sábado, 8 de septiembre de 2012

David Alfaro Siqueiros


José de Jesús Alfaro Siqueiros, mejor conocido como David Alfaro Siqueiros (Ciudad de México, 29 de diciembre de 1896 - Cuernavaca, 6 de enero de 1974) fue un pintor y militar mexicano, considerado uno de los tres exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco. 

Se creía que había nacido en Chihuahua, pero recientemente se ha determinado que nació en la Ciudad de México en 1896. Su padre era abogado  y lo llevó a vivir a Irapuanto, Guanajuato, donde realizó sus primeros estudios bajo la vigilancia de sus abuelos, quienes dejaron una honda huella en su formación. Al morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos se mudaron a la Ciudad de México, donde fueron internados en las escuelas maristas. Tiempo después, en 1911, ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches asistía a la Academia de San Carlos. En 1911, a los 15 años de edad, Siqueiros se vio involucrado en una huelga estudiantil en la Academia de San Carlos de Bellas Artes que protestaban contra el método de enseñanza de la escuela pidiendo la renuncia de su director. 

A los 18 años de edad, Siqueiros y varios de sus colegas de la Escuela de Bellas Artes se unieron al Ejército Constitucional de Carranza luchando contra el gobierno de Huerta. Cuando Huerta cayó en 1914, Siqueiros se afianzó en la lucha posrevolucionaria, pues el Ejército Constitucionalista tuvo que combatir las facciones políticas de Pancho Villa y Emiliano Zapata. Sus viajes militares por todo el país le expusieron a la cultura mexicana  y las crudas luchas diarias de los trabajadores y los campesinos pobres. Regresó a México antes de viajar, en 1919 a Europa. En París absorbió la influencia del cubismo, intrigado con Cézanne y el uso de grandes bloques de color intenso. Allí conoció a Diego Rivera, otro de los tres grandes pintores mexicanos, y viajó con él por toda Italia, estudiando a los grandes pintores al fresco del Renacimiento.

David Alfaro SIqueiros estaba convencido de que ambas carreras (la artística y la militar) estaban inexorablemente unidas. En 1921 publicó en Barcelona la revista Vida Americana, donde presentó un manifiesto titulado Tres llamadas a los artistas plásticos de América, en el que escribe sobre las propuestas artísticas que tenía pensadas y que creía conveniente para América. 





En 1922 regresó a Ciudad de México para trabajar como muralista para el gobierno revolucionario de Álvaro Obregón. El entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través del arte público y contrató a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura mexicana moderna. Siqueiros, Rivera y José Clemente Orozco trabajaron junto con Vasconcelos, quien apoyo el movimiento muralista, encargándoles murrales para edificios destacados en Ciudad de México. En 1923 Siqueiros ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a través del periódico sindical, El Machete.

Poco después Siqueiros pintó su famoso mural Entierro de un trabajador (1923) en el hueco de la escalera del Colegio Chico. Conforme el sindicato se fue haciendo más crítico con el gobierno revolucionario, que no había instituido las reformas prometidas, sus miembros se enfrentaron a nuevas amenazas de ver cortados los fondos que financiaban su arte y el periódico. Se produjo una disputa interna en el sindicato sobre si dejar de publicar El Machete o perder el apoyo financieroa los murales. Finalmente Diego RIvera abandonó en protesta por la decisión de mantener la política por encima de las oportunidades artísticas. 

A principios de los años treinta, incluyendo el tiempo que pasó en la cárcel mexicana de Lecumberri, produjo una serie de litografías de temas políticos, muchos de los cuales se expusieron en los Estados Unidos. Su litografía Cabezas se mostró en la exposición de 1930 Artistas mexicanos y artistas de la escuela mexicana, en Nueva York. En 1932 celebró una exposición y conferencia titulada Rectificación sobre el muralismo mexicano, en la galería del casino español de Taxco, México. 

Poco después viajó a Nueva York donde participó en la exposición de la galería Weyhe. Con un grupo de estudiantes también completó un mural, conocido a veces como América Tropical, en 1932, en la Sala Italiana de Oliver Street en Los Ángeles. 

Al año siguiente, en la Argentina, realizó un mural, Ejercicio Plástico,  en el sótano de Natalio Botana, directorio del diario Crítica, en el cual Siqueiros fue columnista durante más de un año. El mural ha sido restaurado y se encuentra en lo que fue la Aduana de Taylor, hoy en día Museo del Bicentenario. 




De regreso en Nueva York en 1936, fue invitado de honor en la exposición de Arte Contemporáneo en la St. Regis Gallery. Allí también llevó un taller de arte político en preparación a la huelga general de 1936 y por la Paz en el desfile de May Day. Siguió produciendo varias obras a lo largo del final de los años treinta, como El eco de un grito (1937) y El suspiro (o El sollozo, 1938, ambos actualmente en el MoMA de Nueva York. 

Debido al atentado contra León Trosky (recordemos que Siqueiros intentó asesinarlo, el 24 de mayo de 1940), se exilió en Chile durante el año 1941. En Chillán pintó Muerte al invasor. En 1944 emigró a Cuba donde pintó Alegoría de la igualdad racial en Cuba

En 1946 regresó a México y pintó en la Secretaría de Educación Pública su mural Patricios y Patricidas, y más tarde realizó en el Palacio de Bellas Artes el tríptico Nueva Democracia. En 1947 realizó el famoso lienzo titulado Nuestra imagen actual.

En 1952 iniciaría el proyecto de los murales en la Universidad Nacional Autónoma de México. De los 3 murales solo finalizaría uno El pueblo de la Universidad y la Universidad del Pueblo, el cual fue inaugurado en 1956 en ciudad Universitaria, dentro de los muros de la rectoría, junto a otras dos obras del mismo artista: Las fechas de la historia de México y Nuevo emblema Universitario. Es considerado como uno de los íconos del Mosaico Mexicano




En 1960 terminó el mural en el Castillo de Chapultepec titulado Del Porfidismo a la Revolución. El 9 de agosto fue aprehendido y acusado de disolución social, ya que era el presidente del Comité de Presos Políticos y de la Defensa de Libertades Democráticas. Fue encarcelado durante cuatro años en la cárcel de Lecumberri. Durante aquella estancia Siqueiros realizó varios bocetos para el proyecto de la decoración del hotel Casino de la Selva. En 1968 termina el mural La historia del teatro en la Asociación Nacional de Actores. 

El 13 de julio de 1964 Siqueiros salió de prisión y reunió un grupo de artistas nacionales e internacionales para realizar el mural que decoraría la Sala de Convenciones del hotel Casino de la Selva. Entre sus discípulos se encontraban Mario Orozco Rivera, Guillermo Ceniceros, Enrique Estrada y Jorge Flores, aunque debido a sus dimensiones dicho proyecto fue trasladado a la ciudad de México para poder ser admirado por el mayor número de personas posibles. Realizó viajes a Europa y a Estados Unidos. Finalmente el Polyforum Cultural Siqueiros y su mural La marcha de la humanidad fueron inaugurados el 15 de diciembre de 1971. 

David Alfaro Siqueiros  falleció en Cuernavacael 6 de enero de 1974. Su cuerpo fue inhumado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Días antes de su muerte donó su casa en Polanco al pueblo de México que, desde 1969, la había dedicado a Salas de Arte Públicoy al Museo de Composición de Pintura Mural. Su obra se enmarca en el grupo de pintores y muralistas mexicanos junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco. Estos muralistas expresionistas  mexicanos anticiparon las tendencias neorrepresentativas o neoicónicas que se dieron hacia 1960. Sus frescos, en exteriores, se dedicaron a temas revolucionarios y sociales. 















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