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martes, 27 de marzo de 2012

Tiziano Vecello

TIZIANO VECELLO





Tiziano Vecello, conocido tradicionalmente en español como Tiziano (Pieve di Cadone, Belluo 1477 - Venecia, 27 de agosto de 1576), fue un pintor italiano del Renacimiento, uno de los mayores exponentes de la escuela veneciana.

Reconocido por sus contemporáneos como el sol entre las estellas, Tiziano es uno de los más versátiles pintores italianos igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes, escenas mitológicas o cuadros de temas religiosos. Su obra atravesó muchas y diferentes etapas, en las que el estilo cambió tan drásticamente que algunos críticos tienen problemas para creer que los cuadros de su primera etapa y los de las posteriores hayan salido de la misma mano. 

Si el lugar de nacimiento de Tiziano se conoce, la fecha es una incógnita. Existen tes hipótesis basadas en los documentos de la época. Según su partida de defunción, que se guarda en la iglesia veneciana de San Canciano, el artista murió a la edad de ciento tres años, por lo que el nacimiento es fechado en 1473. Por otro lado, en la correspondencia de Tiziano a Felipe II en 1571 el pintor se presenta como este servidor suyo de noventa y cinco años de edad, deduciendo, por lo tanto que debió nacer en 1476. Sus contemporáneos, sin embargo, estiman que la fecha estaría comprendida entre 1488 y 1490. Ante estos criterios, la crítica y los estudiosos de arte están divididos. Lo cierto es que el Centro de Estudios Tiziano y otros autores determinan que su nacimiento debió producirse entre 1480 y 1485.

Tiziano procedía de una familia de elevado nivel social en Cadone: era el cuarto hijo de Gregorio Vecelli, un distinguido consejal y militar. No existían antecedentes familiares en el campo artístico. Sin embargo, a los 10 años, Tiziano y su hermano mayor Francesco acudieron a Venecia para ingresar como aprendices en el taller de Sebastian Zuccato, un famoso mosaiquista. Debido a su talento, en el transcurso de tres o cuatro años entró en el estudio del venerable pintor Giovanni Bellini, el artista más reconocido de la ciudad. 


El fresco sobre Hércules en el palacio Moresini se considera como una de sus primeras creaciones. Otras obras tempranas son la Virgen con el niño y la Visitación de María a Isabel, expuesta actualmente en la Galería de la Academia de Venecia. La primera obra conocida de Tiziano el pequeño Ecco Homo fue, durante mucho tiempo atribuido a Giorgione. 







Cuando, en 1510, la epidemia de la peste se extendió por Venecia y acabó con la vida de su compañero Giorgione, Tizianomarchó a Padua, donde demostró su talento para  la técnica del fresco en sus trabajos en 1511, tanto en la iglesia de los carmelitas como en la Escuela de San Antonio de Padua, con trabajos tales como El milagro del recién nacido, El milagro del marido celoso y El milagro del hijo irrascible. 


En 1512, Tiziano volvió de Padua a Venecia, donde comenzó a establecer una red de conexiones que lo llevaría a la cúspide del grupo veneciano de artistas. Pronto obtuvo trabajo de la Fondaco dei Tedeschi, consiguió de esta la Sansería, un privilegio muy codiciado por los artistas emergentes, y llegó a ser superintendente de las obras gubernamentales, cargo de pintor oficial de la República de Venecia, que le reportaría suficiente renumeración y otros privilegios añadidos. 


Durante su dilatada carrera se convirtió en el más influyente de los pintores de la escuela veneciana y en el más laureado de la República Serenísima de toda la historia. La muerte, en 1510, de Giorgione, y en 1516 de Bellini, los traslados de Sebastiano de Piombo a Roma y de Lorenzo Lotto a Bérgamo, dejaron a Tiziano sin rivales en la ciudad.


Durante los años 1516 - 1530 el artista se liberó de los cánones herméticos aprendidos durante su juventud, y abarcó un mayor número de temas. Sin embargo, sus retratos fueron claves para introducirlo en las cortes más prestigiosas y conocer a los hombres más prestigiosos de su tiempo. Algunos de ellos, como los señores de Mantua, Ferrara o Urbino, pequeños estados italianos amenazados por la expansión de las potencias internacionales, encontraron en los retratos de Tiziano una ocasión para demostrar una imagen de poder y de gloria que quizás no se corresponde con la realidad.


Tiziano estaba en la cumbre de su fama: hacia 1521, tras la realización de un San Sebastián para la Nunciatura papal de Breschia, los encargos se acumulaban en su taller. 


El artista continuó simultáneamente con su serie de pequeñas Madonnas, que insertaba en escenas paisajísticas a la manera de la pintura de género poético- pastoral, muy de moda en aquel entonces. La VIrgen con el Niño, San Juanito y Santa Catalina son los prototipos de esta clase de lienzos. También habrá que destacar los retratos de medio cuerpo y bustos femeninos como Flora o La mujer mirándose al espejo.








Entre 1530 y 1550, Tiziano se dedicó a cultivar un estilo cada vez más dramático. En este momento pintó La batalla de Cadone, una escena histórica, la más característica de las obras ticianescas perdidas o mutiladas. La Batalla de Cadone se destruyó en 1577, en el incendio del Palacio Ducal, junto con la mayoría de las pinturas antiguas que lo decoraban. 


La pintura más significativa de esta época es la Presentación de María en el Templo, uno de sus lienzos más populares, o Ecco Homo de singular patetismo y heroismo. Menos éxito tuvieron los frescos de la cúpula de Santa María della Salute: Muerte de Abel, Sacrificio de Abraham y David y Goliath. Estas tres escenas violentas del Antiguo Testamento, se consideraron poco apropiados en su momento, fueron sin embargo muy admirados e imitados con posterioridad. 


Las buenas relaciones que mantuvo con la corte de Mantua le van a proporcionar contactos que le supondrían su consagración como retratista. En 1530 pudo pintar a Carlos I de España. El emperador le pagó solo un ducado por el retrato al que añadió 150 más de su bolsa el duque Federico II Gonzaga. La maestría de Tiziano para el retrato le otorgó una amplia fama durante toda su vida. Pintófielmente a príncipes, duques, cardenales, monjes, artistas y escritores. El reflejo de la psicología de los retratados, la claridad de los rasgos y la instantaneidad de las figuras lo elevan a la altura de los mejores retratistas de la historia como Rembrandt y Vélazquez.


También realizó para Guidovaldo della Rovere, hijo del duque, la famosa Venus de Urbino, en 1538. El tema de la diosa Venus es recurrente en el maestro y tras realizar esta obra, debido a su viaje a Roma, aumentó su interés por la diosa romana, Venus y Adonis, Venus recreándose en la música y Venus del espejo.













Durante sus últimos veinticinco años el artista quedó cada vez más absorbido por su faceta de retratista y se volvió más autocrítico, con un insaciable perfeccionismo que le impidió terminar muchas obras.


Algunas de ellas quedaron en su estudio durante al menos diez años, durante los cuales no se cansaba de retocarlos, añadiéndoles constantemente nuevas expresiones más refinadas, concisas o sutiles. Nunca alcanzó cotas más altas en emoción y tragedia como en La coronación de espinas, o del heroísmo y la soberbia en El Dux Grimani adorando a la Fe o la Trinidad.  Por otro lado sus pinturas más conmovedoras se realizaron en esta época: la Danae de Nápoles y de Madrid, la Antíope del Louvre, el Rapto de Europa, entre otros. 


En 1556 Giorgio Vasari  visitó al maestro en Venecia para llevarle el nombramiento honorífico  de miembro de honor de la Academia de Artistas de Florencia. Continuó aceptando encargos hasta el final de sus días y a fin de asegurar la continuidad del taller tras su muerte encomendó a Cornelis Cot la difusión de varias de sus composiciones en grabados. Cot grabaría un total de quince obras, como La Magdalena penitenteTarquino y Lucrecia y La Gloria.


Tiziano rondaba los noventa años cuando la peste negra asoló Venecia. Murió a consecuencia de la epidemia (y por el mismo motivo que su compañero Giorgione), el 27 de agosto de 1576. El senado veneciano derogó una severa medida que obligaba a incinerar los cadáveres de las víctimas que morían de esta enfermedad, y permitió que sus restos recibieran sepultura en la iglesia de los Frari. El Senado veneciano pagó los funerales que se celebraron en su memoria tanto allí como también en la Basílica de San Marcos. 
























jueves, 22 de marzo de 2012

Rijksmuseum Amsterdam

RIJKSMUSEUM AMSTERDAM




Situado frente a la Museumplein (plaza de los museos), el imponente Rijksmuseum, Museo Nacional de Arte e Historia de los Países Bajos, es uno de los museos más importantes del mundo y un símbolo de identidad para los holandeses, ya que reúne la colección más significativa de los Países Bajos, especialmente del siglo XVII, el llamado Siglo de Oro holandés. Obras de artistas como Rembrandt, Vermeer o Hals entre otros, permiten descubrir como era la vida en aquellos tiempos: Mobiliario, vestimenta, joyas, vivienda y comida descriptos al detalle en las valiosas telas que guarda el museo.

El RIjksmuseum no es tan antiguo como podría esperarse para un museo de estas magnitudes, pero hasta llegar a ser lo que es hoy debió sufrir numerosos traslados debido a los vaivenes de la historia política del país.

Sus orígenes se remontan al año 1798, cuando se comenzó a gestar en La Haya la idea de un museo que reuniera obras de arte de la realeza que habían sobrevivido a la ocupación francesa (en 1795 Holanda se había convertido en un estado francés, y tras la reciente inauguración del Louvre, gran cantidad de obras fueron trasladadas a París).

En 31 de mayo de 1800 el Museo Nacional de Arte abrió sus puertas en la residencia Huis ten Bosh de La Haya, donde permaneció poco tiempo para ser trasladada al Buitenhof en la misma ciudad. Cuando, en 1906, Luis Bonaparte es nombrado rey del flamante Reino de Holanda por su hermano Napoleón, la capital del reino se trasladó a Amsterdam y el rey estableció su sede en el actual Palacio Real. La colección del Museo de Arte pasó a ocupar una de sus salas, convirtiéndose en Museo Real.




La Ronda de Noche, Rembrandt


A las obras traídas desde La Haya se sumaron otras pertenecientes al patrimonio de la ciudad, además de numerosas adquisiciones adicionales. El carácter público y de acceso gratuito contribuyó a popularizar el museo y se ve la necesidad de un lugar más amplio.

La abdicación de Luis Bonaparte en 1812 significó un  período de estancamiento para el museo.En 1813 finaliza el dominio francés, y la llegada de Guillermo I al gobierno, quien decide trasladar el museo a la Trippenhuis en el año 1817.

Las tareas de reorganización de las colecciones se vieron afectadas en los años siguientes, sumidos en crisis económicas que dañaron seriamente la vida cultural del país. Recién hacia 1870, tras reiteradas protestas de los grupos preocupados por el arte se comenzó a considerar la idea de un nuevo edificio que albergara las colecciones, mal organizadas y faltas de espacio en la Trippenhuis. Por un decreto real de 1875 y tras un concurso en el que resultó ganador el diseño del arquitecto P. J. H. Cuypers (que también diseñó el edificio de la Estación Central), se decidió la construcción del nuevo museo.


El museo es de estilo neogótico con fachada de ladrillos rojos y elaborada decoración de azulejos de colores. Fue inaugurado en 1885.


Durante el siglo XX fueron necesarias algunas modificaciones y se agregó una nueva ala, la Ala Philis. Reformas sucesivas llegaron a transformar sustancialmente la estructura inicial de los planos de Cuypers, ante el aumento considerable de las colecciones y la necesidad de mayor cantidad de salas. En 2003, los arquitectos españoles Cruz y Ortíz encararon trabajos de reformas, los mayores desde la inauguración del Rijksmuseum en 1885, que, aunque en un principio  se iban a terminar en 2008, finalmente recién estarán finalizadas en 2013. 




La carta de amor, Vermeer

Las colecciones reunidas en el Rijksmuseum abarcan períodos comprendidos entre los siglos XV y XX, destacándose especialmente la pintura holandesa del siglo XVII. También reúne esculturas, mobiliario, cerámica de Delft, joyas de diamantes y objetos de plata y cristal de la Edad de Oro. Además de los departamentos dedicados a la pintura, hay un Gabinete de Estampas con alrededor de un millón de dibujos, fotografías y grabados (aguafuertes de Rembrandt en su gran mayoría y también grabados de Durero, Toulouse-Lautrec, Goya, etc), un departamento de Arte Oriental (objetos y pergaminos de la China, India, Java reunidos durante la época colonial holandesa) y un departamento dedicado a la historia de los Países Bajos,  a lo que añadiremos la Biblioteca de la Historia del Arte, la más importante de Holanda.



Entre las obras maestras del Rijksmuseum podemos destacar:



  • Obras de Rembrandt: La ronda nocturna, Sociedad de tejedores, La novia judía, La lección de anatomía del Dr. Deyman, Retrato de Titus con hábito, autorretrato como el apóstol Pablo, etc.
  • Obras de Jan Vermeer: La lechera, Mujer leyendo la carta, La carta de amor
  • Obras de Frans Hals: El retrato de boda, El aleggre bebedor
  • Otras obras destacadas son: El molino de Wijk (Jakob van Ruisdael)Mujer en su baño, La familia alegre (Jan Steen), Bodegón de flores y frutas (Jan van Huysum), Paseo por la Playa (Anton Mauve)

El Rijksmuseum de Amsterdam, que por sus fondos se puede considerar como el Prado holandés, se inaugurará (o reinaugurará, para ser más exactos) en 2013, después de 12 años de obras de remodelación y ampliación, realizadas por los arquitectos sevillanos Antonio Ortíz y Antonio Cruz, con una inversión estatal de 495 millones de euros

Hasta la fecha el Estado holandés ha invertido 495 millones de euros, de los cuales unos 263 millones han sido la partida destinada a las obras de remodelación y ampliación llevadas a cabo por los arquitectos sevillanos, según cifras del propio estudio. 


Paseo por la Playa, Anton Mauve

Obras que, curiosamente, han sido realizadas con calefacción a 20 grados centígrados constantes, como medida de preservación del millón de piezas que alberga esta prestigiosa pinacoteca, aunque solo 8000 obras serán exhibidas.

En 2001 el estudio de Ortíz y Cruz ganó el concurso, y a partir de ese momento empezó una larga marcha de doce años, en la que ha habido algunos parones, debido a que los trabajos han requerido cerca de 80 licencias, y la gran polémica que se desató con los ciclistas de la ciudad, que se opusieron rotundamente al proyecto inicial.

El edificio fue diseñado en 1885 por Pierre Cuypers, como si fueron dos edificios en uno, separados solo por un pasaje central situado en la planta baja, por el que circulaban las bicicletas.

El nuevo RIjksmuseum también va a tener ese pasaje, ya que la protesta tuvo mucho peso, y finalmente el estudio ha tenido que renunciar a la idea original. Los arquitectos no so contrarios al uso de las bicicletas, pero admiten que la solución elegida en el proyecto no entraba en sus planes originales. En el futuro los ciclistas dispondrán de un carril central en ese pasaje (como lo pidieron) y los peatones podrán caminar por los laterales de ese pasillo. 


El Molino de Wijk, Jacob van Ruisdael














viernes, 9 de marzo de 2012

Pintura del Romanticismo (Primera Parte)

PINTURA DEL ROMANTICISMO




Nota: Esta primera parte estará dedicada a las características básicas de la pintura del romanticismo. En la segunda (y última) parte me ocuparé de la pintura romántica en Europa, y sus artistas más importantes.

La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del siglo XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo, como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos que ganaron cuerpo con la Revolución Francesa.

El término romántico, surgido en Inglaterra en el siglo XVII para referirse a la novela, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición, en contraposición al neoclasicismo. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, distinguiéndose tres períodos:

  • 1770 - 1820, también denominado prerromanticismo.
  • El apogeo del romanticismo pictórico se da, aproximadamente entre 1815 y 1820 y 1848
  • 1850 - 1870 o tradición post romántica
El primer período del romanticismo (1770 - 1820) se desarrolla en paralelo con el neoclasicismo (1760 - 1800), mejor dicho, en oposición a dicha corriente, pues allí donde el neoclasicismo sugiere una belleza ideal (racionalismo,la virtud, la línea, el culto a la Antigüedad clásica y Mediterránea), el romanticismo propone el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada y el culto a la Edad Media y la mitología de la Europa del Norte.

El romanticismo glorifica al individuo. Según Delacroix, el romanticismo era la libre manifestación de sus impresiones personales. El romanticismo defiende la superioridad del sentimiento por sobre la razón, y por ello exalta la sensibilidad, la imaginación y las pasiones. 

El individualismo de aquella época logró que, por primera vez los pintores no trabajasen de encargo, sino más bien conforme al dictado de su imaginación, buscando pintar sus ideas y sentimientos personales.

Centró su atención en el paisaje y en la naturaleza, en la figura humana y en la supremancía del orden natural por encima de la voluntad de la Humanidad. El romanticismo tiene su origen en la filosofía del siglo XVIII, pues en autores como Rousseau y Goethe se nota el culto al sentimentalismo, el amor a la naturaleza, y el rechazo de la civilización.




La imaginación de los pintores románticos se sintió atraída por la Edad Media y las leyendas del Norte.

El romanticismo desarrolla la pasión por los temas históricos, especialmente la Edad Media. A los pintores les atraía de esta época su exotismo, así como por ver en ella una época de piedad intensa a la que se deseaba retornar. Las abadías, como la Abadía en el robledal (Gaspar David Friedrich), se convierten en un tema romántico por excelencia. 

La mitología nórdica sustituye a los dioses grecorromanos. Además les atrae el exotismo, (Civilizacioes árabes), dando lugar a una corriente pictórica particular: el orientalismo, que recorre todo el siglo XIX. Muchos pintores representaron escenas árabes  y edificios islámicos. Los pintores viajaban (aparte de a Italia),  a Turquía, Marruecos, Argelia o España. En parte, este orientalismo se debió a las guerras napoleónicas por Oriente, descubriendo paisajes y civilizaciones que, hasta la fecha eran consideradas misteriosas. Uno de los pintores que más se dejó influenciar por ello fue Delacroix.

También se recurre a temas folclóricos, costumbristas y populares. La literatura es una buena fuente de inspiración, utilizándose autores clásicos Dante, Shakespeare, etc) y autores contemporáneos (Byron, Goethe o Walter Scott).

En muchos cuadros del romanticismo se aprecia un interés por la violencia y el drama, la lucha y la locura. Ocuparon un lugar preponderante en muchos cuadros lo misterioso y lo fantástico, expresados en forma dramática. También se representaron la melancolía extrema y la pesadilla, llegando a combinar, en ocasiones, el tema de la muerte con el erotismo.

Asimismo concede gran importancia a lo irracional. Autores como Black, Füssel o Goya, en plena época neoclásica, pintaron cuadros que rendían culto al inconsciente, a la irracionalidad, la locura y el sueño. La locura fue el tema que ocupó especialmente a Géricault, quien, al final de su vida realizó toda una serie de locos, como, por ejemplo, El cleptómano.




En un primer momento el Romanticismo es un movimiento cultural vinculado con la Restauración. En un segundo período el romanticismo se hace liberal y revolucionario. Ejemplo de ello es La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix. 

La pintura romántica apela al subjetivismo y originalidad. Se inspira en escenas violentas como La Carga de los Mamelucos de Goya, entre otros. En cuanto la expresión utiliza frecuentemente grandes contrastes de luz y sombra (también denominado claroscuro). El colorido, una de las características del romanticismo, prevalece sobre el dibujo, el cual tiene un papel secundario. A veces, el terminado del cuadro se parece a un esbozo.

En cierto sentido, al hablar de romanticismo, también se habla del neo barroco por el movimiento, el empuje, los contrastes y los colores de estos cuadros. Son, en general, pintores barrocos los que influyen en los pintores románticos: la huella de Caravaggio es evidente en Géricault, mientras que Rubens influye en Gros y en Delacroix. 

Los temas que preferían los románticos se evidencia en los géneros que cultivan. La naturaleza, presente en los paisajes, se convirtió en un arte mayor, cuando, hasta entonces había servido solo de fondo. Fue en Gran Bretña (Con Turner y Constable a la cabeza), que el paisaje adquirió su verdadera dimensión e importancia. Otros temas preferidos de los artistas románticos fue la pintura costumbrista y la pintura animalista, mostrando preferencia por el león y el caballo.

El tratamiento de las figuras trata de ser lo más realista posible, cuidando de que la ropa de los personajes se corresponda con la época histórica que representan o el lugar (Oriente, por ejemplo). Si el cuadro lo requiere no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas.

En el romanticismo predominó la pintura al óleo sobre el lienzo, los pintores franceses se inclinaron por los lienzos de grandes tamaños, aunque también se usó la acuarela, especialmente en el caso de los pintores ingleses, pues era útil cuando viajaban. El dibujo, por su parte, también tuvo su importancia, debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista. 

Muchos dibujos y pinturas alcanzaron una gran difusión gracias a medios de reproducción como la litografía, la aparición de prensas metálicas y el renacimiento del grabado de madera. En el aguafuerte se destacó la figura de Goya. Gracias a estos medios, a través de periódicos y revistas, se popularizaron numerosas imágenes, al alcance de todo el público.



lunes, 5 de marzo de 2012

Diego Rivera

DIEGO RIVERA








Diego Rivera (Guanajuaco, 8 de diciembre de 1886 - Ciudad de México, 24 de noviembre de 1957) fue un destacado muralista mexicano, famoo por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. Fue creador de diversos murales en distintos puntos del centro de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y en otras ciudades mexicanas como Cuernavaca y Acapulco, y algunas del extranjero como San Francisco, Detroit y Nueva York.


Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera, nació en la ciudad de Guanajuato el 8 de diciembre de 1886. El talento para la pintura fue desarrollándose en él a lo largo de sus años escolares. 

Cuando apenas contaba 10 años de edad, la familia de Diego se trasladó a la ciudad de México. Allí obtuvo una beca del gobierno para ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, en la que permaneció hasta su expulsión en 1902, por haber participado en las revueltas estudiantiles de ese año.

Las influencias que recibió en su estancia en la capital fueron variadas, y van desde la de su primer maestro, discípulo de Ingres, hasta las de José Guadalupe Posada, grabador, en cuyo taller trabajó y cuya influencia sería decisiva en su posterior desarrollo artístico.


Cinco años más tarde realizó su primera exposición, que fue un gran éxito entre el público, lo que le valió una beca del gobierno de Veracruz para proseguir su formación pictórica en España. Desde allí realizó diversos viajes por Francia, Bélgica, Holanda y Gran Bretaña, entre 1908 y 1910, hasta establecerse finalmente en París, en 1911. Durante el viaje fue influenciado por el pos impresionismo, principalmente por el arte de Paul Cézanne, lo que lo movió a experimentar con el cubismo y otros nuevos estilos, en cuyo lenguaje se desenvolvió con soltura, creando originales obras llenas de armonía.En el año 1910 exhibió cuarenta de sus obras en México con los que obtuvo una favorable acogida del público.




Siempre fue su ambición expresar de forma plástica los sucesos, ideas y esperanzas de la Revolución Mexicana. Para hallar un medio adecuado a esta expresión, comenzó a experimentar con la técnica del fresco. Esta técnica consiste en pintar directamente sobre la argamasa (formada por una mezcla de cal y arena) mojada para que el color penetre y al secarse lo fije. Nuevamente en Europa, Diego Rivera expuso en Madrid y en París. En 1920 visitó Italia para estudiar los frescos del Renacimiento que allí se conservan, e investigó la técnica mural  de Giotto, cuya influencia lo hizo apartarse del movimiento cubista, para indagar con mayor profundidad en las escenas sociales de su entorno. Antes de embarcarse Diego Rivera tenía en su cartera centenares de bocetos para ejecutarlos a su regreso.

De las experiencias reunidas en ese viaje dedujo un estilo narrativo, lineal y de color aplicado en tintas planas que utilizó a su regreso a México. En 1921, tras la elección de Álvaro Obregón como presidente. Una vez en su país, fundó junto con José Clemente Orozco y David Alfaro SIqueiros un movimiento pictórico al que se le dio el nombre de escuela mexicana de pintura. Trabajó por entonces en frescos para la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México y la Secretaría de Educación. A ese período pertenece una de sus grandes obras La Tierra fecunda, realizada para la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. En 1929 contrae matrimonio con Frida Khalo.

Diego RIvera se interesó vivamente en la política y en sus composiciones murales, históricas o simbólicas, resuena la voz de la prédica social revolucionaria y de la resistencia a la opresión extranjera. Otro de los grandes murales que pueden apreciarse son los del Palacio de Cortés en Cuernavaca, y los del Palacio Nacional de México, por mencionar solo algunos.

Los murales que Diego Rivera pintó en México lo hicieron tan famoso que no solo se convirtió en el jefe de la escuela pictórica, sino también en líder político. Sus actividades en este último orden lo han hecho centro de no muy pocas polémicas y peripecias, como, por ejemplo, cuando se negó el Hotel del Prado, en la ciudad de México, a exhibir un gran fresco suyo en el que aparecían las palabras Dios no existe, que Diego Rivera, a su vez, se negaba dejar borrar, hasta que cedió al regresar, en 1956 de un viaje a Rusia. Fue miembro del Partido Comunista desde 1923 a 1930 y de 1954 hasta su muerte.




La expansión de su fama lo llevó, durante la década de 1930, a exponer su pintura en Nueva York, y recibió el encargo de realizar grandes murales en el Instituto de Arte de Detroit y en el Rockefeller Center de dicha ciudad, donde su fresco Hombre en la encrucijada recibió numerosas críticas por la semejanza de los rasgos de una de sus figuras con Lenín. El mural fue destruido por el centro y reemplazado por otro de Brangway, aunque Diego Rivera luego lo reprodujo para el Palacio de Bellas Artes de México. En sus numerosos encargos para decorar edificios públicos, utilizó el buon fresco, técnica que se puso de nuevo en boga al igual que el empleo de los antiguo s métodos encáusticos.

Desde finales de la década de 1930 se dedicó a la pintura paisajista y retratos. Desarrolló en sus últimas pinturas un estilo indigenista y social de gran atractivo popular. Su más ambicioso y gigantesco proyecto, un mural épico sobre la historia de México para el Palacio Nacional, quedó inconcluso a su muerte, ocurrida en la ciudad de México, el 25 de septiembre de 1957.

Diego Rivera, en forma simplificada y con vivos colores, rescató bellamente el pasado precolombino, al igual que los monumentos más significativos de la historia mexicana: la tierra, el campesino y el obrero, las costumbres y el carácter popular.

La aportación de su obra al arte mexicano moderno fue decisiva en murales y obras de caballete, fue un pintor revolucionario y buscaba llevar el arte al gran público, a la calle y a los edificios, manejando un lenguaje preciso y directo con un estilo realista, pleno de contenido social.

Paralelamente a su esfuerzo creador, Diego RIvera desplegó actividad docente en su país, y reunió una magnífica colección de arte popular mexicano. 





jueves, 1 de marzo de 2012

Benito Quinquela Martín

BENITO QUINQUELA MARTÍN








Manuel Chinchella, oriundo de Nervi, Italia, era un italiano de costumbres antiguas. Había llegado a la Argentina para mejorar su situación económica. Vivió un tiempo en Olavarría, luego se mudó a La Boca y trabajaba descargando carbón en el puerto.

Una tarde de trabajo se cruzó con Justina, su futura esposa, proveniente de la provincia de Corrientes de la cual se enamoró profundamente. Justina Molina tenía sangre india, venía de Gualeguaychú y era analfabeta, lo cual no le impedía atender la carbonería con perfecta eficiencia, ya que se acordaba mejor que nadie del estado de cuenta de cada uno de los clientes.

Justina no podía quedar embarazada, a pesar de que ambos deseaban un hijo. Tomaron la decisión de adoptar uno, y  el 16 de noviembre de 1897 fueron a la Casa Cuna en busca de un varón que podría ayudar en las tareas de la carbonería. En aquel entonces el pequeño Benito contaba con apenas 7 años de edad. A este pequeño que comenzaba a formar parte de la familia Quinquela lo habían abandonado a mediados del mes de marzo de 1890 en la puerta de otra institución, y como contaba con pocos días de vida lo anotaron como nacido el 1. de marzo de 1890.

En 1904 la familia se muda a la calle Magallanes, una zona donde era popular la militancia y la política parecía ser el camino para construir un futuro mejor. Nacían los sindicatos, los gremios y los centros educativos. 

Benito comenzó a trabajar en el puerto. Su tarea era subir barco por barco con una bolsa vacía, llenarla con carbón y bajarla a los diques. Se destacó por su voluntad de hierro, pese a su contextura física: era flaco, menudo y huesudo. Trabajó día a día durante 12 horas. Lo apodaron El mosquito por el contraste entre el físico y su velocidad al trabajar.




Había empezado a dibujar y a pintar inspirado en las escenas y colores que observaba en el puerto urbano, usaba técnicas intuitivas dado que ignoraba los más elementales conocimientos de dibujo, eran rudimentarios, torpes, utilizando carbón y lienzos de madera como elementos de trabajo que posteriormente eliminaba para evitar las bromas de sus compañeros.

A los 14 años de edad asistía a una escuela nocturna de pintura en la Sociedad Unión de la Boca, un centro cultural vecinal donde se reunían estudiantes y obreros para conversar. En la academia se enseñaba casi de todo: desde música y canto, economía hogareña y otros cursos prácticos, mientras de día trabajaba en la carbonería familiar. Su maestro fue Alfredo Lazzari, pintor, quien le dio sus primeros conocimientos técnicos sobre el arte. Como práctica le daba excursiones a la Isla Maciel los domingos a la tarde para entrenarse con el dibujo de las escenas al natural. Después del trabajo visitaba alguna biblioteca para intentar cubrir la carencia de educación formal. De toda la literatura que leyó la que más le impactó fue El arte del escritor de Auguste Rodin, gracias a la lectura de aquel libro se despertó su vocación. Según Rodin, el arte debe ser sencillo y natural para el artista, conviene más pintar el propio ambiente que quemarse las pestañas persiguiendo motivos ajenos. 

En 1909 se enfermó de tuberculosis. Sus padres lo enviaron a Córdoba para que se curase con el aire serrano. Fueron seis meses de reposo que no solo le sirvieron para curarse, ya que se relacionó con otro pintor Walter de Narvazio, exponente de la pintura romántica. 

De regreso a su hogar, y con la idea firme de convertirse en pintor, montó su propio taller en los altos de la carbonería, donde recibió la visita de Montero y la de Juan de Dios Filiberto, quien además fue modelo vivo. Más tarde además de visitantes se convirtieron en inquilinos del lugar. Esta situación, los óleos sobre el lugar, el constante paso de la gente y las discusiones hasta altas horas de la madrugada dejaron sorprendidos a sus padres, especialmente de su padre, quien no simpatizaba  de ninguna manera con la actividad del joven, ya que éste comenzaba a descuidar su trabajo en el puerto. Y aunque contaba con el apoyo de su madre, llegó el día en que, después de una fuerte discusión entre padre e hijo, éste abandonó la casa paterna para nunca regresar. De allí en adelante su vida fue muy parecida a aquella de un vagabundo.




En 1910 se presenta en una exposición, una muestra de todos los alumnos del taller de Lazzari en la Sociedad Liguar de Socorro Mutuo de La Boca. Quinquela, para quien dicha exposición era su debut en el mundo del arte presentó cinco obras: el óleo Vista de Venecia, dos dibujos realizados con pluma y dos paisajes confeccionados con témpera. 

Se anotó como profesor de dibujo en la escuela Fray Justo Santa María de Oro. En horario vespertino, los obreros adultos concurrían a completar sus estudios secundarios. Quinquela les enseñaba los secretos del dibujo ornamental, con el fin de aplicar el arte a la industria. La idea era acercar el arte a la clase obrero.

En 1921 empezó una serie de viajes por el mundo que se extendieron durante diez años. Con gran éxito en el exterior, dos de sus cuadros fueron comprados por el Museo de Arte Moderno de Madrid, y aunque se le ofreció una condecoración por ser el primer pintor argentino que figuraba en dicho Museo, él se negó por sentirse ante todo el pintor del barrio de La Boca y por no sentirse preparado, ya que se consideraba un artista del barrio carbonero.

A su regreso de Madrid comenzó a preparar su próxima exposición en la Sociedad Amigos del Arte  de Buenos Aires, exposición que fue visitada por el entonces jefe de estado, el Presidente Alvear, gran coleccionista de arte. Su nuevo amigo, el presidente Alvear, le sugirió exhibir sus obras en París, en aquel momento considerada la Meca del arte. En noviembre de 1925 el artista se embarcó en el vapor Massilia.




Le faltaba visitar Estados Unidos. Finalmente, en 1927 se embarcó hacia aquel país. A su llegada conquistó el amor de una mujer sin saber ni una sola palabra de inglés, ayudado por traductores y el lenguaje de la pintura. Georgette Blandi, una escultora viuda, apasionada del arte y poseedora de un gran poder adquisitivo. Fue su madrina artística durante la gira, se ocupó de todo lo necesario para su exposición en Nueva York, en la Anderson Gallery en marzo de 1928.


Quinquela Martín también fue un gran benefactor. Entre sus muchas donaciones a su querido barrio de La Boca podemos citar:



  • El jardín de infantes Nº 61 fue la última donación del pintor 
  • El Museo de Mascarones de Proa, murales para varias instituciones fueron donaciones menores realizadas por el artista. 
  • EL Instituto Odontológico Infantil se inauguró en 1959, brindando asistencia a unos 800 niños diariamente y aun funciona como Hospital Municipal de Odontología don Benito Quinquela Martín.
  • La última obra donada por el artista fue el Teatro de la Ribera. Actualmente es parte del Complejo Teatral Enrique Santos Discépolo.
En 1950 un grupo de vecinos entre los que se encontraba el pintor decidieron recuperar una vía de tren abandonada En 1949, a instancias de Benito Quinquela Martín, el gobierno municipal construyó allí una calle museo con el nombre que le había puesto el tango. Así nació la ahora famosa y turística calle Caminito.

El martes 28 de enero de 1977 falleció en el Instituto del Diagnóstico a causa de una complicación cardíaca. Suis restos fueron velados en su casa estudio de toda la vida y lo enterraron en un ataúd fabricado por él mismo hacia ya algunos años atrás. Sobre la madera dicho ataúd estaba pintada una escena del puerto de La Boca.