Nota: Esta primera parte estará dedicada a las características básicas de la pintura del romanticismo. En la segunda (y última) parte me ocuparé de la pintura romántica en Europa, y sus artistas más importantes.
La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del siglo XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo, como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos que ganaron cuerpo con la Revolución Francesa.
El término romántico, surgido en Inglaterra en el siglo XVII para referirse a la novela, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición, en contraposición al neoclasicismo. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, distinguiéndose tres períodos:
- 1770 - 1820, también denominado prerromanticismo.
- El apogeo del romanticismo pictórico se da, aproximadamente entre 1815 y 1820 y 1848
- 1850 - 1870 o tradición post romántica
El primer período del romanticismo (1770 - 1820) se desarrolla en paralelo con el neoclasicismo (1760 - 1800), mejor dicho, en oposición a dicha corriente, pues allí donde el neoclasicismo sugiere una belleza ideal (racionalismo,la virtud, la línea, el culto a la Antigüedad clásica y Mediterránea), el romanticismo propone el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada y el culto a la Edad Media y la mitología de la Europa del Norte.
El romanticismo glorifica al individuo. Según Delacroix, el romanticismo era la libre manifestación de sus impresiones personales. El romanticismo defiende la superioridad del sentimiento por sobre la razón, y por ello exalta la sensibilidad, la imaginación y las pasiones.
El individualismo de aquella época logró que, por primera vez los pintores no trabajasen de encargo, sino más bien conforme al dictado de su imaginación, buscando pintar sus ideas y sentimientos personales.
Centró su atención en el paisaje y en la naturaleza, en la figura humana y en la supremancía del orden natural por encima de la voluntad de la Humanidad. El romanticismo tiene su origen en la filosofía del siglo XVIII, pues en autores como Rousseau y Goethe se nota el culto al sentimentalismo, el amor a la naturaleza, y el rechazo de la civilización.
La imaginación de los pintores románticos se sintió atraída por la Edad Media y las leyendas del Norte.
El romanticismo desarrolla la pasión por los temas históricos, especialmente la Edad Media. A los pintores les atraía de esta época su exotismo, así como por ver en ella una época de piedad intensa a la que se deseaba retornar. Las abadías, como la Abadía en el robledal (Gaspar David Friedrich), se convierten en un tema romántico por excelencia.
La mitología nórdica sustituye a los dioses grecorromanos. Además les atrae el exotismo, (Civilizacioes árabes), dando lugar a una corriente pictórica particular: el orientalismo, que recorre todo el siglo XIX. Muchos pintores representaron escenas árabes y edificios islámicos. Los pintores viajaban (aparte de a Italia), a Turquía, Marruecos, Argelia o España. En parte, este orientalismo se debió a las guerras napoleónicas por Oriente, descubriendo paisajes y civilizaciones que, hasta la fecha eran consideradas misteriosas. Uno de los pintores que más se dejó influenciar por ello fue Delacroix.
También se recurre a temas folclóricos, costumbristas y populares. La literatura es una buena fuente de inspiración, utilizándose autores clásicos Dante, Shakespeare, etc) y autores contemporáneos (Byron, Goethe o Walter Scott).
En muchos cuadros del romanticismo se aprecia un interés por la violencia y el drama, la lucha y la locura. Ocuparon un lugar preponderante en muchos cuadros lo misterioso y lo fantástico, expresados en forma dramática. También se representaron la melancolía extrema y la pesadilla, llegando a combinar, en ocasiones, el tema de la muerte con el erotismo.
Asimismo concede gran importancia a lo irracional. Autores como Black, Füssel o Goya, en plena época neoclásica, pintaron cuadros que rendían culto al inconsciente, a la irracionalidad, la locura y el sueño. La locura fue el tema que ocupó especialmente a Géricault, quien, al final de su vida realizó toda una serie de locos, como, por ejemplo, El cleptómano.
En un primer momento el Romanticismo es un movimiento cultural vinculado con la Restauración. En un segundo período el romanticismo se hace liberal y revolucionario. Ejemplo de ello es La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix.
La pintura romántica apela al subjetivismo y originalidad. Se inspira en escenas violentas como La Carga de los Mamelucos de Goya, entre otros. En cuanto la expresión utiliza frecuentemente grandes contrastes de luz y sombra (también denominado claroscuro). El colorido, una de las características del romanticismo, prevalece sobre el dibujo, el cual tiene un papel secundario. A veces, el terminado del cuadro se parece a un esbozo.
En cierto sentido, al hablar de romanticismo, también se habla del neo barroco por el movimiento, el empuje, los contrastes y los colores de estos cuadros. Son, en general, pintores barrocos los que influyen en los pintores románticos: la huella de Caravaggio es evidente en Géricault, mientras que Rubens influye en Gros y en Delacroix.
Los temas que preferían los románticos se evidencia en los géneros que cultivan. La naturaleza, presente en los paisajes, se convirtió en un arte mayor, cuando, hasta entonces había servido solo de fondo. Fue en Gran Bretña (Con Turner y Constable a la cabeza), que el paisaje adquirió su verdadera dimensión e importancia. Otros temas preferidos de los artistas románticos fue la pintura costumbrista y la pintura animalista, mostrando preferencia por el león y el caballo.
El tratamiento de las figuras trata de ser lo más realista posible, cuidando de que la ropa de los personajes se corresponda con la época histórica que representan o el lugar (Oriente, por ejemplo). Si el cuadro lo requiere no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas.
En el romanticismo predominó la pintura al óleo sobre el lienzo, los pintores franceses se inclinaron por los lienzos de grandes tamaños, aunque también se usó la acuarela, especialmente en el caso de los pintores ingleses, pues era útil cuando viajaban. El dibujo, por su parte, también tuvo su importancia, debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista.
Muchos dibujos y pinturas alcanzaron una gran difusión gracias a medios de reproducción como la litografía, la aparición de prensas metálicas y el renacimiento del grabado de madera. En el aguafuerte se destacó la figura de Goya. Gracias a estos medios, a través de periódicos y revistas, se popularizaron numerosas imágenes, al alcance de todo el público.
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