jueves, 16 de agosto de 2012

Paolo Veronese


Paolo Caliari (también se lo conoce como Paolo Cagliari, Verona 1528 - Venecia 1588), también conocido en España como Veronés, fue un pintor italiano, figura central del manierismo italiano. 


Hijo de un picapedrero, nació en Verona, ciudad de donde tomó su apelativo y donde se formó como pintor. En 1556 se estableció definitivamente en Venecia, donde desarrolló su arte, siendo una de las figuras más destacadas de la escuela veneciana. Desde 1541 fue discípulo y ayudante del también veronés Antonio Badile, con cuya hija, Elena, contrajo matrimonio. 

Entre los años 1510 y 1540, la pintura en Verona se caracterizaba por la solidez, la regularidad en los volúmenes, los fuertes y contrastados colores y el convencionalismo en las figuras. Vernés combinó todas estos elementos del primer Renacimiento local con otros ya manieristas, como fueron la introducción de complejos esquemas compositivos, utilizando a menudo perspectivas en trompel'oeil y figuras en posturas fuertemente contorsionadas, inspiradas en obras de Miguel Ángel. La mezcla resultante se plasmó con gran maestría en La Tentación de San Antonio (1552) para la Catedral de Mantua y en los frescos de los techos del Palacio Ducal de Venecia (1553 - 1554). 

Alrededor de 1555 ó 1556 recibe su primer encargo representativo: la decoración de la sacristía y los techos de la Iglesia de San Sebastián. Allí crea un ciclo de pinturas con perspectiva de abajo hacia arriba.




En 1560 viaja a Roma para estudiar los techos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, cuya influencia se deja notar en las obras posteriores, como los frescos de la Villa Barbaro en Máser, realizados a principio de la década de 1560. Esta colaboración entre Veronés y Palladio influyó en las arquitecturas que se representan en sus cuadros posteriores.

A principios de los años 1570, la familia Cuccina le encargó una serie de cuadros de gran formato sobre temas bíblicos: La Virgen y la familia Cuccina, Adoración de los Reyes, Las Bodas de Caná y Camino del Calvario, en los que el artista representa un estilo renovado, profundizando en el color e incrementándose en el claroscuro. Todos estos cuadros se encuentran en la Galería de Dresde, sin confundir una versión anterior de Las Bodas de Caná, que se encuentra actualmente en el Louvre. 

Por otro lado, en 1573 fue llevado ante el tribunal de la Inquisición, al entenderse que pintaba los temas religiosos con una excesiva libertad que rozabala irreverencia. Veronés se defendió de aquellas acusaciones, argumentando que añadía personajes, animales y otros elementos por exigencias creativas.

Aprendió de los grandes pintores venecianos, Tintoretto y Tiziano, así como de los pintores de Emilia como Parmigianino. Se lo considera creador, junto con Tiziano, de un gusto suntuoso y colorista, que en Venecia se prolongó hasta el siglo XVIII.



Prefiere los grandes formatos. Su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico, aunque suave colorido. Amigo de Palladio y otros grandes arquitectos de la época, enmarca sus escenas en amplias arquitecturas, rasgo que lo hace precursor del barroco. En sus cuadros aparecen columnas, arcos y escalinatas. Su tratamiento de color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos.

Su temática es religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando así la alegría de vivir y el esplendor de la república de los dogos. Los trajes son suntuosos y el ambiente suntuoso. Puebla sus obras de una multitud de personajes en grandilocuentes arquitecturas. Estos alardes creativos chocaban frontalmente con la fidelidad histórica de los hechos bíblicos, lo que motivó las fricciones del artista y la Iglesia.

En cuanto a su técnica, usa un empaste ligero, lo que permite innumerables transparencias. Le interesa la perfección del dibujo.

Se lo considera uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana, aunque de un manierismo innegable. Su trascendencia en el estilo posterior permiten clasificar su obra de prebarroca, en especial por la elegancia de la forma, su gusto por las atmósferas diáfanas y el sentido decorativo de la composición. Veronés incluyó en pintores posteriores como Rubens, Tiépolo y otros pintores del barroco. Este pintor y Rubens son los grandes maestros del pasado que admiraba el pintor romántico, Eugène Delacroix.















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