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sábado, 7 de julio de 2012

A 150 años del nacimiento de Gustav Klimt


En uno de los escasos textos autobiográficos que aun conservamos, Kimt escribió: Estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. Soy pintor, alguien que pinta todos los días desde la mañana hasta la noche. Figuras, paisajes, de vez en cuando retratos... Si alguien quiere descubrir algo de mi puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero. Sin embargo, el hombre poco interesante será uno de los creadores más originales de las primeras décadas del siglo XX. 


Gustav Klimt nació en Baumgarten, en las cercanías de Viena (hoy distrito XIV de la ciudad) el 14 de julio de 1862. Su padre, Ernst, era grabador, aunque en su juventud hubiese soñado con ser cantante de ópera. Eran una familia humilde que cambiaban con frecuencia el domicilio al no poder pagar el alquiler. A los seis años, el pequeño Gustav acudió a la escuela pública, obteniendo su certificado de estudio a los catorce. Ya en esa época mostró buenos dotes para el dibujo por lo que los profesores aconsejaron a sus padres que hiciese el examen de ingreso en la Escuela de Artes Junto a su hermano Ernst y a Franz Matsch formó una Compañía de Artistas poco tiempo después. Los hermanos Klimt estudiaban gracias a una beca y pronto comenzaron a recibir encargos, por lo que la situación económica familiar comenzó a aliviarse. Su primer trabajo fueron los dibujos de las vidrieras de la Iglesia Votiva de Viena.Tras tres años dibujando moldes de escayola y estatuas clásicas, habían superado la formación de la escuela, por lo que pensaron presentarse a las oposiciones estatales para profesores de dibujo en las escuelas secundarias. 


En 1881 los tres jóvenes artistas crearon un estudio, tras haber recibido importantes encargos con la decoración del patio del Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte) de Viena o de los techos del Palacio Sturnany de Viena y del balneario Carlsbad en Checoslovquía. La Compañía de Artistas comenzaba a cosechar importantes éxitos debido a que podía trabajar más de prisa que un pintor en solitario, asegurándose la unidad de estilo. Durante gran parte de 1883 la Compañía estará decorando el Teatro Municipal de Reichenberg. El resultado fue tan satisfactorio que el propio rey de Rumania les encargó la decoración de la escalera del castillo de Peles con una galería de antepasados.


La fama de los miembros de la Compañía había llegado hasta Viena, gracias a Karl Freiherr von Hasenauer, el arquitecto de Villa Hermes, quien les proporcionó su primer encargo en la capital del imperio: los techos de las escaleras del Burgtheater, siguiendo el más absoluto historicismo en su ejecución. El éxito obtenido llevaría a un nuevo encargo relacionado con dicho teatro: unas obras que recogiesen el ambiente del teatro antes de su demolición. El 28 de febrero de 1890 la Compañía de Artistas recibió el encargo de pintar la caja de la escalera principal del Kunsthistorisches Museum de VIena, siendo responsabilidad de Gustav Klimt realizar los lienzos correspondientes al Arte Egipcio, el Arte Griego y el Renacimiento Italiano. 






En 1892 fallece Ernst Klimt, hermano del artista, con lo que se acelera la disolución de la Compañía de Artistas, y poco tiempo después su padre. Gracias al dinero conseguido, Gustav Klimt realiza algunos viajes, visitando Múnich, una de las ciudades más vanguardistas del momento, donde pudo conocer la obra de Fernand Khnoff, cuyo estilo simbolista influiría en los trabajos por Gustav Klimt entre 1895 y 1898. En 1893 la Compañía recibe el encargo de la decoración de la sala de música y el comedor del Palacio Dumba, poniéndose de manifiesto que los estilos de cada uno eran bastante distintos y ya no podían trabajar de manera complementaria. A pesar de ello, firmaron el contrato, en 1894, para realizar las pinturas del techo del Aula Magna de la Universidad de Viena. En su ejecución, Klimt trabajó más de diez años y supusieron su principal quebradero de cabeza tanto con la prensa como con los expertos, el claustro universitario o el público en general, que se sentía escandalizado  ante el resultado final. Su estilo había sufrido en aquel tiempo un profundo cambio en estas obras, que por desgracia fueron quemadas por las tropas nazi en 1945.


Klimt formaba parte de la Sociedad de Artistas Figurativos de VIena, conocida con el nombre de la Casa de los Artistas. En el seno de dicha sociedad tendrá lugar un importante conflicto que se saldará, en 1897, con la secesión de un importante grupo liderado por el propio artista, y del que también formaban parte los pintores Karl Moll y Kollo Moser y los arquitectos Otto Wagner, Josef Hoffman y Josef María Olbrich.


Una de las principales exposiciones del grupo será la organizada en 1902, dedicada a la escultura de Beethoven, realizada por Max Klinger. Para este evento Kilmt pinta una de sus obras más importantes: el Friso Beethoven. Al año siguiente el edificio de la Secesión recoge la primera retrospectiva de Klimt. En 1903 realiza un importante viaje por Italia visitando Florencia, Venecia y Ravena, interesándose especialmente por los mosaicos bizantinos que decoran las iglesias de San Vital y San Apolinar. Algunos estudiosos sugieren que esta visita provocará el inicio de su fase dorada, cuyas obras más importantes son El Beso y el retrato de Adele Bloch-Bauer I






En 1909 visita París interesándose especialmente por la obra de Toulouse-Lautrec y de los fauvistas, encabezados por Matisse. También le llaman la atención los trabajos de Van Gogh, Gaugin y Munch. A su regreso a Viena se produce un importante cambio en su pintura, ya que finaliza la época dorada y comienza la etapa identificada como caléidoscópica, ya que el decorativismo y la diversidad de colores se adueñan de las telas, como se puede observar en Muerte y vida, por ejemplo. 


En los primeros años de la década de 1910 Gustav Klimt comienza a ser valorado internacionalmente y sus trabajos consiguen buena crítica de la IX Bienale de Vencia (1910), obteniendo, al año siguiente, el primer premio de la Exposición Internacional de Roma. Será en 1911 cuando realice un largo viaje por Europa, visitando Florencia, Roma, Bruselas, Londres y Madrid, donde pudo admirar los trabajos de su admirado Vélazquez. La muerte de su madre, en 1915, supuso un duro golpe para el artista, con la consecuencia de que su paleta se hizo más oscura, lo que conducirá que sus paisajes tiendan al monocromatismo. 


Al año siguiente participará de la exposición del Bund Östereichischer Künstler en la Secesión de Berlín, junto a Egon Schiele y Oskar Kokoschka, dos jóvenes artistas con los que estableció una estrecha relación, especialmente con el primero que conocía desde 1907. Si bien en 1897 se le había negado el nombramiento de catedrático de la Academia de Arte renunciando a las concesiones oficiales tras el escándalo de las pinturas de la Universidad , en 1917 se lo elige como miembro de honor de las pinturas de la Universidad de Viena y Munich. El 11 de enero de 1918 Gustav Klimt sufría un ataque de apoplejía que lo dejó medio paralizado. Fue trasladado a un sanatorio y el 3 de febrero se lo trasladó al Hospital General de Viena, donde falleció a las seis de la mañanadel 6 de febrero, a consecuencia de una neumonía. En su estudio quedaron un buen número de trabajos sin finalizar, y un amplio catálogo de dibujos que fue repartido entre Emile Flöge y los hermanos Klimt.





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