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sábado, 9 de agosto de 2014

Museo de Bellas Artes de Sevilla



El Museo de Bellas Artes de Sevilla fue instituido en septiembre de 1835 e inaugurado oficialmente en 1841. Actualmente es considerado la segunda pinacoteca más importante de España después del Museo del Prado. Se ubica en la Plaza del Museo, presidida por la escultura en honor a Bartolomé Esteban Murillo. Es un museo fundamental para conocer la pintura barroca sevillana, especialmente de Zurbarán, Murillo y Valdés Leal, así como la pintura andaluza del siglo XIX. 

El edificio del Museo se construyó en un principio como un convento de la Merced para la Orden de la Merced Calzada de la Asunción fundada por San Pedro Nolasco en época de Fernando III, quien cedió unas tierras a fin de levantar un edificio conventual.

Tras unas remodelaciones (SigloXVII) pedidas por Fray Alonso de Monroy y ejecutadas por el arquitecto y escultor Juan de Oviedo y de la Bandera en 1603, se comienza a construir el actual edificio, previo derribo del antiguo Convento. Su construcción concluyó recién unos 50 años más tarde, en estilo manierista andaluz.

La Orden que ocupada el edificio fue expulsada en 1835. El Museo fue creado por Real Decreto (1835) con el nombre de Museo de Pinturas. Fue gestionado por la Academia de Bellas Artes desde 1849 y un inventario de entonces recoge la existencia de 2050 piezas, aunque en 1993 se conservaban unicamente unas 300 de ellas, debido a que muchas fueron robadas o malvendidas, a veces por los propios directores, a lo que se debe sumar el expolio artístico durante la invasión francesa de 1810. Las donaciones en los años posteriores fueron abundantes. Ha sido especialmente admirable en tal sentido, la ayuda de la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de Sevilla.


San Hugo en el refectorio de los Cartujos (Zurbarán)

Se encuentra en la Plaza del Museo de Sevilla que cuenta con una estatua de bronce de Bartolomé Esteban Murillo, (de la cual existe una copia exacta frente al Museo del Prado en Madrid),  obra del escultor madrileño Sabino de Medina.

Desde su habilitación el edificio ha sido modificado en tres ocasiones: 

  • Entre 1868 y 1898: Se restauraron las arquerías y muros del primer piso, el solado de los claustros
  • Entre 1942 y 1945: La antigua sacristía se convirtió en el Patio de las Conchas. Además, la fachada principal cambió de lugar. Se cerró la portada barroca
  • Entre 1985 y 1993: Se rehabilitó en su totalidad y se acondicionó el edificio a fin de que sirviera como Museo

El origen de la colección comenzó con obras procedentes de conventos y monasterios. La gran mayoría de las obras estaba formada por pintura religiosa, mayormente barroca sevillana. Desde principios del siglo XX comienza a crecer la variedad gracias a las donacionesde colecciones particulares, entre las que se destacan las de Rafael González Abreu (1928), José Gestoso y Pérez (1931) y Andrés Parladé (1945), compuestas de pinturas, armas, cerámica, tejidos y mobiliario.

En los años 70  se normalizó el contenido del museo, reduciéndose su contenido y depurándose la presentación de la colección permanente. En las últimas décadas se ha incrementado la colección por las adquisiciones públicas de la Administración andaluza y las donaciones efectuadas por descendientes de artistas de principios del siglo XX.

La carencia más lamentable del Museo de Bellas Artes es el insuficiente repertorio de cuadros de Diego Vélazquez, quien desarrolló la mayor parte de su carrera en Madrid y casi todos los cuadros de su etapa juvenil sevillana se encuentran en museos extranjeros. Durante muchos años el museo tuvo el cuadro Imposición de la casulia a San Idelfonso (Velázquez) en su colección, pero al ser propiedad municipal fue reclamada por el Ayuntamiento y se expuso en el salón de plenos de la Casa Consistorial. En el Museo de Bellas Artes se conservan los cuadros de Velázquez Retrato de Cristóbal Suarez de Ribera y Cabeza de apóstol cedida por el Museo del Prado. 




Piano, 1750 (atribuido a Francisco Perez Mirabal)

Del siglo XVI encontramos pinturas de Lucas Cranach el Viejo, El Greco y Marten de Vos, así como San Jerónimo (Pietro Torrigiano). Se destaca la colección de pintura sevillana del siglo XVII de la que se pueden contemplar obras de los más representativos pintores españoles como Murillo, Velázquez, Zurbarán, Juan de Valdés Leal y Lucas Valdés, mientras que de los siglos XIX y XX podemos mencionar a Gonzalo Bilbao, Valeriano Bécquer y Eugenio Hermoso.

Las 14 salas del Museo se distribuyen de la siguiente manera: 

Planta Baja

  • Sala I: Arte medieval español
  • Sala II: Arte del Renacimiento
  • Sala III: Francisco de Pachecho y su escuela de retratos
  • Sala IV: Pequeñas obras maestras
  • Sala V: Antigua Iglesia del Convento. El Barroco sevillano, los grandes maestros. Se destacan las obras de Murillo

Planta Alta: 


  • Sala VI: El Barroco sevillano
  • Sala VII: Selección de pinturas de Murillo y sus discípulos
  • Sala VIII: Pintura de Juan de Valdés Leal
  • Sala IX: Pintura Barroca europea
  • Sala X: Dedicada a la obra de Francisco de Zurbarán
  • Sala XI: Pintura española y sevillana del siglo del siglo XVIII
  • Sala XII: Pintura sevillana del siglo XIX del Romanticismo al Realismo
  • Sala XIII: Romanticismo
  • Sala XIV: Pintura sevillana de la primera mitad del siglo XX

Algunas de las obras importantes del Museo son:

  • San Hugo en el refectorio de los cartujos, Apoteosis de Santo Tomás de Aquino y la Virgen de las Cuevas (Francisco de Zurbarán)
  • Las Santas Justa y Rufina, la Virgen de la Servilleta y la Inmaculada Concepción Grande (Bartolomé Esteban Murillo)
  • Martirio de San Andrés (Juan de Roelas)
  • San Francisco de Borja (Alonso Cano)
  • Las Cigarreras (Gonzalo Bilbao)


Inmaculada Concepción "La Colosal" (Bartolomé Esteban Murillo)



sábado, 13 de octubre de 2012

Museo Thyssen-Bornemisza



El Museo Thyssen Bornemitsza es una pinacoteca de maestros antiguos y modernos ubicada en Madrid. Su existencia se debe al acuerdo de arrendamiento y a la posterior adquisición por parte del Gobierno español (julio de 1993) de una amplia selección de la colección privada reunida por la familia Thyssen-Bornemisza a lo largo de siete décadas. Este fondo artístico aportó numerosos autores extranjeros ausentes del círculo museístico español, desde el gótico (Duccio, Jan van Eyck), hasta el pop art y los años 80 (David Hockney, Lucian Freud), por lo que vino a complementar a los dos principales museos estatales el Prado y el Reina Sofía. Inaugurado en 1992, el Museo Thyssen Bornemitsza conforma con ellos el llamado Triángulo del Arte. Es uno de los museos españoles con más éxito, situándose entre los museos más visitados del mundo.

La sede del Museo es el Palacio de Villahermosa. Hacia 1805, este edificio del siglo XVIII fue ampliado y reformado en estilo neoclásico por Antonio López Aguado. Décadas después fue una de las mansiones más prestigiosas de la ciudad, conocida por sus fiestas y veladas artísticas. Acogió dos recitales de piano de Franz Liszt en 1844. 

El palacio conservó sus suntuosos interiores, que incluían salón de baile y capilla privada hasta bien entrado el siglo XX, como atestigua un reportaje fotográfico de 1966 en la revista Blanco y Negro. Todo ello se perdió en 1973 cuando el edificio se convirtió en una sucursal de la Banca López Quesada, sufrió una agresiva reforma ejecutada por el arquitecto Fernando Moreno Barberá, quien dividió los grandes salones en oficinas. Tras la quiebra del banco, el edificio pasó a las manos del Estado en 1980 y albergó varias exposiciones temporales  del vecino Museo del Prado, entonces acuciado por necesidades de espacio.

Como parte del acuerdo entre el Estado español y la familia Thyssen, el edificio fue destinado finalmente, al nuevo museo. La rehabilitación del palacio como pinacoteca fue diseñado por Rafael Moneo. Las mejoras más elogiadas fueron la reordenación interior amplias, la importancia otorgada a la luz natural, con lucenarios controlados mediante sensores y el cambio del acceso principal, que volvía de la Carrera de SAn Jerónimo a la fachada posterior tal como era originalmente. 





El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid muestra más de 1000 obras por orden cronológico desde el gótico italiano del siglo XIII hasta el arte de la década de 1980, tanto abstracto como figurativo, en una panorámica sin interrupciones de los viejos maestros y de practicamente todas las vanguardias entre el impresionismo y el pop art, caso inusual en los museos europeos. 

De perfil casi enciclopédico puede ilustrar casi por sí solo la evolución de la pintura europea y estadounidense, aunque pone gran énfasis en el contexto artístico de Madrid por las secciones que complementan al Prado y el Museo Reina Sofía, sobre todo en pintura medieval italiana, renacimiento alemán, barroco holandés y corrientes internacionales a partir del realismo. Las secciones del impresionismo, expresionismo alemán y otros movimientos de vanguardia son únicas en la oferta museística de Madrid. 

El recorrido arranca con el ciclo que va del Gótico y el Renacimiento hasta el clasicismo del siglo XVII. En las primeras salas destacan Cristo y las samaritanas de Duccio, una Adoración de los magos de Lucca di Tommè, dos tablas de Bernardo Daddi y el San Pedro de Simone di Martini. Otras piezas importantes de esta época se hallan depositadas en el MNAC con autores como Taddeo Gaddi, Lorenzo Monaco y Fran Angelico. 

El Quattrocento Italiano cuenta con ejemplos de numerosos maestros ausentes en el Prado como Domenico Ghirlandio con el Retrato de Giovanna Tornabuori (1489/90). Hay pinturas de Benozzo Gozzoli, Piero della Francesa, Paolo Uccello(Crucifixión entre santos), Cosime Tura, Bramantino, Antonello da Messina y Francesco Botticini. El joven caballero (1510) de Vittore Carpaccio se considera el primer retablo de cuerpo entero pintado en Europa. Preside una sala con memorables obras de Gentile, Giovanni Bellini, Fra Bartolomeo, Piero di Cosimo  y Sebastiano di Piombo, entre otros. 

El renacimiento alemán cuenta con más de 40 piezas que incluye a Durero (Cristo entre los doctores), Lucas Cranach el Viejo (La ninfa de la fuente), el famoso retrato de Enrique VIII de Hans Holbein el Joven, El entierro de Cristo de Hans Burgkmair y dos importantes ejemplos de Hans Baldung 




En el museo se puede admirar el Díptico de la Anunciación, único ejemplar de van Eyck en España. También se destacan una pequeña Virgen con el niño de Roigen van der Weyden, una Adoración de los Magos de Robert Campin y un soberbio retrato de Hans Memmling. El siglo XVI está representado por Juan de Flandes y su Supuesto retrato de Catalina de Aragón,Jan Gossaert (Adán y Eva), Joos van Cleve, Jan van Scorel, Ambrosius Benson, Jan Mostaert, Licas van Leyden (La partida de cartas) y Bernard van Orley, entre otros. 

Una galería con vistas al Paseo del Prado está dedicada a los  retratos: Giulio Romano, Bronzino, Paris Bordone, Veronés, Corregio, François Clouet, etc. Se exhibe también El rapto de Europa, gran lienzo de Simon Vouet. En otras salas se pueden admirar obras tan destacadas como San Jerónimo de Tiziano, dos lienzos de Tintoretto, otro de Bassano, cuatro de El Greco y la famosa Santa Catalina de Caravaggio, entre otros. De los pintores barrocos españoles se destacan dos lienzos de José de Ribera, uno de Murillo y un bodegón de Juan van der Hamen. También se encuentran obras de Sebastiano RIcci, Mattia Preti, Carlo Maratta, Giulio Campioni, Francesco Maffei, Claudio de Lorena, etc. El fondo flamenco, aunque reducido, incluye ejemplos de Rubens  con su Retrato de una joven dama con rosario y una Venus ante el espejo, copiada de TIziano, así como el Retrato de Jacques le Roi de van Dyck, sin olvidarnos de mencionar a Jan Brueghel el Viejo con su Tormenta en el Mar de Galilea o Jan Fyt, pintor y grabador flamenco.

Por su parte la pintura holandesa está representada por Frans Hals y Rembrandt,  sin olvidarnos de nombres tales como Ferdinand Bol, Govern Flinck, Gerard Ter Bosch, Matias Stomer, Gerrit van Hothorst, Hendrick Terbruggen, Adrian van Ostade, Jan Steen, Jakob Ruysdael y Peter de Hooch.

Comenzamos a transitar por la sección Rococó, en donde nos encontraremos con Watteau, El tocador de Boucher, Fragonard, Jean Marc Nattier, Pietro Longi y La muerte de Jacinto de Gianbattista Tiepolo. También se pueden apreciar obras de Canaletto, Francesco Guardi, Michele Marieschi, así como también algunos pintores ingleses del siglo XVIII, como Thomas Gainsborough, por ejemplo. El pintor Asesncio JuliáFernando VII y El tío Paquete, todos de Francisco de Goya  y Lucientes, marcan la transición hacia el Romanticismo, acompañados por El Jinete Árabe de Delacroix, Caspar David Friedrich y Géricault.





 


El panorama del siglo XIX concluye con los grandes maestros del impresionismo como Manet y su Amazona de frente, Renoir, El deshielo de Monet, las Bailarinas de verde de Degas, Camille Pissarro y Berthe Morisot, mientras que Van Gogh está representado con cuatro de sus obras correspondientes a las distintas etapas de su vida, como, por ejemplo, sus Comedores de Patatas, una obra de Gaugin y La pelirroja con blusa banca de Toulouse-Lautrec. También se pueden admirar obras de los pintores norteamericanos Gilbert Stuart, John Singleton Copley, Winslow Homer y John Singer Sargent. 

Llegamos así a la extensa colección de  arte pictórico del siglo XX. Comenzando con el fauvismo nos encontramos con Las flores amarillas de Henri Matisse y un paisaje londinense de André Derain. Por su parte, el expresionismo alemán está representado por Erns Ludwig Kirchner y su Calle con bucona vestida de rojo, pinturas de Emil Nolde, Max Beckmann, Franz Mark, Ludwig Meidner y Ernst Heckel, así como con Metrópolis, obra maestra de Georg Grosz.


La planta baja del museo está enteramente dedicada al arte pictórico del siglo XX, desde el cubismo al Pop Art llegando al hiperrealismo. Algunas de las obras maestras del período del cubismo que se pueden apreciar son Hombre con clarinete, (1910/11) de Pablo Picasso, la Mujer con mandolina (1910),  de George Bracque y El fumador de Juan Gris. También están expuestas otras obras de Picasso como su Arequín con espejo, el famoso grabado La comida frugal y una Corrida de toros.

También el surrealismo y la pintura abstracta están bien representadas, el despliegue concluye con autores como RIchard Lindner y su Luna sobre Alabama, David Hockney, el Gran desnudo Nº 1 de Tom Wesselmann y Mujer en el baño de Roy Lichtenstein. La nómina de artistas reunidos es amplia e incluyen a Edvard Munch, El baile de máscaras de James Ensor, Paul Klee, Kandinsky, Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Lionel Feininger, August Macke, Otto Dix, Albert Gleiszes, Férnand Léger, Liubov Popova, Natalia Goncharova, Francis Picabia, Piet Mondrian, Theo van Doesburg, Max Ernst, La casa gris de Mar Chagall, Habitación del hotel de Edward Hopper, , Campesino Catalán de Joan Miró, Sueño causado por una abeja de Dalí, Magritte, Mark Rothko, Willem de Kooning, Jackson Pollock, Alberto Giacometti, Francis Bacon, Robert Rauschenberg y Hans Hoffmann. 














miércoles, 30 de noviembre de 2011

Centro Pompidou, París

CENTRO POMPIDOU, PARÍS








El Centro Pompidou es el nombre más comunmente empleado (aunque también se lo conoce como Beaubourg o Centro Georges Pompidou) para designar el Centro de Arte y Cultura Contemporáneo Georges Pompidou en París, diseñado por los entonces jóvenes arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. El edificio alberga el Musée National d'Art Moderne, el IRCAM, un centro de investigación musical y acústico y una biblioteca abierta al público. Concluída en 1977, el Centro Pompidou fue inaugurado el 31 de enero de ese mismo año. Posee una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más completas del mundo junto con la Tate Modern de Londres y el Museum of Modern Art (MoMa) de Nueva York.

Como en el caso de la Tour Eiffel, el Centro Pompidou, Museo de Arte Contemporáneo de París ha sido polémico, ya antes de su construcción. De igual manera, y según van pasando los años, la polémica  se va transformando en respeto y admiración, hasta convertirse, como la famosa torre metálica en un elemento de prestigio y de reconocimiento de París y de Francia.

Desde la llegada de la V República, los Presidentes han intentado dejar una huella cultural, un legado arquiectónico para la posteridad. Así Georges Pompidou, amante del arte contemporáneo, promoverá la construcción de un museo de arte contemporáneo en pleno centro  París. Ello conllevará la destrucción del antiguo mercado de Les Halles, cuyos pabellones metálicos habían sido construidos entre 1852 y 1936, según el proyecto de Victor Baltard.

Georges Pompidou fue el primer presidente que se tomó muy en serio el arte y la arquitectura, integrándolos en su programa electoral. Coleccionista reputado del arte moderno, quiso dejar un legado indeleble en el urbanismo de París. En 1970 tiene lugar un concurso internacional para escoger un proyecto para el barrio Beaubourg. Finalmente el proyecto elegido será el de los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. Las obras comenzaron en 1972 y finalizaron en 1977.




La modernidad del edificio se debe a que los arquitectos "vaciaron" el interior de todos los elementos que dan servicio a una construcción: los ascensores y escaleras son exteriores, por lo que están adosados al muro que da a la plaza principal de la entrada del Centro Pompidou. Lo mismo ha sucedido con los tubos de alineación, de agua, y los que contienen los cables telefónicos y eléctricos.

El edificio está recubierto por una osamenta metálica que al situarse fuera de la construcción permite que los espacios interiores sean amplios y poco perturbados por pilares y columnas. De esa manera se logra un efecto inverso a la impresión exterior. Por dentro todo es liso, plano diáfano y luminoso, ideal para un museo de arte contemporáneo. Las vistas son magníficas desde el ascensor, que en realidad es una escalera mecánica, ya que la plaza libera un espacio que nos permite tener una vista mucho más despejada. Además, como la altura del Centro Pompidou es mayor que el de los demás edificios de París, este Museo es una buena atalaya para observar los tejados de la ciudad.

A un costado del Centro Pompidou y ubicada hacia el sur, se encuentra la Plaza Stravinsky, la cual alberga la gran Fuente de Stravinsky que fue inaugurada en marzo de 1983. La fuente mide 16,5 metros de ancho por 36 metros de largo y tiene 16 esculturas  en sus aguas, las cuales se mueven, giran y sacan agua. Las esculturas negras fueron realizadas por Tinguely, las de poliéster son se Nicki de Saint-Palle, y las restantes son de colaboración mutua.





En el Centro Pompidou también hay cines y espectáculos, usualmente estos tienen un pequeño coste adicional y se cobran aparte de la entrada del Museo. Siempre hay películas y espectáculos interesantes en exhibición, por lo que conviene consultar las carteleras  para mayor información.

El Centro Pompidou, además de albergar el Museo Nacional del Arte Moderno, también es sede de la Biblioteca Pública de Información.  Esta biblioteca tiene espacio para 2200 personas y cuenta con un acervo de muy grandes dimensiones con todo tipo de títulos. También cuenta con un espacio de prensa y medios de comunicación de todo el mundo.

La colección del Centro Pompidou (o Museo Nacional de Arte Contemporáneo) cuenta con más de 53.000 obras, lo que la hace una de las más importantes del mundo. No solo se trata de pinturas, también hay numerosas piezas de diseño mobiliario, fotografía, cine y arte procedente de culturas antiguas de África, Asia, Oceanía y América. La colección de estatuillas y objetos de todo el mundo es muy completa.

En el cuarto piso del Museo se encuentra el arte contemporáneo desde 1960  en  adelante, mientras que en el quinto nos encontramos con el arte contemporáneo de la primera mitad del siglo XX (1905 a 1960). Es aquí, en la quinta planta, donde podemos encontrarnos con los artistas más importantes e influyentes del siglo pasado (Picasso, Giacometti, Pollock, Dalí, Duchamps, etc). También existen salas temáticas dedicadas al fauvismo, a la pintura monocromática, el dideño, los mundos virtuales, etc.

Finalmente también existe un Centro Pompidou en la ciudad francesa de Metz. Se trata de una sucursal del Centro Pompidou de París. El Museo de Arte Contemporáneo de Metz no tendrá colecciones propias, ya que mostrará gran parte de las colecciones del Centro Pompidou de París.




martes, 8 de noviembre de 2011

Museo del Louvre, París

MUSEO DEL LOUVRE, PARÍS






El Palais du Louvre (Palacio del Louvre) en la margen derecha del Sena en París, es un antiguo palacio real situado entre los jardines de las Tullerías y la Iglesia de Saint-Germain l'Auxerrois. Sus orígenes se remontan al período medieval, y su actual estructura ha evolucionado en etapas  desde el siglo XVI.

El Louvre toma su nombre de la palabra franca leovar o leower (lugar fortificado). Fue la sede real del poder en Francia, hasta que Luis XIV se trasladó a Versalles, en 1682, llevándose a la fuerza al gobierno con él, aunque el Louvre volvió a ser la sede oficial  del gobierno hasta el final del Antiguo Régimen  en 1789. Desde entonces ha albergado al célebre Museo del Louvre, así como varios departamentos gubernamentales. 

El actual Palacio del Louvre es un complejo de alas y pabellones en cuatro niveles principales que, aunque parezcan unificados es el resultado de muchas fases de construcción, modificación, destrucción y restauración. Este enorme complejo puede dividirse, a su vez, en el Viejo Louvre, los pabellones medievales y renacentistas y alas que rodeaban el Cour Carrée, así como la Gran Galería que se extendía al oeste a lo largo del río Sena, y el Nuevo Louvre, aquellos pabellones del  siglo XIX y alas que se extendían a los lados norte y sur del Cour Napoleon, junto con sus extensiones al oeste , que eran parte del desaparecido Palacio de las Tullerías.


Alrededor de 51.615 metros cuadrados en el complejo palaciego están dedicados a espacios de exposición. El complejo es tan vasto que es posible visitarlo a diario por una semana y no ser capaz de echar una simple mirada a lo expuesto.






El Museo del Louvre es el museo nacional de Francia cosagrado al arte anterior al impresionismo, tanto bellas artes como arqueología y artes decorativas y es uno de los más importantes del mundo. Está ubicado en París, en el antiguo Palais du Louvre. Actualmente promueve la apertura de dos sub-sedes: en Lens (Francia) y en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).


Sus extensas colecciones son el resultado de un doble esfuerzo histórico. Al coleccionismo desarrollado por la monarquía  francesa a lo largo de varios siglos, se sumó el esfuerzo de los hombres de la ilustración, la labor desamortizadora de la Revolución Francesa y las campañas arqueológicas y compras impulsadas durante todo el siglo XIX. La apertura del Louvre en 1793, significó, dentro de la historia de los museos, el traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes a galerías de propiedad pública para disfrute del conjunto de la sociedad. El Louvre se constituye de esa manera, en el precedente de todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos, y de hecho, fue el modelo para muchos de ellos. Es el museo de arte más visitado del mundo y el más recordado por varias de sus obras maestras, como La Gioconda, de Leonardo da Vinci.


El edificio que alberga el museo desde su fundación es el viejo Castillo del Louvre, luego reconvertido en Palacio Real. Su origen se remonta al siglo XII, y fue embellecido con ampliaciones renacentistas y otras más tardías. En este edificio acumuló Carlos V sus colecciones artísticas y Francisco I y Enrique IIplanearon reformas para hacer de él una verdadera residencia real renacentista.


Fue la reina Catalina de Médicis la que esbozó el proyecto que hizo del Louvre el gran palacio que es actualmente, labores que continuó Enrique IV después de las guerras de religión. En sus mejoras arquitectónicas y decorativas han intervenido múltiples artistas a lo largo de los siglos, desde Claude Perrauld, y los pintores Simon Vouet y Charles le Brun en el siglo XVII, hasta Delacroix y Georges Bracque, quienes pintaron algunos de sus techos.


Tras la Revolución Francesa que implicó la abolición de la monarquía, el Palacio del Louvre fue destinado a  fundaciones artísticas y científicas, concentrándose en él, al año siguiente las colecciones de la corona. Parte del Louvre se abrió por primera vez al público como museo el 8 de noviembre de 1793. Era una solución lógica ya que estaba ocupada por las academias y porque ya en 1778 se había elaborado el proyecto de utilizar la Gran Galería  como pinacoteca. 








El edificio del Louvre estuvo unido al palacio de las Tullerías, formando un solo conjunto hasta 1870, cuando este último fue destruido en los hechos de la Comuna de París. Los tesoros artísticos de las Tullerías se perdieron en el incendio del Palacio cuyas ruinas fueron demolidas, desde entonces el Louvre domina el gran parque abierto en dicho soler.


El enorme museo, cuyas salas y pasillos marcan un recorrido de varios kilómetros, fue sometido a una ambiciosa modernización en la década de 1980, cuyo elemento más visible fue la pirámide de cristal. Fue diseñada por el arquitecto Leoh Ming Pei, e inaugurada en 1989, para centralizar el acceso a los visitantes , que descienden por ella a un recibidor subterráneo por el que se accede a las dicersas salas del museo.


El Museo del Louvre refleja el papel protagonista de Francia como potencia económica  de Europa, y recoge los mejores frutos  de la actividad coleccionista y de mecenazgo promovida por sus clases dirigentes a lo largo de varios siglos. Gracias al poder de la Dinastía Borbón y de Napoleón Bonaparte, a campañas arqueológicas y a posteriores  adquisiciones, cuenta actualmente con diferentes colecciones de obras de arte proveniente de civilizaciones, culturas y épocas  variadas. Contiene alrededor de 300.000 piezas, de las que solo 35.000 están expuestas.


A pesar de las múltiples ampliaciones y reformas, el Louvre mantiene almacenados un gran porcentaje de sus colecciones, lo que explica la apertura de una segunda sede en Lens, cerca de la frontera con Bélgica. Esta ciudad se hallaba económicamente deprimida por una  crisis industrial, y la apertura del Museo Louvre-Lens, con unas 600 obras, promete asegurarle un estimable flujo turístico. Así mismo, el Louvre ha accedido a dar su nombre a una segunda delegación, en el extranjero: el Museo Louvre-Abu Dabi en Emiratos Árabes Unidos. La institución ha suscrito un acuerdo de treinta años de duración, según el cual aportará su nombre, obras de arte y asesoramiento a un museo de nueva construcción diseñado por Jean Nouvel, lo que permitirá exhibir obras que de otra manera estarían almacenadas, además de captar fondos para el mantenimiento del edificio del Louvre y para la recuperación de una parte del Pabellón de Flora.








Los monarcas franceses mostraron, ya desde el siglo XIV, afición por adquirir obras de arte, se destaca la actitud de Francisco I quien protegió a Leonardo da Vinci en sus últimos años. La colección real era relativamente pequeña, hasta que uis XIV adquirió las colecciones de los banqueros Jabach y del cardenal Manzarino, mientras que Luis XVI hizo lo propio  con los cuadros de la escuela flamenca y holandesa. 


Las guerras napoleónicas significaron un notable aumento  en las colecciones del Louvre (en aquel instante se lo conoció como Musée Napoleon), pues los ejércitos requisaron obras de los distintos países invadidos. Muchas de estas obras tuvieron que devolverse al caer el régimen napoleónico, pero algunas muy importantes quedaron en el Louvre, como las Bodas de Caná de Veronés.


Durante los siglos XIX y XX la colección se incrementó  mediante donaciones de coleccionistas privados, así como por una política de adquisiciones que se ha centrado especialmente en la escuela francesa, que estaba representada de manera incompleta de acuerdo al gusto de los sucesivos reyes. Muchas obras medievales, del rococó y del romanticismo, llegaron poco antes del año 1900. El fondo de pintura medieval italiana creció sustancialmente, gracias a que Napoleón III compró la Colección Campana, propiedad del financiero italiano del mismo nombre. Entre las donaciones, cabe destacar la del coleccionista Lacaze, que aportó la Betsabé de Rembrandt y El Pastizambo de José de Ribera, y en 1935 la del Barón Edmond de Rothschild (1845 - 1934), con más de 40.000 grabados, casi 3000 dibujos, y 500 libros ilustrados. En fecha reciente, el diseñador Yves Saint Laurent legó un importante retrato de Goya al Louvre.


De acuerdo a una ordenación cronológica de las colecciones nacionales, el Louvre muestra obras de arte anteriores a 1849. Casi todas las obras del siglo XIX avanzado, desde el realismo (Coubert), hasta el impresionismo y Toulouse-Lautrec fueron transferidos al Museo d'Orsay, y el arte moderno y contemporáneo  se exhibe en el Centro Pompidou. 


El Louvre alberga varias de las obras maestras del arte universal, reconocidas mundialmente, como, por ejemplo La Gioconda (o Mona Lisa) de Leonardo da Vinci, La Virgen del Canciller Rolin de Jean van Eyck, La Encajera de Vermeer, o La Coronación de Napoleón de Jacques Louis David, entre otros.








También podemos encontrar la mayor colección de obras de Poussin, desde las pinturas de la Edad Media, hasta Ingres y Gericault. Entre los cuadros nos tropezaremos con: Retrato de Luis XIV de Rigaud, Peregrinación a la isla de Citea de Watteau, La gran odalisca de Ingres y La muerte de Sardanápolo de Delacroix.


Entre los pintores italianos se destacan las pinturas de Giotto, Fra Angelico, Andrea Mantegna, Caravaggio, y entre los artistas del Rencimientos nos encontramos con Leonardo da VInci, Rafael Sanzio, Tiziano y muchos otros más.


Holanda está representada por Rembrandt (El buey desollado), Frans Hals (La Gitana) y Vermeer (El Astrónomo y La Encajera),


No menos impresionante es su colección de esculturas, que abarca, desde las civilizaciones antiguas de Mesopotamia y Egipto, hasta la época neoclásica. Incluyen obras legendarias como los gigantes toros alados de la Mesopotamia, el Código de Hammurabi, la Venus de Miló, el escriba (que data de la V dinastía de Egipto) y un fragmento del Friso del Panteón de Atenas. También nos encontraremos con el esclavo moribundo  y el esclavo rebelde de Miguel Ángel, y La ninfa de Fonainebleu de Benvenuto Cellini.


Asimismo existe un departamento de artes orientales. En ellas se exponen y conservan objetos de dicha región, situados entre la actual India y el Mar Meditterráneo. El Museo del Louvre dispone de tres colecciones importantes, ellos son



  • Mesopotamia (Sumeria, Babilonia, Asiria, etc)
  • Antiguo Irán
  • Países del Levante (Chipre, entre otros)



Y finalmente también existe un departamento de arte islámico, creado en 2003. Entre las joyas a admirar  nos encontraremos con: Píxide de Al-Mugira (una caja de marfil del año 968), Le Plat du Paon, una importante cerámica otomana, y el Baptisterio de San Luis, una de las más célebres y enigmáticas obras de arte, creada a comienzos del siglo XIV.