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domingo, 29 de mayo de 2016

Rembrandt Harmoszoon van Rijn: Sus dibujos





Considerado el más grande pintor de todo el arte europeo, Rembrandt fue un pintor y grabador del Siglo de Oro holandés. Artista holandés del barroco, es uno de los más grandes pintores de la historia del arte universal. Fue un intérprete excepcional de la naturaleza humana y un maestro de la técnica, no solo pictórica, sino también del dibujo y del grabado. Su obra produjo un gran impacto en sus contemporáneos, e influyó en el estilo de muchos artistas posteriores. Es probable que no exista ningún pintor que haya igualado a Rembrandt en su utilización de los efectos del claroscuro o el empaste vigoroso

Hay artistas que se pasaron toda su vida trabajando. Rembrandt fue uno de ellos, ya que además de su formidable catálogo de pinturas fue un prolífico grabador y dibujante. De la importancia de esta última nos asombra que, en el catálogo de Otto y Eva Benesch, realizado alrededor de los años 50 del siglo pasado, se contabilizan más de mil quinientos. Rembrandt dibujó intensamente, por lo menos durante cuatenta años de su vida (entre 1627 y 1662). Solo diez dibujos escapan a estos límites cronológicos, aunque se supone también, que muchos se han perdido en el transcurso del tiempo. 

Su producción de dibujos fue tan prolífica como brillante. Unos 1400 dibujos han sobrevivido hasta nuestros días, mientras otro número idéntico se ha perdido. Las razones de dicha pérdida, además del incendio, inundación y la negligencia, pueden adivinarse a partir de los dibujos que quedan. Rembrandt realizaba relativamente pocos estudios preparatorios para sus pinturas. Por lo eneral sus dibujos no estaban relacionados con sus principales obras, y eran, por otra parte, sin firma (existen, obviamente, excepciones a esta regla). Por ello es probable, que los recolectores inexpertos, engañados por la simplicidad de los dibujos e ignorantes de su autoría, los hayan, simplemente y lamentablemente, descartado. 

Dibujar de la vida real (a diferencia que del natural) y luego de memoria eran las dos últimas etapas en el aprendizaje de un pintor en tiempos de Rembrandt. En una época en la que el pintor ocupaba un lugar central, pues hacía a su vez de cineasta y cronista, la máxima categoría era la pintura de cuadros históricos, el decatlón de la pintura, ya que debía reunir las habilidades de todas las demás. 






Dos cosas nos llaman la atención en los dibujos de Rembrandt: la primera, que muchos otros pintores han dibujado bocetos, estudios, posturas como preparación para sus futuros cuadros. En Rembrandt, ese tipo de dibujo es casi anecdótico, la gran mayoría de sus dibujos son una obra en sí mismos, y la segunda: su producción es inmensamente prolífica, contrasta con la casi inexistencia de dibujos de otros pintores contemporáneos suyos. 

Como demuestran los dibujos, estas obras de Rembrandt reflejan, más que aprendizaje, maestría, con un trazo suelto, creativo y en libertad. No están hechas para entrenar la mano, sino para testimoniar el aprendizaje de una mirada. Una perspectiva de la apabullante obra de Rembrandt sugiere que en ella los dibujos están hechos, sobre todo, como ejercicios de la mirada y la capacidad de observación, y también para enriquecer el banco de ideas. 

Sus dibujos nos permiten acercarnos a otro costado del artista, al que intuimos en muchas de sus pinturas, sobre todo a aquellas que tienen que ver con sus mujeres. En sus dibujos, en cambio, uno se encuentra más bien con el hombre, con el ser humano. Son dibujos generalmente espontáneos, frescos, desenfrenados, informales, en los que desfilan sus modelos, sus ayudantes en el taller de pintura, las mujeres de su casa, ancianos, niños, madres, todos ellos en sus quehaceres cotidianos, gozando de la intimidad del pintor, paisajes, animales domésticos, etc.

A Rembrandt le gustaba dibujar con pluma y tinta, técnica que emplea en la gran mayoría de sus dibujos conservados. En aquella época las plumas que empleaban los pintores podían ser de ave, o bien, de junco. Las plumas de ave se escogían de las grandes plumas huecas de las alas exteriores de ocas, , cisnes o cuervos. Para utilizarlas había que prepararlas con cuidado. Primero se las rascaba y se las endurecía sumergiéndolas en ceniza caliente o arena. Lueo, en uno de los extremos se tallaba la punta, quedando lista para su utilización

A lo que se refiere a la pluma de junco se la obtenía de los tallos huecos de la caña o el bambú. Su punta suele ser más roma, por lo que los trazos del dibujo son más amplios que los de la pluma de ave. 






Por lo general Rembrandt utilizaba tinta marrón o aguada (que también puede ser aplicada con pincel). Durante mucho tiempo se ha supuesto que utilizaba un tipo de tinta que se extrae del hollín, denominado bistre. Sin embargo, a prinart cipios de la década de los 80 del siglo pasado, técnicos del Metropolitan Museum of Art, descubrieron que utilizó este tipo de tinte en muy pocas ocasiones, empleando casi siempre tinte de agalla (sustancia que se forma en las hojas del pistachero y del roble) y sales de hierro. 

En otras ocasiones utilizó tinta india o china, que se obtiene del hollín creado por la quema de aceites, resina o madera resinosa, o de la quema del carbón de madera mezclado con goma o resina.

La acuarela blanca opaca también fue utilizada en varias ocasiones por Rembrandt, sea para crear toques de luz en sus dibujos, o de lo contrario, para tapar, suprimir o suavizar líneas hechas anteriormente con tinta. 

Además de ello, Rembrandt también utilizaba tiza roja, negra o el carbón. La tiza negra es un compuesto de esquisto carbonífero y arcilla que aplicó especialmente en figuras y paisajes. Como resultado se obtienen unas tonalidades apagadas, mientras que con el carbón se conseguía un resultado más brillante. 

En los siglos XV y XVI el dibujo a punto de metal gozó de una enorme popularidad , aunque en la época de Rembrandt casi había dejado de utilizarse, aunque era vista como una técnica refinada y elegante, aunque antigua. 

Para finalizar, Rembrandt no solo utilizó estas técnicas por separado. Muchas veces, desafiando las normas convencionales de la época, las utilizó de manera simultánea en un mismo dibujo, llegando, en ocasiones, a complementarlo con óleo, tratando a los dibujos como verdaderas pinturas. 





sábado, 20 de julio de 2013

El Dibujo



Dibujo significa tanto el arte que enseña a dibujar, como delineación, figura o imagen ejecutado en claro y oscuro, que toma nombre del material del que se hace. El dibujo es una forma de expresión gráfica, plasmando imágenes sobre un espacio plano, por lo que forma parte de la pintura. Es una de las modalidades de las artes visuales. Se lo considera como un lenguaje gráfico universal, utilizado por la humanidad para transmitir sus ideas, proyectos, y, en sentido más amplio, su cultura. 

Nos valemos del dibujo para representar objtos reales o ideales que, a veces, no podemos expresar fielmente con palabras. Los primeros dibujos conocidos se remontan a la prehistoria, como los que se encuentran en la Cueva de Altamira, donde nuestros antepasados representaron en los techos y paredes de las grutas lo que consideraban importante transmitir o expresar.

En las primeras civilizaciones perduran escasos testimonios de dibujos, normalmente por la fragilidad de sus soportes, o porque eran un medio de elaborar posteriormente pinturas, recubriéndolos con capas de color. Las culturas de la Antigua China, Mesopotamia, el valle del Indo o del Antiguo Egipto nos han dejado muestras evidentes de ello, ideándose los primeros cánones de proporciones, como sucedió en la Antigua Grecia y en Roma. 

En la Edad Media se utilizó profusamente el dibujo, generalmente coloreado, para representar sobre pergaminos los temas religiosos tratados, a modo de explicación o alegoría de las historias escritas, privando lo simbólico sobre lo realista, incluso en sus proporciones y cánones. También la cultura islámica contribuyó con preciosos dibujos que acompañaban textos de anatomía, astronomía o astrología.

Es en el Renacimiento cuando el dibujo eclosiona alcanzando sublimes cotas. Por primera vez se estudia el método de reflejar lo más fielmente posible, con arreglo a algunas normas matemáticas y geométricas impecables: con Filippo Brunelleschi surge la perspectiva cónica. El dibujo, de la mano de los grandes artistas renacentistas cobra autonomía, adquiriendo valor propio en autorretratos, planos arquitectónicos y variados temas realistas, además de seguir sirviendo como estudio previo imprescindible de otras artes, como la pintura, escultura o arquitectura. 





El dibujo es un lenguaje universal porque, sin mediar palabras, podemos transmitir ideas que todos entienden de modo gráfico. Paul Válery decía que las tres grandes creaciones humanas son el dibujo, la poesía y las matemáticas. De acuerdo con lo que se desea representar, el dibujo se clasifica en: 


  • Dibujo artístico: El dibujo artístico se define como el tipo de dibujo que sirve para representar ideas filosóficas o estéticas, así como sentimientos y emociones. Al dibujar, el artista las representa tal como las percibe emocionalmente de acuerdo a su propia manera de percibir la realidad del entorno. Este tipo de dibujo requiere aptitudes especiales como las personales y naturales.
  • Dibujo técnico: Es el lenguaje gráfico universal técnico por medio del cual se manifiesta una expresión precisa y exacta. Las aptitudes para esta clase de dibujo son adquiridas, por un medio de conocimiento y aprendizaje. 
  • Dibujo geométrico: Es aquel que se representa mediante gráficas planas. El dibujo geométrico constituye un verdadero y novedoso sistema de enseñanza estructurado para garantizar, tanto al alumno de los primeros años de las Escuelas Técnicas, como a los de las Facultades de Arquitectura e Ingeniería un rápido manejo y posterior dominio de la mano sobre el plano. 
  • Dibujo mecánico: el dibujo mecánico se emplea en la representación de piezas o partes de máquinas, maquinarias vehículos como grúas y motos, aviones, helicópteros y máquinas industriales. 
  • Dibujo arquitectónico: Al introducirnos en el dibujo arquitectónico nos ubicamos en la concepción visual que altera el paisaje urbano, los espacios físicos de una obra o infraestructura civil y que es elaborada a escala de reducción para luego ser representada a una escala natural o real, tiene como finalidad ayudar al hombre en su contexto social, cultural e interdisciplinario con su ambiente. El dibujo arquitectónico abarca una gama de representaciones gráficas con las cuales realizamos los planos para la elaboración de los edificios, casas, quintas, etc.

Dibujar y pintar no necesariamente son sinónimos. Por su naturaleza física el dibujo es un subconjunto de las manifestaciones artísticas conocidas como pintura, pero no forma parte de la pintura como técnica de representación. El dibujo es el arte de representar gráficamente objetos sobre una superficie plana, es base de toda creación plástica y es un medio convencional para expresar la forma de un objeto mediante líneas y trazos. En la pintura la estructura de los planos se logra mediante masas coloreadas. 




El dibujo artístico es la representación de un objeto por medio de líneas que limitan sus formas y contornos. Se trata de una abstracción de nuestra mente que permite fijar la apariencia de la forma, puesto que el ojo solo percibe masas coloreadas de diversa intensidad. Los dibujos artísticos suelen ser representaciones de objetos o escenas donde el artista ve, recuerda o imagina. Un ejemplo son los retratos o los dibujos arquitectónicos. El dibujo también puede llegar a un grado de perder cierta aproximación con la realidad (caricaturas), relativamente alejados de la realidad (cómics), hasta llegar a lo surrealista y lo abstracto. El dibujo artístico tiene varios pasos, ellos son: 


  • Apunte: Dibujo rápido que se usa para captar y recordar las características de lo que se va a dibujar después. Es especialmente útil cuando se dibujan exteriores o figuras en movimiento
  • Boceto: Prueba del dibujo en un papel aparte. Sirve para ayudar a decidir el encuadre, la composición y los elementos que se incluyen
  • Encajado: Líneas generales que se trazan en el papel definitivo que sirven como base del dibujo
  • Línea: Dibujo de los contornos. Se dibuja primero lo más general y luego el detalle
  • Valorización: Para conseguir más realismo y volumen, se sombrean las zonas más oscuras. Las zonas de luz se pueden aclarar borrando o usando un lápiz de color blanco o similar. 
  • Color: Un dibujo puede llevar color, especialmente si está destinado a ser una ilustración. El color se puede aplicar con varias técnicas: acuarela, tinta, lápiz de color, ordenador. El color puede ser plano o texturado
  • Correcciones: Los errores se pueden corregir borrando, cubriendo una zona del dibujo con pintura o trozo de papel y dibujando sobre él, o bien escaneando el dibujo y modificándolo con un programa de retoque fotográfico. 
  • Dibujo a mano alzada: está enfocado hacia la parte más esencial e inmediata del dibujo, sin apoyar la mano en ninguna superficie. Un modo de dibujo a mano alzada es el realizado sobre la marcha sin correcciones posteriores por viajeros, exploradores y científicos
  • Proporción: La proporción en el dibujo es muy importante ya que ésta dará al objeto representado la armonía necesaria al relacionar correctamente todos los elementos que lo conforman. Como consejo a la hora de realizar el encuadre del dibujo es colocarlo frente a un espejo para descubrir si nuestra obra está bien proporcionada. Otras formas de evaluarlo son: colocarlo al revés, mirarlo a contraluz por el reverso de la hoja y colocar nuestra hoja un poco más abajo para cambiar nuestra perspectiva al mirarlo.