Vistas de página en total

jueves, 27 de septiembre de 2012

Daniel Vázquez Díaz



Daniel Vázquez Díaz (Nerva, Huelva, 15 de enero de 1882 - Madrid, 17 de marzo de 1969) fue un pintor español. Considerado un artista entre el realismo y el cubismo fue un retratista y paisajista sobresaliente. Dentro de su obra destaca la decoración mediante frescos de unas salas del Monasterio de la Rábila como una alegoría de carácter muy personal del descubrimiento de América.

Considerado una figura clave de la pintura española de mediados del siglo XX fue una referencia para los pintores renovadores o vanguardistas de la época. Su obra se encuentra repartida por todo el mundo y tras su fallecimiento ha sido objeto de retrospectivas en importantes pinacotecas. El Centro de Arte Moderno y Contemporáneo Daniel Vázquez Díaz de su localidad natal acoge algunas de sus obras más representativas, al igual que ocurre con el Museo Provincial de Huelva, que, desde 1973 dispone de un número importante de sus obras que han ido creciendo durante los últimos años.

Daniel Vázquez Díaz pertenecía a una familia acomodada de la actual localidad de Nerva, aunque por entonces se la conocía como Aldea de Ríotinto. Esta población era considerada un centro cultural de la zona de la Cuenca Minera, donde además existía una importante problemática social de explotación y miseria, suscitadas por las compañías mineras allí instaladas. Pasó parte de sus primeros años en Sevilla, donde realizó su bachillerato, y tras ello comenzó a estudiar la carrera de comercio a los 18 años de edad. Es importante resaltar que a los diez años de edad visitó el Museo de Bellas Artes de Sevilla, quedando impactado por las obras de Zurbarán o El Greco, que influirían posteriormente en su obra. De 1897 datan sus primeras obras, conocidas, El pozo y la higuera y El Seminarista

Traslandándose en 1903 a Madrid se dedica a realizar copias en el Museo del Prado. Durante esos primeros años en la capital hizo amistad con Ricardo y Pío Baroja y con Juan Ramón Jiménez. Famosos son los retratos de los intelectuales de su generación. En 1904 presentó una obra en la Exposición Nacional de Bellas Artes, recibiendo la Mención de Honor por el retrato de la actriz Gloria Laguna. Dos años después, durante una estancia de verano, se interesó por el paisaje vasco y expuso en el Salón del Pueblo Español de San Sebastián. Participó en el Salón de Independientes, y realizó una muestra, en 1908 junto a Picasso en la Galería Rue Trouché. 

El mismo año regresó a Sevilla exponiendo junto a meritorios pintores como Pablo Picasso o Juan Gris, y conociendo a Antoine Bourdelle, quien lo inició en la técnica de pintura al fresco. Conoció también a la que fuera su musa, la escultora danesa Eva Preetsman Aggrholm, protagonista de decenas de sus cuadros, y con quien se casó en 1911. En su nuevo círculo se encuentran los intelectuales Rubén Darío, Manuel Machado y Armando Nervo. Durante esa época siguió haciendo visitas periódicas a Nerva donde, ya célebre, se le dispensaron diversos homenajes. Comenzó a ralizar su serie de retratos de toreros sin dejar el paisaje vasco. En 1914 pintó su interesante obra Los ídolos, expuesta en el Museo Nacional de Tokio. 




Meses después llegaría a París, ciudad en la que residió durante nueve años. Allí, una de las primeras personas que conoció fue Amedeo Modigliani. Establecido definitivamente en 1918, encontró en el cubismo su medio ideal de expresión. A juicio de los críticos no fue un cubista intelectual, más bien utilizó las formas externas, la morfología del cubismo, para rehacer su lenguaje, característico por el uso de colores sobrios y grises y por el recio de sus planos, lo que les concede una cierta solemnidad. 

En 1918 expuso en Madrid en el Salón locaste, aunque fue criticado por los clásicos acusándolo de "extranjero. Por el contrario fue aclamado por los vanguardistas y renovadores que vieron nuevos horizontes  y una creatividad llena de honradez y genialidad. Entre estos últimos destacan figuras tales como Azorín, García Lorca, Miguel de Unamuno y su incondicional amigo Juan Ramón Jiménez.

Los reconocimientos continuaron durante esos años, como en la Exposicón Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1920, donde obtuvo la tercera Medalla de Grabado. Continuó exponiendo con éxito en Bilbao, Portuga, Barcelona, Francia, Inglaterra y Estados Unidos hasta 1922. demás se convirtió en profesor de la Escuela de Bellas Artes de Madrid de entreguerras, teniendo entre sus alumnos a Salvador Dalí, Jorge Gallardo y Modesto Ciruelos. En 1927 expuso en el Museo de Arte Moderno de Madrid, y el mismísimo Alfonso XIII elogió el quehacer del artista. También fue catedrático de dibujo en el Instituto Cervantes de Madrid.

Permaneció en Madrid durante la Guerra Civil Española. Realizó su primera exposición tras la contienda con dibujos y bocetos del Poema del Descubrimiento en Portugal y en la Bienal de Venecia. Tras la guerra continuó impartiendo su magisterio a autores como Rafael Canogar y Agustín Ibarrola. En 1948 fundó la Escuela de Paisajes en la Universidad Hispanoamericana. Dado su prestigio, en 1949 fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

A partir de allí ya es plenamente un artista consagrado. En esos años recibe diferentes distinciones en España. En 1952 fue nombrado Catedrático en pintura mural en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, los frescos de La Rábida alcanzaron renombre mundial.  En 1962 expuso en la Sala Quixote y realizó el que sería su último cuadro. En los últimos años de su vida fue nombrado Hijo Adoptivo de Madrid, vicepresidente del Patronato del Museo del Prado y recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica. Falleció en Madrid, el 17 de marzo de 1969.




Daniel Vázquez Díaz dedicó gran parte de su obra al retrato, estilo con el que se encontraba cómodo desde sus primeros trabajos. A través de una serie que denominó Hombres de mi tiempo realizó retratos de personalidades del momento como Pablo Picasso, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Alfonso XIII, Ortega y Gasset, Juan de Cierva o Rubén Darío. 

También fueron célebres retratos de los personajes de su entorno más próximo, como el temprano retrato de José Jurado el seminarista (1889), y sobre todo, los de índole taurina, como El Litri, una de sus primeras obras y expuesta en el Museo provincial de Huelva. , Toreros saludando o Ave Cesar. Estas obras se contraponen a la tradición más negra española, con colores que recuerdan a autores como Paul Gaugin.

Pocas obras pueden resumir más su creación que los frescos de La Rábida. En ellos el relato idílico de los hombres de la tierra en el siglo XV y los paisajes protagonistas durante la epopeya descubridora se funden con elevada precisión. Aunque el proyecto de realizar unos frescos alegóricos al descubrimiento de América le había rondado durante años, no fue hasta el mes de agosto de 1927, cuando se desplazó a los lugares colombianos para gestionar la empresa. Su idea era, además de los murales de La Rábida, realizar obras complementarias en la Iglesia de San Jorge de Palos de la Frontera y el Monasterio de Santa Clara de Moguer, como lugares principales en esos hechos históricos. Sin éxito con los ayuntamientos de ambos lugares, no fue hasta el 12 de octubre del año siguiente cuando comenzó los trabajos en el monasterio.

Bajo el patrocinio de Alfonso XIII, entre 1928 y 1930, y con la ayuda de su hijo, Rafael Vázquez, realizó sus famosos frescos en el Monasterio de Santa María de la Rábida, conocidos como Poema del Descubrimiento. El entonces rey se convertiría en la principal cabeza visible de un proyecto abanderado por la sociedad civil de la tierra, como el pedagogo Manuel Siurot, que vio en el proyecto la posibilidad de dotar a la provincia de Huelva de una obra universal e inmortal.

Esta obra le valió al artista el sobrenombre de Pintor de la Hispanidad. Hacia finales del siglo XX se tuvo que realizar una rehabilitación de urgencia de dichos frescospor encontrarse en franco proceso de deterioro, debido a la humedad y probablemente a la errónea técnica usada para ese tipo de pared y clima por el autor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario