martes, 4 de diciembre de 2012

Domenico Ghirlandaio



Domenico Bigordi o Domenico Curradi, más conocido como Ghirlandaio (Florencia, 1449 - 11 de enero de 1494) fue un pintor cuatrocentista italiano. Entre sus muchos aprendices estuvo Miguel Ángel.

Trabajó sobre todo en su ciudad natal, encontrándose entre los protagonistas del renacimiento en la época de Lorenzo el Magnífico. Hacia 1480 se convirtió en el retratista oficial de la alta sociedad florentina, gracias a su estilo preciso, amable y veloz. Jefe de un nutrido y eficiente taller, en el que dio sus primeros pasos en el campo de arte un Miguel Ángel de 13 años, es recordado, sobre todo, por los grandes ciclos de frescos, como algunas escenas de la Capilla Sixtina en Roma, la Capilla Sassetti y la Capilla Tornabuoni en su ciudad natal. Formó parte de la llamada tercera generación del renacimiento en Florencia, junto a maestros como Verrocchio, los hermanos Pollaiolo y el joven Sandro Botticelli.

Inicialmente trabajó como aprendiz de un joyero o un orfebre, probablemente su propio padre, aunque finalmente fue el padre quien renunció al proyecto de destinar a su primogénico a continuar la actividad familiar, dándole permiso para que se dedique al aprendizaje de las técnicas artísticas, en especial la pintura y el mosaico, poniéndolo como aprendiz de Alessandro Baldovinetti. 

Según Gunther Passavent fue aprendiz en Florencia de ANdrea del Verrocchio que tenía uno de los talleres más activos de la ciudad, donde se estaba formando la posterior generación de artistas, con aprendices como Sandro Botticelli, Perugio, Lorenzo di Credi, y algunos años después, Leonardo da VInci. Además debieron tener cierta influencia en su estilo el ejemplo de Benozzio Gozzoli, de vivaz gusto narrativo, y de Filippo Lippi, con la predilección por el diseño y los colores mórbidos. 

Su juventud pasó en total anonimato. Entre 1480 hasta 1494 (año de su muerte) fueron extraordinarios y durante ese tiempo se convirtió en el pintor más hábil de su tiempo, produciendo numerosas obras de excelente calidad.





En 1472 se inscribió en la Compañía de San Lucas de los pintores, certificando el final de su aprendizaje.Sus primeros trabajos independientes datan de alrededor de 1471 - 1472. Se trata de las decoraciones de la banda mediana de un nicho semicircular en el que pintó una arquitectura fingida con nichos de mármol divididos por pilastras que se apoyan sobre una cornisa moldeada sobre algunos espejos de mármol fingido. 

El artista pronto gozó de los favores de la familia de los Vespucci, aliada de los Médici, pintando para ellos una Virgen de la Misericordia y una Pietà en su capilla en la Iglesia de Ognissanti de Florencia. En el grupo de personajes protegidos por el manto de la Virgen se encuentra el joven Américo Vespuccio, célebre navegante. De estos años también data El bautismo de Cristo y la Virgen con el niño en el trono entre los santos Sebastián y Juliano, en la iglesia de San Andrés a Brozzi en los alrededores de Florencia. 

Domenico Ghirlandaio produjo frescos para la Capilla de Santa Fina en la toscana, realizando Las exequias de Santa Fina. Se trata de un primer gran encargo que se conserva La capilla celebraba la santa local, quien falleció en 1253, a cuya creación fueron llamados algunos artistas florentinos de renombre como Giuliano da Maiano para la parte arquitectónica, su hermano Benedetto para la escultórica y el propio Ghirlandaiopara la decoración pictórica de los dos lunetones laterales con historias de la santa.

En 1475 el artista se encuentra en Roma trabajando en la Biblioteca Vaticana. En los círculos romanos fue acogido por los banqueros residentes, entre los que sobresalía Giovanni Tornabuoni, jefe de la filial local del Banco Médicis y tesorero de Sixto IV, para quien realizó, en 1477 la las dos Historias de San Juan Bautista y dos Historias de María, para la capilla fúnebre de su mujer Francesca Pitti.

Típico de los monasterios florentinos era el embellecimiento del refectorio con un gran fresco de la Última Cena. Entre 1481 y 1485 trabajó en los frescos de la Sala del Reloj, también conocida como la Sala de los Lirios del Palacio Vecchio. También pintó la Apoteosis de San Zenobio, obra con muchas estructuras arquitectónicas, medallones con héroes de la antigua Roma y otros detalles seculares.  





En el año 1481 a sugerencia de Lorenzo el Magnífico  un grupo de artistas florentinos fue llamado a Roma por el papa Sixto IV para ejecutar los frescos de la grandiosa Capilla Sixtina, sellando la reconciliación del Papa con Florencia y los Médici. Con Ghirlandaio partieron Sandro Botticelli, Cosimo Roselli y Perugino. Cada artista iba acompañado de un amplio número de ayudantes, entre los que se encontraban Luca Signorelli, el Pinturicchio, Filippo Lippi y Piero di Cosimo. 

Ghirlandaio desarrolló un fresco que cuenta con pocos rivales en su temática: se trata de la Vocación de los Apóstoles. También le corresponde la Resurrección, esta última muy dañada y repintada a finales del siglo XVI. Aunque se sabe que creó otras obras en Roma, éstas se consideran desde siglos, perdidos en la historia.

Es entonces cuando el artista regresa a Florencia, y emprende en la Iglesia de la Santa Trinidad y en Santa María Novella las obras que confirmarán su fama. 

Los frescos de la Capilla Sasetti en la Iglesia de la Santa Trinidad fueron un encargo del banquero Francesco Sasetti, el poderoso administrador de la rama de la banca Médicis en Génova, un cargo posteriormente desepeñado por Giovanni Tornabouni, el futuro mecenas del artista. En la capilla, Ghirlandaio pintó, entre otras obras,  seis episodios de la vida de San Francisco, datadas de 1485. Los tres episodios principales son: San Francisco recibiendo del papa Honorio III la aprobación de la regla de su orden, La muerte y exequias de San Francisco y La resurrección por intercesión del santo de un niño de la familia Spini. En el primer retablo hay un retrato de Lorenzo de Médicis y en el tercero un autorretrato del pintor, el cual introdujo también en una de las obras de Santa María Novella y en la Adoración de los Magos en el Hospital de los Inocentes. El retablo de la Capilla Sasetti, La Adoración de los Pastores, se encuentra ahora expuesta en la Galería de la Academia de Florencia. 

Inmediatamente después de haber terminado esta obra se le solicitó que renovara los frescos del coro de Santa María Novella, el cual era parte de la capilla de la familia Ricci, aunque, las familias Tornabuoni y Tornaquinci, ahora mucho más ricas que ésta, se hicieron cargo de los costos de la restauración con algunas condiciones. Los frescos de la Capilla Tornabuoni por Ghiraldaio y varios ayudantes, están dispuestas en cuatro ciclos a lo largo de tres paredes, siendo los temas principales la vida de la Virgen y de San Juan el Bautista. Estas obras son especialmente interesantes por los numerosos retratos, los cuales cuentan con un valor histórico intrínseco debido al conocimiento iconográfico de los personajes, además de su valor técnico por la especial capacitación de Ghirlandaio para el retrato.





La capilla Ricci fue reabierta y completada en 1490, la tabla del altar, ahora retirada de la capilla, fue probablemente pintada por Ghirlandaio con la ayuda de sus hermanos David y Benedicto, pintores también, aunque menos famosos. De 1491 es el fresco dedicado a la Natividad de María en Santa María Novella.

Otros trabajos notables son un retablo ejecutado al temple con la Virgen adorada por los santos Zenobio, Justo y otros, considerada una notable obra maestra actualmente en la Galería de los Uffici, Cristo en la Gloria con Romualdo y otros santos de la abadía  de Volterra, la Adoración de los Magos (1488) en la Iglesia de los Inocentes y finalmente la Visitación conservada en el Museo del Louvre, probablemente su última obra de 1491.

Domenico Ghirlandaio murió de fiebre pestilente el 11 de enero de 1494 fue sepultado en Santa María Novella. A lo largo de la vida se casó tres veces y dejó seis hijos, todos ellos varones. Uno de ellos, Ridolfo, continuó con el taller paterno y se convirtió en un destacado pintor. Tuvo una larga y honorable descendencia que llegó hasta el siglo XVII, cuando el último miembro abrazó la vida monástica. 

El valor artístico de Ghirlandaio puede considerarse superior a todos sus precursores y contemporáneos, conformando junto a Giotto, Masaccio, Filippo Lippi y Botticelli el elenco de los más grandes pintores italianos del Renacimiento. Su esquema compositivo es grandioso y decorativo, como corresponde con la experimentación clásica y contenida del siglo XV. Su claroscuro en el sentido de sombreado realista y reflejo de las tres dimensiones estaba razonablemente avanzada, como lo era su técnica de la perspectiva que dibujaba en una escala, a ojo y sin el uso de sofisticadas matemáticas. Sus frescos eran ejecutados completamente en buon fresco (sin añadido alguno de teple). Utilizó exclusivamente estas dos técnicas y nunca la pintura al óleo.

Muchos de sus dibujos y estudios son de notable valor gráfico y pueden contemplarse en la Galería de los Uffici. Uno de los grandes méritos de Ghirlandaio es el de haber iniciado en el arte a Miguel Ángel, el cual, sin embargo, no permaneció mucho tiempo en su taller. Otro de sus alumnos mejor conocidos fue Francesco Granacci.




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