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miércoles, 15 de octubre de 2014

Exposiciones Impresionistas

Impresión, Sol Naciente (Claude Monet, Musée Marmottan Paris), Expuesto en la primera exposición en 1874


  • El color es mi obsesión diaria, mi alegría, mi tormento (Claude Monet)
  • Todo encuentro de arte significa un encuentro con nosotros mismos (Pierre Auguste Renoir)
  • Una pintura requiere un poco de misterio, algunas impresciciones y fantasía (Edgar Degas)


Se conocen como Exposiciones Impresionistas a las ocho exposiciones organizadas por los pintores del grupo impresionista en París entre 1874 y 1886, en que dieron a conocer sus trabajos al margen del Salon oficial controlado por la Academia de Bellas Artes francesa. Estas exposiciones supusieron un paso fundamental en la independencia del artista moderno con respecto a las instituciones académicas y a la creación de un mercado privado de arte.

El inicio de estas exposiciones se sitúa en el clima de malestar de muchos artistas franceses ante el sistema institucional del Salon de París. El Salon era una exposición colectiva en que las obras presentadas debían ser aprobadas por un jurado compuesto por profesores de la Academia de Bellas Artes y otros expertos en arte. En un momento en que el mercado privado de arte era aun incipiente, el Salon constituia el principal medio para que el pintor se diera a conocer y consiguiera vender su obra. 

Este sistema provocaba malestar en los artistas que veían rechazadas sus obras por parte del jurado, sea por motivos estéticos, o bien por motivos ético- políticos, al tratar en sus obras temas inconvenientes por los miembros de la Academia. La primera ocasión en que un pintor decidió realizar una exposición pública de su obra independiente de la del Salon y paralela a ésta fue Gustave Coubert en el pabellón independiente al que llamó Pabellón del Realismo (1855).

Otro antecedente de estas exposiciones es la exposición que en 1867 realiza el propio Edouard Manet, con ocasión de la Exposición Universal de ese año. También en 1867, algunos de los pintores del futuro grupo impresionista (Monte, Pissarro, Sisley, Renoir, entre otros) se plantean la posibilidad de exponer juntos o idependientemente de la Exposición Universal y del Salon de ese año, aunque dicha exposición finalmente no se realizó.

En este contexto conflictivo, durante los años 1860 se comenzarán a entablar relaciones entre algunos jóvenes pintores que cultivan una estética novedosa (los futuros artistas del impresionismo). La mayoría realiza sus estudios con pintores al margen de la Escuela de Bellas Artes. Más bien acuden a escuelas particulares o a academias que ponían a su disposición modelos para ejercitar el dibujo.



Almuerzo sobre la hierba (Edouard Manet, 1863, Musée d'Orsay, París). Fue la obra pictórica más polémica del Salon de los Rechazados del mismo año

Desde mediados de siglo se comenzó lentamente a visualizar un mercado privado de compra-venta de cuadros a cargo del marchand de arte y las galerías. En 1873 se reabrieron los debates entre los pintores acerca de la mejor manera para darse a conocer. Finalmente, y después de un acalorado debate se decidió formar una organización independiente llamada Sociedad Anónima de Pintores, Escultores y Grabadores. Entre sus objetivos se encontraba la organización de exposiciones colectivas sin jurados ni premios y la publicación de una revista portavos del grupo. 

El 15 de abril de 1874, dos semanas antes de la inauguración del Salon oficial, se inauguró la primera de las exposiciones del grupo de los impresionistas, abierta durante un mes entero, en el antiguo taller del fotógrafo Nadar. La exposición contó con 165 telas, obra de 30 artistas. 

La pintura que más comentarios suscitó y la que dio nombre al grupo fue Impresión, Sol Naciente (Claude Monet). El concepto de impresión, relacionado con los jóvenes pintores acerca de la inocencia del ojo, serviría para bautizar a estos pintores. 

Los miembros de la Sociedad de pintores que agrupaban a los impresionistas habían previsto realizar su segunda exposición durante 1875, Sin embargo, el escaso éxito de la venta de cuadros hizo menguar su confianza y provocó que no fuera hasta 1876 cuando tuvo lugar la segunda exposición del grupo. 

En esta ocasión fueron dioecinueve participantes, un número inferior al de la primera exposición, ya que algunos artistas poco cercanos a la estética impresionista no quisieron continuar exponiendo. También se produjeron nuevas incorporaciones, entre la que se destaca la de Gustave Caillenbotte. Por otro lado, Édouard Manet, fie a la idea de divulgar el arte nuevo para que pudiera entrar en el Salon, presentó a éste varias telas, aunque todas ellas fueron rechazadas catégoricamente por el jurado. Decidió no participar en aquella exposición, aunque sí colaboró prestando el Retrato de Bazille (Pierre Auguste Renoir) de su poseción. 




Baile en el Moulin de la Galette (Pierre Auguste Renoir, tercera exposición impresionista)

La tercera exposición tuvo lugar en París en 1877. Durante los preparativos tuvo lugar una reunión de los miembros de la Sociedad, en la que Degas propuso que se prohibiera a los socios exponer en el Salon oficial si querían exponer con el grupo. 

En esta exposición participaron 18 artistas, con 241 obras en total. Los pintores mejor representados fueron Monet (30 telas), Degas (25 telas), Pissarro (22 cuadros paisajísticos), Renoir (21 telas), entre las cuales se encontraba su Baile en el Moulin de la Galette. Por su parte, Sisley colaboró con 17 paisajes de los alrededores de París, Cézanne colaboró con 12 cuadros, en su gran mayoría se trataba de naturalezas muertas. 

La cuarta exposición se realizó entre el 10 de abril y el 11 de mayo de 1879. En ella participaron catorce artistas con 246 obras en catálogo. En esta ocasión volvieron a producirse discusiones en torno a la utilización de la palabra impresionista para referirse al grupo. Recordemos que Degas se opuso, desde siempre a ello. Finalmente decidieron llamarse grupo de artistas independientes.

Es importante mencionar la incorporación a esta cuarta exposición de Paul Gauguin, invitado, a último momento, por Pissarro y Degas, por lo que no ha sido mencionado en el catálogo. Si bien Gauguin comenzó su carrera en el impresionismo (con maestros tales como Pissarro), finalmente decidirá romper con dicho movimiento hacia el llamado posimpresionismo. Esta exposición fue, contrariamente a las anteriores, bastante bien aceptada por parte de la crítica, siendo los mejores artistas (siempre según la crítica), Monet, Pissarro, Degas y Mary Cassat. 




La Plaza Valhubert (Armand Guillaumin), expuesto en la quinta exposición impresionista


La quinta exposición tuvo lugar entre el 1 y el 30 de abril de 1880, aunque, en opinión de algunos expertos no se la puede considerar puramente impresionista, ya que tanto Monet, Renoir, Sisley y Cézanne, quedando la exposición mayoritariamente en manos Pissarro, Berthe Morisot, GIllaumin y Gauguin. Por su parte, tanto Monet como Renoir presentaron obras al Salon oficial (1880). De los dos cuadros de Monet, uno fue rechazado, mientras que las dos obras presentadas por Renoir fueron aceptadas. 

La sexta de las exposiciones se volvió a celebrar en el antiguo taller del fotógrafo Nadar, del 2 de abril al 1. de mayo de 1881. Participaron trece pintores y se expusieron 170 obras de catálogo. En esta ocasión quedó bien de manifiesto las dos corrientes opuestas del grupo: por un lado encontramos a Pissarro, Morisot, Guillaumin, Gauguin y Vignon, por el otro, Degas, Cassat, Forain, Rouart y demás participantes. 

La iniciativa para la séptima exposición surgió de Gustave Caillenbotte, quien deseaba reunir en ella a los diferentes pintores, superando las diferencias. Henri Rouart, pintor del círculo de Degas, se comprometió con Caillenbotte a intentar convencerlo, aunque fue en vano. Ante esta situación, los pintores más identificados con el impresionismo, que habían abandonado las exposiciones, donde abundaban cada vez más los seguidores del estilo de Degas, decidieron volver a exponer juntos y excluir a Degas y a sus discípulos. Tuvo lugar entre el 15 de mayo y 15 de junio de 1882. 

Los primeros pasos encaminados a organizar dicha exposición los dieron, por un lado, Berthe Morisot y Eugène Manet (hermano del Edouard Manet), consultando a sus amigos, y por otro, Camille Pissarro, quien se había puesto en contacto con Monet y con Mary Cassat. Los dos puntos de conflicto fueron la exclusión o aceptación de Degas y sus seguidores, y la aceptación de Georges Seurrat y Paul Signac, jóvenes pintores, creadores del puntillismo. La octava y última de las exposiciones colectivas tuvo lugar entre el 15 de mayo y 15 de junio de 1886. Contó con 17 participantes y 249 obras de catálogo.

Las exposiciones impresionistas son consideradas un hito en la historia del arte moderno en cuanto a la relación entre artista, público y mercado. La exposición impresionista de 1874 fue la primera exposición colectiva al margen de cualquier estructura estatal. La actitud de rebeldía y ruptura de los impresionistas, tanto en lo estético como en cuanto a la relación entre artista y mercado, los convierte en precursores de las futuras rupturas en el mundo del arte. 


Retrato de Bazille (Pierre Auguste Renoir), Segunda Exposición







miércoles, 9 de abril de 2014

Alberto Durero, pintor, grabador y matemático alemán del Renacimiento

Alberto Durero: Los Cuatro Libros de la Proporción Humana (1528)


Alberto Durero (Nurenberg, 21 de mayo de 1471 - Núrenberg, 6 de abril de 1528) es el artista más famoso del Renacimiento alemán, conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos de arte. Ejerció una desiciva influencia en los artistas del siglo XVI, tanto alemanes como de los Países Bajos y llegó a ser admirado por maestros italianos como Rafael Sanzio, Sus grabados alcanzaron gran difusión e inspiraron a múltiples artistas posteriores, incluyendo los nazarenos del siglo XIX y los expresionistas alemanes de principios del siglo XX. 

Nació el 21 de mayo de 1471 en Núrenberg. Su padre, Alberto Durero el Viejo (1434 - 1522) era un orfebre húngaro que emigró a tierras germanas y el primer maestro de su hijo, De su primera formación el joven Durero heredó el legado del arte alemán del siglo XV, en el que estaba muy presente la pintura flamenca del gótico tardío. 

Para los artistas alemanes resultaba difícil conciliar su imaginación medieval con el énfasis que los artistas italianos ponían en la antigüedad clásica, los temas mitológicos y las figuras idealizadas. La tarea de Durero fue la de proveer a sus compatriotas de un modelo con el que pudieran combinar el interés empírico por los detalles naturalistas con los aspectos más teóricos del arte italiano. 

En su abundante correspondencia, especialmente en las cartas al humanista y amigo Willibald Pickheimer, así como en sus publicaciones, Durero hacía hincapié en que la geometría y las medidas eran la clave para el entendimiento del arte renacentista italiano, y a través de él, del arte italiano. 



Alberto Durero: Autorretrato (1493), Musée du Louvre, Paris

En la lista de amigos se encontraba el austríaco Johann Stabius, quien le proporcionó los conocimientos y detalles sobre la construcción de relojes solares. Entre las notas que dejó en su diario, cabe mencionar la descripción de una pesadilla que tuvo una noche de Pentecostés (1525), donde veía caer trombas de agua del cielo. Marguerite Yourcenar hizo un interesante análisis en su libro, El tiempo, gran escultor

Desde 1507 hasta su muerte tomó notas y realizó dibujos para su tratado más conocido, Cuatro libros sobre las proporciones humanas (1528). Sin embargo, otros artistas contemporáneos suyos pusieron más atención en sus grabados, tanto en planchas de cobre como xilografías, que en sus escritos dirigidos a orientarlos en la modernización de su arte con desnudos de corte clásico y temas idealizados, propios del Renacimiento italiano. 

Entre 1488 y 1493, el taller de Wolgemut se dedicó a la tarea de realizar numerosas xilografías para ilustrar la Crónica de Núrenberg (1493). Es probable que Durero recibiera una instrucción exhaustiva de como hacer los dibujos para la plancha de madera. Durante toda la etapa renacentista el sur de Alemania fue centro de muchas publicaciones y era común que los pintores estuvieran calificados para realizar xilografías y grabados para ellas. 

En Basilea y Estrasburgo realizó ilustraciones para varias publicaciones, entre ellas, La Nave de los Locos de Sebastian Brant (1494). Durante esta etapa, comprendida entre su aprendizaje y su regreso a Núrenberg, (1494) su arte refleja una enorme facilidad en el trazado del dibujo y una minuciosa observación del detalle. 




Después de casarse con Agnes Frey (1494) en Núrenberg, Alberto Durero viajó a Italia, donde realizó acuarelas de paisajes con gran minuciosidad de detalle. Durante los diez años siguientes en Núrenberg, produjo un gran número de grabados que le ayudaron a asentar su fama. Entre ellas se destaca la serie del Apocalipsis (1498), Baño de hombres, Sansón con el león, La gran fortuna (1501 - 1502) y La caída del hombre (1504). Estas y otras obras de este período muestran una maestría técnica cada vez mayor en el arte de la xilografía y del grabado, un manejo de proporciones humanas basados en los textos de Vitruvio y una brillante capacidad para incorporar detalles de la naturaleza en obras que reflejan el entorno con gran realismo. 

Entre 1505 y 1507 volvió a viajar a Italia. En Venecia conoció a Giovanni Bellini y a otros artistas, y la Fundación de Comerciantes Alemanes le encargó la realización del retablo La fiesta del Rosario (1506)
En 1507 regresó a Núrenberg, donde comenzó un segundo período de producción artística con obras como el retablo para la iglesia de los Dominicos de Fráncfort del Meno (destruido en un incendio en 1729), la tabla de la Adoración de la Trinidad (1508 - 1511, Museo de Historia del Arte, Viena), las tablas de Adán y Eva (1507, Museo del Prado), retratos y numerosos grabados entre los que se encuentran dos series de la Pasión, otra sobre la Vida de la Virgen, un Arco de Triunfo grabado en varias planchas de madera, encargo del emperador Maximiliano I y tres imágenes magistrales: El caballero, La muerte y El diablo (1513), San Jerónimo en su gabinete (1514) y La melancolía (1514). Mediante el grabado de línea Durero consiguió crear diferentes gamas de sombreado y textura, consiguiendo plasmar formas tridimensionales con una enorme maestría. 

En 1520 Durero se enteró de que Carlos I (sucesor de Maximiliano I) se trasladaría desde España a Arguisán para su coronación. El artista había recibido una pensión anual por parte del emperador Maximiliano. Se trasladó a Arguistán, y desde allí pasó a los Países Bajos. Su audiencia con Carlos I resultó sumamente satisfactoria. Regresó a Núerenberg, donde habría de permanecer hasta su muerte el 6 de abril de 1528. Su última obra fue los Cuatro Apóstoles (realizadas en dos grandes tablas) que aun se pueden admirar en la Alte Pinakothek de Múnich. 



Alberto Durero: Los cuatro apóstoles (1526), Alte Pinakothek, Múnich



El arte de Durero ha ejercido una influencia intensa y duradera en el arte occidental, fundamentalmente gracias a la masiva circulación de sus grabados, tanto originales como copias. En vida Durero disfrutó de una gran fama no solo en Europa Central, sino también en los Países Bajos, España e Italia y sus estampas fueron copiadas con frecuencia. 

La producción pictórica de Durero es más bien escasa debido en parte al tiempo que requería cada obra en diseño y ejecución. Además contó con ilustres clientes lo que le aseguró una estabilidad económica que le permitió concentrarse en los encargos más ambiciosos. Produjo y distribuyó sus grabados con una sagaz visión comercial. Diseñaba decenas de xilografías, mayormente de temas religiosos, que eran grabados en los tacos de madera por estalladores profesionales. Siglos más tarde, pintores como Zurbarán y Goya siguieron dilatando su influencia: el último cuadro conocido de Zurbarán, La Virgen con el niño y San Juanito (1662), se inspiró en el grabado de Durero, La Virgen y el mono (1498).

En todos sus trabajos teóricos, con el fin de comunicar sus teorías en el idioma alemán y no en latín, utilizó expresiones gráficas y usando la legua vernácula, el idioma comprensible para los artistas y artesanos.


  • Los cuatro libros sobre medición, instrucciones de medición con compás y regla: Esta obra está dividida en varios libros. El primero de ellos se centra en la geometría lineal. Las construcciones geométricas de Durero incluyen hélices, concoides y epicicloides. El segundo libro está dedicado a la construcción de polígonos regulares. El tercer libro trata de los principios de la geometría de la arquitectura, la ingeniería y la tipografía. En arquitectura cita a Vitruvio, aunque elabora sus propios diseños y columnas clásicas. El cuarto libro trata de las formas tridimensionales y la construcción de poliedos. También analiza un método (llamado construzione legittima) de representar un cubo en dos dimensiones a través de la perspectiva lineal. También muestra una variedad de mecanismos para el dibujo en perpectiva de los modelos  y proporciona ilustraciones de grabados de dichos métodos
  • Cuatro libros de la proporción humana: El primer libro muestra cinco tipos diferentes de figuras masculinas y femeninas, todas las partes del cuerpo expresan en fracciones de la altura total. Para ello se basó tanto en Vitruvio como en sus propias observaciones. El segundo libro incluye otros ocho tipos, fraccionados en el sistema albertiano. En el tercer libro nos muestra los principios por los que la figura se puede modificar (simulación matemática convexa, espejos cóncavos). También habla de la fisionomía humana. Finalmente el cuarto libro está dedicado a la teoría del movimiento. 

Ajeno al último libro es el ensayo autónomo en la estética (realizado entre 1512 y 1528), en donde habla de la llamada belleza ideal. Rechazó el concepto de belleza objetiva de Alberti, que propone una idea relativista de la belleza basada en la variedad. Aun así sigue creyendo que la verdad se oculta dentro de la naturaleza, sin que existieran reglas que ordenaran la belleza, aun encontrando difícil de definir los criterios de dicho código. También desarrolló la comprensión de la creatividad humana espontánea o inspirada en un concepto de síntesis interna selectiva. Su afirmación Un hombre puede dibujar algo con su pluma en medio de una hoja de papel en un día, o se puede cortar en un pequeño trozo de madera con su pequeño hierro y resulta ser mejor y más artístico que el trabajo de otro en el que su autor trabaja con la mayor diligencia durante todo un año, sintetiza a la perfección su creecia en tal sentido. 


Alberto Durero: Cabeza de un anciano (1521)

sábado, 9 de febrero de 2013

Andrea del Sarto


Andea del Sarto (Florencia,16 de julio de 1486 - 21 de enero de 1531) fue un pintor italiano del manierismo. Por su depurado estilo se lo conocía como "Andrea sin errores". 

A los siete años Andrea pasa a ser aprendiz de un ofebre, y más tarde pasa al taller del pintor Jean Barile que, al ver sus grandes progresos, lo envía al taller de Piero di Cosimo. 

Sus primeras obras datan de 1508, inspirados en los pintores que le eran más familiares: Fra Bartolomeo y Mariotto Albertinelli, junto al estudio de Rafael Sanzio. Una Piedad que se encuentra en la Galerá Borghese de Roma recuerda a Fra Bartolomeo y la Virgen con niño del Palacio Barberini une la sutil delicadeza de Leonardo, otra Virgen con niño (1509), une a la solidez estructural de la composición de Rafael una mayor desenvoltura y cordialidad en su representación. 

Los frailes del convento de la Annuziata, para completar los frescos comenzados en 1460 por Alessio Baldovinetti y continuados por Cosimo Roselli, quien no los terminó, encargan en 1509 a Andrea del Sarto Cinco historias de milagros de San Felipe Benizzi que finalizó al año siguiente. Estos frescos son de carácter muy descriptivo, y renovados en cuanto al lenguaje. 





Se considera probable que viajara a Roma en 1510, lo que le habría permitido conocer los desarrollos pictóricos de Rafael visible en la Adoración de los Magos de 1511 y en el Nacimiento de la Virgen de 1514. Su lenguaje formal desenvuelto, de una serenidad narrativa propia del siglo XV, se enriquece con las matizadas atmósferas y los estilismos propios de Leonardo y Rafael. 

El gran número de dibujos del período siguiente, que dieron la fama al Andrea dibujante, nos lo muestran atento a las enseñanzas de Miguel Ángel, a la singularización de la imagen plástica como en La VIrgen  con niño y San Juan niño de la Galería Borghese, junto a los rebuscados escorzos de la cara del niño y del brazo tenso de San Juan, representados en un dinamismo frenético, acentuado por la fría composición de colores. 

En 1514 empieza a trabajar en los frescos monocromos del claustro del Scalzo de Florencia, que completará, con muchas interrupciones en 1526, una larga experiencia que atraviesa casi toda su vida. 

Si la monocromía transmite un diseño concebido como un bajorrelieve, también la Virgen de las arpías  de la Galería de los Uffizi (1517), que también tiene claras referencias a Fra Bartolomeo, recuerda a una escultura. En un nicho, en cálida penumbra, la virgen aparece como una estatua sobre un pedestal. 





Andrea del Sarto se dedicó asimismo al retrato de forma esporádica. El Retrato de mujer del Museo del Prado de Madrid se identifica como su mujer Lucrezia, y en el llamado Retrato del escultor en la National Gallery de Londres, hay quienes reconocen a su amigo Jacopo Sansovino o también Baccio Bandinelli. De esta época es la Disputa de la Trinidad del Palacio Pitti. 

En 1518 viaja a Francia incitado por Francisco I, para quien había realizado en Florencia la Virgen con niño, Santa Isabel y San Juan niño del Louvre y otras obras hoy perdidas. El lienzo con las virtudes teologales, junto a sus habituales niños y la granada en primer plano, típica de la cultura florentina de su época con su construcción piramidal y el plasticismo figurativo, tiene una calidad pictórica yesórica, señal de una crisis en la que sus contemporáneos Rosso Fiorentino y Pontorno se inclinarán hacia deformaciones manieristas, mientras Andrea del Sarto, una vez agotada su vena original, se inclina por la reelaboración de motivos antiguos, confiados con frecuencia a su taller. 

Supuestamente por culpa de su esposa Lucrezia, abandona Francia sin cumplir sus compromisos con Francisco I, retornando a Florencia en 1520. Renueva las tradicionales imágenes de las piedades florentinas en sus composiciones en Viena y en el Palacio Pitti, pintadas para las monjas de San Pedro de Luco, en Muguello, donde se había refugiado en 1523 para huir de la epidemia de peste que azolaba Florencia. Murió el 21 de enero de 1931. 








jueves, 13 de septiembre de 2012

Wassily Kandisky


Wassily Kandinsky (Moscú, diciembre de 1866 - Neully-sur-Seine, diciembre 1944) fue un pintor ruso, precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con él se considera que comienza la abstracción lírica.

Nació en Moscú en 1866. En 1871 su familia se traslada a Odessa. De 1886 a 1889 estudia Leyes en Moscú. En 1896 rechaza un puesto docente en la Universidad de Dorpat para estudiar arte en Munich.

En 1901 funda el grupo Phalanx, cuyo propósito principal es introducir las vanguardias francesas en el provinciano ambiente muniqués, para lo cual abre una escuela en la que da clases. Sus pinturas de los primeros años del siglo XX son paisajes ejecutados con espátula, en un principio sombríos, para luego adquirir una intensidad casi fauve. También pintó temas fantásticos basados en tradiciones rusas o en la Edad Media alemana, este período está marcado por la experimentación técnica, en particular, el uso del temple sobre un papel oscuro, para dar una impresión de superficie transparente, iluminada desde atrás. La consistencia tonal del claroscuro enfatiza el esquema borrando la distinción entre las figuras y el fondo, resultando una composición casi abstracta.




En 1902 expone por primera vez con la Secessión de Berlín y realizaa sus primeras xilografías. En 1903 y 1904 viaja por Italia, Países Bajos, África y visita Rusia. En 1904 expone en el Salón de Otoño de París.

En 1909 es elegido presidente de la nueva Asociación de Artistas de Múnich (NKVM). La primera exposición del grupo tiene lugar en la galería Thannhauser de Múnich ese mismo año. Hacia el final de la década, las pinturas de Kandinsky denotan una gran tendencia a la plenitud por la equivalencia en intensidad de las áreas de color y la superficie reluciente que diluye toda ilusión de profundidad. Las series de cuadros de jinetes en combate comienzan en 1909, y, en ellas, la línea de horizonte se va erradicando gradualmente, al igual que otras referencias espaciales.

El desarrollo de Kandinsky hacia la abstracción encuentra su justificación teórica en Abstracción y empatía de Wilhelm Worringer, que se había publicado en 1908. Worringer argumenta que la jerarquía de valores al uso, basada en las leyes del Renacimiento no es válida para considerar el arte de otras culturas,  muchos artistas crean desde la realidad pero con un impulso abstracto, que hace que las últimas tendencias del arte se den en sociedades menos materialistas. 

Kandinsky, al igual que Piet Mondrian estaba interesado en la teosofía que sostiene la creencia de una realidad esencial oculta detrás de las apariencias, proporciona una racionalidad al arte abstracto.




Participó de una exposición en Armony Show de Nueva York(donde vivió hasta que comenzó la guerra),  creada por Duchamp. Durante su estadía en Nueva York trabajó haciendo representaciones abstractas, todas dentro de lo que se cataloga como arte moderno, e inspiradas en la música. 

En cuanto estalló la guerra regresó a Moscú y se dedicó a trabajar en cargos administrativos, todos relacionados con el arte y la cultura. Su gestión ayudó a crear muchos museos en su país. Su apoyo a los programas para la enseñanza de las artes fue muy valioso. Además fue uno de los fundadores, en 1920, del Instituto para la Cultura Artística, aunque a raíz de tensiones políticas, que se dieron con su grupo, un año después abandonó Rusia para dirigirse hacia Alemania.

En Alemania impartió, en 1922, clases teóricas para la Escuela de la Bauhaus. Cuatro años más tarde publicó su libro Punto y línea sobre el plano, donde realiza un análisis exhaustivo de los elementos pictóricos, en realidad se trata de una especie de continuación de su libro De lo espiritual en el arte. Permaneció como profesor en la Bauhaus hasta 1933 cuando Hitler clausuró la institución. Kandinsky decidió instalarse en Francia. En París continuará trabajando hasta que fallezca en Neully-sur-Seine, en 1944.



sábado, 8 de septiembre de 2012

David Alfaro Siqueiros


José de Jesús Alfaro Siqueiros, mejor conocido como David Alfaro Siqueiros (Ciudad de México, 29 de diciembre de 1896 - Cuernavaca, 6 de enero de 1974) fue un pintor y militar mexicano, considerado uno de los tres exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco. 

Se creía que había nacido en Chihuahua, pero recientemente se ha determinado que nació en la Ciudad de México en 1896. Su padre era abogado  y lo llevó a vivir a Irapuanto, Guanajuato, donde realizó sus primeros estudios bajo la vigilancia de sus abuelos, quienes dejaron una honda huella en su formación. Al morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos se mudaron a la Ciudad de México, donde fueron internados en las escuelas maristas. Tiempo después, en 1911, ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches asistía a la Academia de San Carlos. En 1911, a los 15 años de edad, Siqueiros se vio involucrado en una huelga estudiantil en la Academia de San Carlos de Bellas Artes que protestaban contra el método de enseñanza de la escuela pidiendo la renuncia de su director. 

A los 18 años de edad, Siqueiros y varios de sus colegas de la Escuela de Bellas Artes se unieron al Ejército Constitucional de Carranza luchando contra el gobierno de Huerta. Cuando Huerta cayó en 1914, Siqueiros se afianzó en la lucha posrevolucionaria, pues el Ejército Constitucionalista tuvo que combatir las facciones políticas de Pancho Villa y Emiliano Zapata. Sus viajes militares por todo el país le expusieron a la cultura mexicana  y las crudas luchas diarias de los trabajadores y los campesinos pobres. Regresó a México antes de viajar, en 1919 a Europa. En París absorbió la influencia del cubismo, intrigado con Cézanne y el uso de grandes bloques de color intenso. Allí conoció a Diego Rivera, otro de los tres grandes pintores mexicanos, y viajó con él por toda Italia, estudiando a los grandes pintores al fresco del Renacimiento.

David Alfaro SIqueiros estaba convencido de que ambas carreras (la artística y la militar) estaban inexorablemente unidas. En 1921 publicó en Barcelona la revista Vida Americana, donde presentó un manifiesto titulado Tres llamadas a los artistas plásticos de América, en el que escribe sobre las propuestas artísticas que tenía pensadas y que creía conveniente para América. 





En 1922 regresó a Ciudad de México para trabajar como muralista para el gobierno revolucionario de Álvaro Obregón. El entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través del arte público y contrató a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura mexicana moderna. Siqueiros, Rivera y José Clemente Orozco trabajaron junto con Vasconcelos, quien apoyo el movimiento muralista, encargándoles murrales para edificios destacados en Ciudad de México. En 1923 Siqueiros ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a través del periódico sindical, El Machete.

Poco después Siqueiros pintó su famoso mural Entierro de un trabajador (1923) en el hueco de la escalera del Colegio Chico. Conforme el sindicato se fue haciendo más crítico con el gobierno revolucionario, que no había instituido las reformas prometidas, sus miembros se enfrentaron a nuevas amenazas de ver cortados los fondos que financiaban su arte y el periódico. Se produjo una disputa interna en el sindicato sobre si dejar de publicar El Machete o perder el apoyo financieroa los murales. Finalmente Diego RIvera abandonó en protesta por la decisión de mantener la política por encima de las oportunidades artísticas. 

A principios de los años treinta, incluyendo el tiempo que pasó en la cárcel mexicana de Lecumberri, produjo una serie de litografías de temas políticos, muchos de los cuales se expusieron en los Estados Unidos. Su litografía Cabezas se mostró en la exposición de 1930 Artistas mexicanos y artistas de la escuela mexicana, en Nueva York. En 1932 celebró una exposición y conferencia titulada Rectificación sobre el muralismo mexicano, en la galería del casino español de Taxco, México. 

Poco después viajó a Nueva York donde participó en la exposición de la galería Weyhe. Con un grupo de estudiantes también completó un mural, conocido a veces como América Tropical, en 1932, en la Sala Italiana de Oliver Street en Los Ángeles. 

Al año siguiente, en la Argentina, realizó un mural, Ejercicio Plástico,  en el sótano de Natalio Botana, directorio del diario Crítica, en el cual Siqueiros fue columnista durante más de un año. El mural ha sido restaurado y se encuentra en lo que fue la Aduana de Taylor, hoy en día Museo del Bicentenario. 




De regreso en Nueva York en 1936, fue invitado de honor en la exposición de Arte Contemporáneo en la St. Regis Gallery. Allí también llevó un taller de arte político en preparación a la huelga general de 1936 y por la Paz en el desfile de May Day. Siguió produciendo varias obras a lo largo del final de los años treinta, como El eco de un grito (1937) y El suspiro (o El sollozo, 1938, ambos actualmente en el MoMA de Nueva York. 

Debido al atentado contra León Trosky (recordemos que Siqueiros intentó asesinarlo, el 24 de mayo de 1940), se exilió en Chile durante el año 1941. En Chillán pintó Muerte al invasor. En 1944 emigró a Cuba donde pintó Alegoría de la igualdad racial en Cuba

En 1946 regresó a México y pintó en la Secretaría de Educación Pública su mural Patricios y Patricidas, y más tarde realizó en el Palacio de Bellas Artes el tríptico Nueva Democracia. En 1947 realizó el famoso lienzo titulado Nuestra imagen actual.

En 1952 iniciaría el proyecto de los murales en la Universidad Nacional Autónoma de México. De los 3 murales solo finalizaría uno El pueblo de la Universidad y la Universidad del Pueblo, el cual fue inaugurado en 1956 en ciudad Universitaria, dentro de los muros de la rectoría, junto a otras dos obras del mismo artista: Las fechas de la historia de México y Nuevo emblema Universitario. Es considerado como uno de los íconos del Mosaico Mexicano




En 1960 terminó el mural en el Castillo de Chapultepec titulado Del Porfidismo a la Revolución. El 9 de agosto fue aprehendido y acusado de disolución social, ya que era el presidente del Comité de Presos Políticos y de la Defensa de Libertades Democráticas. Fue encarcelado durante cuatro años en la cárcel de Lecumberri. Durante aquella estancia Siqueiros realizó varios bocetos para el proyecto de la decoración del hotel Casino de la Selva. En 1968 termina el mural La historia del teatro en la Asociación Nacional de Actores. 

El 13 de julio de 1964 Siqueiros salió de prisión y reunió un grupo de artistas nacionales e internacionales para realizar el mural que decoraría la Sala de Convenciones del hotel Casino de la Selva. Entre sus discípulos se encontraban Mario Orozco Rivera, Guillermo Ceniceros, Enrique Estrada y Jorge Flores, aunque debido a sus dimensiones dicho proyecto fue trasladado a la ciudad de México para poder ser admirado por el mayor número de personas posibles. Realizó viajes a Europa y a Estados Unidos. Finalmente el Polyforum Cultural Siqueiros y su mural La marcha de la humanidad fueron inaugurados el 15 de diciembre de 1971. 

David Alfaro Siqueiros  falleció en Cuernavacael 6 de enero de 1974. Su cuerpo fue inhumado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Días antes de su muerte donó su casa en Polanco al pueblo de México que, desde 1969, la había dedicado a Salas de Arte Públicoy al Museo de Composición de Pintura Mural. Su obra se enmarca en el grupo de pintores y muralistas mexicanos junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco. Estos muralistas expresionistas  mexicanos anticiparon las tendencias neorrepresentativas o neoicónicas que se dieron hacia 1960. Sus frescos, en exteriores, se dedicaron a temas revolucionarios y sociales. 















miércoles, 29 de agosto de 2012

El paisaje marino en Claude Monet


 Ningún pintor del grupo fue tan puramente impresionista como Claude Monet. En su obra el factor dominante es un claro esfuerzo por incorporar el nuevo modo de visión, sobre todo el carácter de la luz, mientras que la composición de grandes masas y superficies sirve únicamente para establecer cierta coherencia. 

De todos los impresionistas, Monet fue el que con más énfasis practicó el plenairismo (o pintura al aire libre)Aunque existen gran cantidad de pintores paisajistas previos a Monet, se nota en ellos que la factura de su obra ha sido realizada principalmente dentro del talleres tras un breve esbozo. Hasta la segunda mitad del siglo XIX las pinturas era realizadas artesalmente y envasadas en frascos, etc. La invención de los pomos permitió a los pintores llevar sus óleos y témperas al aire libre, bajo el sol, sin que estos elementos se secaran u oxidaran. 

La relación entre Monet y el mar comenzó muy pronto, ya que el joven artista se estableció, junto a su familia, en el puerto normando de Le Havre, a mediados de la década de 1850. En principio Monet no se sentía demasiado atraído por la pintura al aire libre, y se dedicaba a dibujar caricaturas de vecinos y conocidos. El talento del joven llamó la atención de un pintor que se había establecido en Le Havre años antes, Eugène Boudin, todavía considerado uno de los grandes pintores de marinas del siglo XIX. 

Se podría decir que la auténtica carrera pictórica de Monet cominza en 1862, cuando el pintor contaba con tan solo 22 años de edad. Habiendo enfermado en Argelia durante el servicio militar, fue enviado a Le Havre para recuperarse. De regreso en la costa normandía el joven Monet conoció, al que iba a ser según sus propias palabras, su verdadero maestro, el pintor holandés Johan Barhold Jongkind.

Alcohólico e impulsivo Jongkind impresionó al joven Monet con los efectos de la luz y la atmósfera en sus marinas. La influencia del pintor holandés es claramente visible en obras como Pointe de la Hève en Sainte Adresse (1864), con su marcada horizontalidad y su representación cuidada del cielo y la atmósfera. Esta pintura será admitida en el Salón en 1865.

Las obras de Monet en Sainte Adresse en la segunda mitad de 1860 representan un cambio momentáneo en la representación del mar por Claude Monet. Frente a la representación salvaje del mar de años anteriores, aquí presenta el mar como un instrumento de ocio para la burguesía, en un estilo que entronca con la pintura de salón que el artista había venido desarrollando en años anteriores, culminados con el colosal Desayuno sobre la hierba, presentado en el Salón en 1866.





Fue Durand-Ruel, el gran mecenas del impresionismo, quien apoyó económicamente a Monet para viajar, junto a Boudin y Pissarro a Londres en 1870, en un viaje que tendría su continuación en la estancia en Holanda al año siguiente. El paisaje inglés no impresionó sobremanera a Monet, que realizó muy pocas vistas del mismo, a excepción de las casas del Parlamento frente al Támesis, tema que repetiría, con mayor entusiasmo, en visitas posteriores. Lo decisivo de la estancia de Monet en Londres fue su visita a los Museos, donde conoció la obra de los grandes paisajistas como Constable, pero sobre todo, Turner. Las marinas de Turner, con sus efectos de luz y atmósfera, marcaron la producción artística de Monet en los años siguientes. 

Holanda fue para Monet amor a primera vista "Todo es más hermoso de lo que nos habían contado"....Monet se sintió inmediatamente fascinado por Holanda, en especial el puevlo de Zaandam, con sus barcas y molinos. La influencia holandesa no se limita solo a los lienzos que pintó en los Países Bajos, sino que es claramente visible en muchas de las marinas posteriores creadas en la costa de Normandía. 

Entre 1881 y 1883 Monet realizó una serie de viajes por distintos pueblos de la costa normanda, como Dieppe, Trouville o Pourville, donde encontró paisajes suficientes como para satisfacer su apetito creativo. Al contrario que en otras marinas anteriores, Monet parece centrarse en el propio océano, aprovechando el dramatismo de la escarpada costa normanda y sus espectaculares acantilados. 

Casi todas las pinturas de paisajes marinos están inevitablemente dotados de una marcada horizontalidad. Muchas obras de Monet de este período resultan impactantes por su intención de dejar de lado esta imposición, y, aprovechando los espectaculares acantilados de la costa normanda, crear una composición asimétrica y de gran verticalidad, como podemos apreciar en El acantilado de Dieppe (1882), Playa de Etretat (1883) y La Manneporte en sus distintas versiones. 

Una de las mayores contribuciones de Claude Monet al arte moderno fue la introducción de la idea de serie, es decir, un mismo tema o modelo representado en distintos momentos, de manera que el objeto representado va perdiendo importancia en aras de otros elementos inmateriales como la luz y el color, y como éstos últimos varían con el paso del tiempo. Este concepto desarrollado por Monet posteriormente en sus Álamos del Epte (1891), y que alcanzó su zenit con La Catedral de Rouen (1894), tiene un importante precedente en las vistas de la cabaña de los aduaneros en Varengeville (1882).




El concepto de serie vuelve a ser explorado por Monet en una de sus composiciones más repetidas y originales de esta etapa: La Manneporte, un espectacular arco de roca situado en un acantilado cercano a Etretat. Al contrario que en obras anteriores, Monet renuncia al entorno y al conjunto, para centrarse de forma exclusiva en el dramático arco de roca y su encuentro con el mar. 

En la segunda mitad de la década de 1880, Monet realizó dos viajes a distintas partes de la costa francesa, muy cercanos en el tiempo, pero muy diferentes en cuanto a paisajes y estancia. En 1886 Monet alquiló una habitación en un pequeño albergue cerca de Belle-Ille, donde quedó inmendiatamente fascinado por el paisaje "hermoso y terrible" de la costa de la Bretaña, más violenta y feroz que la de la Normandía. La violencia del clima y la representación en sombra de los acantilados son un elemento casi constante de los lienzos pintados en Bretaña. 

Dos años después Monet alquiló durante tres meses un pequeño castillo de antibers en la Costa Azul francesa. El paisaje del Mediterráneo enamoró al aryista que trabajó obsesivamente para conseguir los tonos turquesas y rosados de la luz meditterránea. 

No fueron estos los últimos lienzos representando el mar, ya que en la década siguiente Monet realizó de Purville, e incluso algunos paisajes escandinavos durante su breve viaje a Noruega, pero no representaron un punto clave en la carrera de Monet, centrado ya en sus grandes series de almiares, catedrales y nenúfares. E incluso en obras tan importantes como esas, los frutos de los experimentos de Monet en sus paisajes marinos son fácilmente advertibles. 





jueves, 16 de agosto de 2012

Paolo Veronese


Paolo Caliari (también se lo conoce como Paolo Cagliari, Verona 1528 - Venecia 1588), también conocido en España como Veronés, fue un pintor italiano, figura central del manierismo italiano. 


Hijo de un picapedrero, nació en Verona, ciudad de donde tomó su apelativo y donde se formó como pintor. En 1556 se estableció definitivamente en Venecia, donde desarrolló su arte, siendo una de las figuras más destacadas de la escuela veneciana. Desde 1541 fue discípulo y ayudante del también veronés Antonio Badile, con cuya hija, Elena, contrajo matrimonio. 

Entre los años 1510 y 1540, la pintura en Verona se caracterizaba por la solidez, la regularidad en los volúmenes, los fuertes y contrastados colores y el convencionalismo en las figuras. Vernés combinó todas estos elementos del primer Renacimiento local con otros ya manieristas, como fueron la introducción de complejos esquemas compositivos, utilizando a menudo perspectivas en trompel'oeil y figuras en posturas fuertemente contorsionadas, inspiradas en obras de Miguel Ángel. La mezcla resultante se plasmó con gran maestría en La Tentación de San Antonio (1552) para la Catedral de Mantua y en los frescos de los techos del Palacio Ducal de Venecia (1553 - 1554). 

Alrededor de 1555 ó 1556 recibe su primer encargo representativo: la decoración de la sacristía y los techos de la Iglesia de San Sebastián. Allí crea un ciclo de pinturas con perspectiva de abajo hacia arriba.




En 1560 viaja a Roma para estudiar los techos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, cuya influencia se deja notar en las obras posteriores, como los frescos de la Villa Barbaro en Máser, realizados a principio de la década de 1560. Esta colaboración entre Veronés y Palladio influyó en las arquitecturas que se representan en sus cuadros posteriores.

A principios de los años 1570, la familia Cuccina le encargó una serie de cuadros de gran formato sobre temas bíblicos: La Virgen y la familia Cuccina, Adoración de los Reyes, Las Bodas de Caná y Camino del Calvario, en los que el artista representa un estilo renovado, profundizando en el color e incrementándose en el claroscuro. Todos estos cuadros se encuentran en la Galería de Dresde, sin confundir una versión anterior de Las Bodas de Caná, que se encuentra actualmente en el Louvre. 

Por otro lado, en 1573 fue llevado ante el tribunal de la Inquisición, al entenderse que pintaba los temas religiosos con una excesiva libertad que rozabala irreverencia. Veronés se defendió de aquellas acusaciones, argumentando que añadía personajes, animales y otros elementos por exigencias creativas.

Aprendió de los grandes pintores venecianos, Tintoretto y Tiziano, así como de los pintores de Emilia como Parmigianino. Se lo considera creador, junto con Tiziano, de un gusto suntuoso y colorista, que en Venecia se prolongó hasta el siglo XVIII.



Prefiere los grandes formatos. Su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico, aunque suave colorido. Amigo de Palladio y otros grandes arquitectos de la época, enmarca sus escenas en amplias arquitecturas, rasgo que lo hace precursor del barroco. En sus cuadros aparecen columnas, arcos y escalinatas. Su tratamiento de color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos.

Su temática es religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando así la alegría de vivir y el esplendor de la república de los dogos. Los trajes son suntuosos y el ambiente suntuoso. Puebla sus obras de una multitud de personajes en grandilocuentes arquitecturas. Estos alardes creativos chocaban frontalmente con la fidelidad histórica de los hechos bíblicos, lo que motivó las fricciones del artista y la Iglesia.

En cuanto a su técnica, usa un empaste ligero, lo que permite innumerables transparencias. Le interesa la perfección del dibujo.

Se lo considera uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana, aunque de un manierismo innegable. Su trascendencia en el estilo posterior permiten clasificar su obra de prebarroca, en especial por la elegancia de la forma, su gusto por las atmósferas diáfanas y el sentido decorativo de la composición. Veronés incluyó en pintores posteriores como Rubens, Tiépolo y otros pintores del barroco. Este pintor y Rubens son los grandes maestros del pasado que admiraba el pintor romántico, Eugène Delacroix.