés, y tras la reciente inauguración del Louvre, gran cantidad de obras fueron trasladadas a París).

En 31 de mayo de 1800 el Museo Nacional de Arte abrió sus puertas en la residencia Huis ten Bosh de La Haya, donde permaneció poco tiempo para ser trasladada al Buitenhof en la misma ciudad. Cuando, en 1906, Luis Bonaparte es nombrado rey del flamante Reino de Holanda por su hermano Napoleón, la capital del reino se trasladó a Amsterdam y el rey estableció su sede en el actual Palacio Real. La colección del Museo de Arte pasó a ocupar una de sus salas, convirtiéndose en Museo Real.




La Ronda de Noche, Rembrandt


A las obras traídas desde La Haya se sumaron otras pertenecientes al patrimonio de la ciudad, además de numerosas adquisiciones adicionales. El carácter público y de acceso gratuito contribuyó a popularizar el museo y se ve la necesidad de un lugar más amplio.

La abdicación de Luis Bonaparte en 1812 significó un  período de estancamiento para el museo.En 1813 finaliza el dominio francés, y la llegada de Guillermo I al gobierno, quien decide trasladar el museo a la Trippenhuis en el año 1817.

Las tareas de reorganización de las colecciones se vieron afectadas en los años siguientes, sumidos en crisis económicas que dañaron seriamente la vida cultural del país. Recién hacia 1870, tras reiteradas protestas de los grupos preocupados por el arte se comenzó a considerar la idea de un nuevo edificio que albergara las colecciones, mal organizadas y faltas de espacio en la Trippenhuis. Por un decreto real de 1875 y tras un concurso en el que resultó ganador el diseño del arquitecto P. J. H. Cuypers (que también diseñó el edificio de la Estación Central), se decidió la construcción del nuevo museo.


El museo es de estilo neogótico con fachada de ladrillos rojos y elaborada decoración de azulejos de colores. Fue inaugurado en 1885.


Durante el siglo XX fueron necesarias algunas modificaciones y se agregó una nueva ala, la Ala Philis. Reformas sucesivas llegaron a transformar sustancialmente la estructura inicial de los planos de Cuypers, ante el aumento considerable de las colecciones y la necesidad de mayor cantidad de salas. En 2003, los arquitectos españoles Cruz y Ortíz encararon trabajos de reformas, los mayores desde la inauguración del Rijksmuseum en 1885, que, aunque en un principio  se iban a terminar en 2008, finalmente recién estarán finalizadas en 2013. 




La carta de amor, Vermeer

Las colecciones reunidas en el Rijksmuseum abarcan períodos comprendidos entre los siglos XV y XX, destacándose especialmente la pintura holandesa del siglo XVII. También reúne esculturas, mobiliario, cerámica de Delft, joyas de diamantes y objetos de plata y cristal de la Edad de Oro. Además de los departamentos dedicados a la pintura, hay un Gabinete de Estampas con alrededor de un millón de dibujos, fotografías y grabados (aguafuertes de Rembrandt en su gran mayoría y también grabados de Durero, Toulouse-Lautrec, Goya, etc), un departamento de Arte Oriental (objetos y pergaminos de la China, India, Java reunidos durante la época colonial holandesa) y un departamento dedicado a la historia de los Países Bajos,  a lo que añadiremos la Biblioteca de la Historia del Arte, la más importante de Holanda.



Entre las obras maestras del Rijksmuseum podemos destacar:



  • Obras de Rembrandt: La ronda nocturna, Sociedad de tejedores, La novia judía, La lección de anatomía del Dr. Deyman, Retrato de Titus con hábito, autorretrato como el apóstol Pablo, etc.
  • Obras de Jan Vermeer: La lechera, Mujer leyendo la carta, La carta de amor
  • Obras de Frans Hals: El retrato de boda, El aleggre bebedor
  • Otras obras destacadas son: El molino de Wijk (Jakob van Ruisdael)Mujer en su baño, La familia alegre (Jan Steen), Bodegón de flores y frutas (Jan van Huysum), Paseo por la Playa (Anton Mauve)

El Rijksmuseum de Amsterdam, que por sus fondos se puede considerar como el Prado holandés, se inaugurará (o reinaugurará, para ser más exactos) en 2013, después de 12 años de obras de remodelación y ampliación, realizadas por los arquitectos sevillanos Antonio Ortíz y Antonio Cruz, con una inversión estatal de 495 millones de euros

Hasta la fecha el Estado holandés ha invertido 495 millones de euros, de los cuales unos 263 millones han sido la partida destinada a las obras de remodelación y ampliación llevadas a cabo por los arquitectos sevillanos, según cifras del propio estudio. 


Paseo por la Playa, Anton Mauve

Obras que, curiosamente, han sido realizadas con calefacción a 20 grados centígrados constantes, como medida de preservación del millón de piezas que alberga esta prestigiosa pinacoteca, aunque solo 8000 obras serán exhibidas.

En 2001 el estudio de Ortíz y Cruz ganó el concurso, y a partir de ese momento empezó una larga marcha de doce años, en la que ha habido algunos parones, debido a que los trabajos han requerido cerca de 80 licencias, y la gran polémica que se desató con los ciclistas de la ciudad, que se opusieron rotundamente al proyecto inicial.

El edificio fue diseñado en 1885 por Pierre Cuypers, como si fueron dos edificios en uno, separados solo por un pasaje central situado en la planta baja, por el que circulaban las bicicletas.

El nuevo RIjksmuseum también va a tener ese pasaje, ya que la protesta tuvo mucho peso, y finalmente el estudio ha tenido que renunciar a la idea original. Los arquitectos no so contrarios al uso de las bicicletas, pero admiten que la solución elegida en el proyecto no entraba en sus planes originales. En el futuro los ciclistas dispondrán de un carril central en ese pasaje (como lo pidieron) y los peatones podrán caminar por los laterales de ese pasillo. 


El Molino de Wijk, Jacob van Ruisdael