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sábado, 29 de diciembre de 2012

Joan Miró

El jardín 

Joan Miró i Ferrà (Barcelona, 20 de abril de 1893 - Palma de Mallorca, 25 de diciembre de 1983), pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos exponentes del surrealismo. En su obra reflejó su interés en el subconciente, en lo infantil y en su país. En un principio mostró grandes influencias fauves, cubistas y expresionistas, pasando a una pintura plana con cierto aire naïf, que queda reflejado en La Masía (1920). A partir de su estancia en París, su obra se vuelve más onírica, coincidiendo con los puntos del surrealismo e incorporándose a ese movimiento. 

Uno de sus grandes proyectos fue la creación, en 1975, de la Fundación Joan Miró, ubicada en Barcelona, para difundir las nuevas tendencias del arte contemporáneo, construyéndose con un gran fondo de obras donadas por el autor. Sus obras también se exponen en la Fundación Pilar i Joan Miró de Palma de Mallorca, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Centro Pompidou de París y el MOMA de Nueva York.

Aunque sus dibujos iniciales datan de 1901, sus primeros estudios en este terreno no llegaron hasta 1907, fecha en la que, a un mismo tiempo, se matriculó en Barcelona en la Escuela de Comercio y en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja, en la que tuvo como maestro al paisajista Modest Ugell y a Joseph Pascó Merisa, que le enseñó artes aplicadas. A los diecisiete años, tras finalizar los estudios de comercio, comenzó a trabajar como contable en una empresa de metalurgia y química, lo que le ocasionó una leve crisis nerviosa y fiebre tifoidea. Abandonadas por la familia las expectativas como contable del futuro pintor, entre 1912 y 1915 se inscribió en la Escola d'Art Galí, academia de enseñanza poco convencional. Al año siguiente se matriculó en los cursos de dibujo del Cercle Artistic de Sant Lluc, que también daba a sus miembros la oportunidad de exponer, a los que asistió hasta 1918.

Su primera exposición individual se realiza en las Galerías Dalmau de Barcelona, entre el 16 de febrero y el 3 de marzo de 1918, con la presentación de setenta y cuatro obras entre paisajes, naturalezas muertas y retratos. Estas primeras pinturas tienen una clara influencia con las tendencias francesas posimpresionistas, fovismo y cubismo, en Ciurana, el pueblo (1917) y Ciurana, la iglesia (1917) se ve la cercanía con los colores de Van Gogh y los paisajes de Cézanne, reforzados con una pincelada oscura. Una de las pinturas que llama más la atención es la llamada Nord-Sud. En este cuadro Miró mezcla los rasgos de Cézanne con la inclusión de rótulos en la pintura, como en las obras cubistas de Juan Gris o Pablo Picasso. En esta misma primavera expuso en el Círculo Artístico de Sant Lluc, junto a los miembros de la Agrupación Coubert. 

El primer viaje a París lo realizó en 1920, y después de pasar el verano en Montroig, regresó para establecerse en París donde conoció al escultor Pablo Gargallo, que tenía un taller que solo utilizaba durante el verano, llegando a un acuerdo mutuo de utilizarlo en los meses de invierno. Las gestiones hechas por el galerista Dalmau le proporcionaron una exposición individual en la Galería La Licorne. A pesar de no realizarse venta alguna la crítica fue favorable. En la comunidad artística que se agrupaba en Montparnasse conoció a André Masson, con quien coincidía en las reuniones de Max Jacob. Otro asiduo de este grupo era Pablo Picasso que le compró el Autorretrato en 1919, y en 1921 la Bailarina española




Entre 1920 y 1921 realizó La Masía, siendo su obra culminante de su período detallista. Trabajó en ella durante nueve meses de larga elaboración, su relación mítica con la tierra se resume en este cuadro. Representa la granja de su familia en Montroig.

Terminada la pintura en París, por necesidad económica, inició un recorrido entre marchantes para poder venderla. Rosenberg, quien se ocupaba de las pinturas de Picasso, accedió a tenerla en depósito, y al cabo de un tiempo ante la insistencia de Miró, le sugirió seriamente dividir la tela en trozos más pequeños para su más fácil venta. Miró enojado regresó al taller con ella. Se hizo cargo de la pintura Jacques Viot, que después de unos tratos, se la vendió al escritor Ernest Hemingway. Actualmente se conserva en la National Gallery de Washington.

Instalado en el taller de Pablo Gargallo en París, estuvo en contacto con artistas provenientes del movimiento Dadá, que fundaron en 1924, con el poeta André Breton al frente, el grupo del surrealismo. 

Realizó una exposición en la Galería Pierre del 12 al 27 de junio de 1925, con la presentación de 16 pinturas y 15 dibujos. Todos los representantes del grupo surrealista firmaron la invitación a la exposición. La inauguración se realizó a media noche, cosa nada frecuente para la época. Los visitantes tenían que entrar a la sala por turnos, ya que se encontraba completamente llena. Las ventas fueron tan buenas como la crítica. 

En 1926, Joan Miró colaboró con Max Ernst en diseños para los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev, en la obra Romeo y Julieta. El 4 de marzo de 1926, se representó por primera vez en Monte Carlo y el 18 de mayo en el Teatro Sarah Berhard en París. 

Una de las pinturas más interesantes de este período es Carnaval de Arlequín (1925), completamente surrealista y que consiguió un gran éxito en la exposición colectiva de la Peinture surréaliste de la Galería Perre, a finales de 1925, expuesta junto a obras de Giorgio di Chirico, Paul Klee, Max Ray, Pablo Picasso y Max Ernst. Esta obra es considerada como el inicio pleno de la etapa surrealista de Joan Miró. 



Nord-Sud


En 1927 realizó por primera vez una ilustración para el libro Gertrudis de J. V. Foix. Se trasladó a otro estudio más grande, donde se rencontró con Max Ernst, Paul Éluad y conoció a Pierre Bonnard, René Magritte y Jean Arp. En 1928 viajó a Bélgica y a los Países Bajos visitando los más importantes museos de ambos países. Los pintores neerlandeses como Vermeer y los maestros del siglo XVIII causaron un gran impacto en el artista, que compró postales coloreadas de estas pinturas, y a su regreso a París se dedicó a la realización de una serie conocida como Interiores holandeses.

Muy similares a los Interiores holandeses fue la serie de Retratos imaginarios, también como punto de partida de unos retratos ya realizados: Retrato de la señora Mills de 1750 de un cuadro con el mismo título de Georges Englheart, Retrato de una dama de 1820 de John Constable, La fornarina de Rafael Sanzio y el origen del último fue un anuncio de un periódico de un motor súper diesel, que consiguió realizar una metamorfosis hasta realizar una figura femenina a la cual tituló La Reina Luisa de Prusia

Entre los años 1928 y 1930, las diferencias dentro del grupo de los surrealistas cada vez se hacen más evidentes, no solo en la plástica, sino también en la política. Miró, cada vez más individualista, se fue distanciando a pesar de aceptar los principios de la estética surrealista, no se sintió obligado a participar frecuentemente de todas las manifestaciones. 

A partir de ese momento comienza a dedicarse a otra alternativa: el collage que le abrirá la puerta a la escultura que comenzará a realizar a partir de 1930. Durante ese año expuso en la Galería Pierre esculturas-objetos, seguidamente la primera exposición individual en Nueva York con pinturas de los años 1926-1929. Realizó sus primeras litografías para el libro L' Arbre des voyageurs de Tristan Tzara. En el verano de 1930 comenzó una serie denominada Construcciones consecuencia de los collages, la composición la realizaba a partir de formas elementales (círculos y cuadrados) recortados en madera y pegados en un soporte de madera con la aplicación de clavos reforzando las líneas del cuadro. Todas estas piezas fueron expuestas en París, donde las vio el bailarín y coreógrafo Leonide Massine, quien en seguida se dio cuenta que era el artista que estaba buscando para realizar la decoración, vestuario y diversos objetos para el ballet Jeux d'enfants (Juegos de niños)Joan MIró aceptó y, a principios de 1932 viajó a Montecarlo. Los decorados fueron realizados a base de volúmenes y diversos objetos dotados de movimientos. La obra se estrenó el 14 de abril de 1932 con gran éxito.

A partir de enero de 1932 pasó a residir en Barcelona, con traslados frecuentes a París. Formó parte de la Asociación Amics de l'Art Nou, junto a Joan Prats. Joaquím Gomis y el arquitecto Josep Lluis Sert, cuyo objetivo era dar a conocer la vanguardia  artística internacional. Realizó numerosas exposiciones en Barcelona, París, Londres, Nueva York y Berlín. 


Donna i ocell


En 1944 empezó a colaborar con su amigo de la adolescencia, Josep Llorens i Artigas en la producción de cerámicas. investigando en la composición de las pastas, tierras, esmaltes y colores, la forma de las cerámicas representó para el artista una fuente de inspiración. En 1947 residió durante ocho meses en Nueva York, donde realizó un mural de 3 x 10 para el restaurante del Cincinnati Terrace Hilton Hotel. También realizó algunas ilustraciones para el libro L'antitête de Tristan Tzara. En Barcelona pasó temporadas en la masía-taller de la familia Artigas en Gallifa, donde se hicieron todo tipo de pruebas, tanto en las cocciones como en los esmaltes, con el resultado de 232 obras que fueron expuestas en junio de 1956 en la Galería Maeght de París y posteriormente en la Galería Matisse de Nueva York. 

En 1956 se traslada a vivir a Mallorca, donde dispuso de un gran taller. Fue entonces cuando recibió el encargo de realizar dos murales cerámicos para la sede de la Unesco en París, inaugurados en 1958. Estos murales fueron el prototipo para todos los siguientes. Entre los más destacados se encuentran: En 1960 el de la Universidad de Harvarad para sustituir el de la pintura realizado en 1950, en 1964 realizó el de la Universidad de Comercio de Sankt Gallen en Suiza y el de la Fundación Maeght  para Saint-Paul-de-Vence, en 1966 el del Museo Guggenheim, en el año 1970 uno para el Aeropuerto de Barcelona y tres para la Exposición Internacional de Osaka (Japón) y en 1980 se inauguró el mural del Nuevo Palacio de Congresos de Madrid.

En 1946 trabajó en esculturas para fundición en bronce que en algunas ocasiones fueron cubiertas por pinturas de colores vivos. En la escultura le interesó buscar volúmenes y espacios, e incorporar objetos cotidianos o simplemente encontrados, piedras, raíces, cubiertos, tricornios, llaves de agua que funde a la cera perdida. Formó en 1967 El reloj de viento que realizó con una caja de cartón y una cuchara, fundidas en bronce y ensambladas, constituyendo un objeto escultórico que mide la intensidad del viento. En 1972 realizó exposiciones de esculturas en el Walker Art Center de Minneapolis, en el Cleveland Art Museum y en el Art Institut de Chicago. A partir de 1965 realizó gran cantidad de esculturas para la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence, entre ellas se encuentran el Pájaro Lunar, Pájaro Solar, Diosa, Horquilla y Mujer con el pelo suelto

En abril de 1981 se inauguró en Chicago una escultura monumental de 12 metros de altura, conocida como Miss Chicago, el 6 de noviembre otras dos esculturas fueron colocadas en la vía pública en Palma de Mallorca. En Houston se inauguró, en 1982, la escultura Personaje y Pájaro y en colaboración con Joan Gardy Artigas realizó su última escultura para Barcelona, Donna i ocell (Mujer y pájaro), en hormigón y recubierta en cerámica. Fue inaugurada en 1983 sin la presencia del artista debido a su delicado estado de salud. 

Siempre le habían interesado los grabados para la realización de litografías y en estos últimos años se adentró mucho más en ello. En su viaje a Nueva York trabajó por un tiempo en el Atelier 17 dirigido por Hayter, a través del cual aumentó todos sus conocimientos sobre la calcografía. Durante esos meses en Nueva York realizó las planchas para Le Desesperanto, uno de los tres volúmenes del que consta la obra L'antitête de Tristan Tzara. Entre el 9 de junio y el 27 de septiembre de 1969 realiza una exposición individual, Oeuvre gravé et Lithographié (Obras grabadas y litografiadas) en la Galería Gérard Cramer de Ginebra y en ese mismo año una gran retrospectiva de su obra gráfica en el Pasandena Art Museum de Pasandena, California.  


Carnaval de Arlequín

martes, 4 de diciembre de 2012

Domenico Ghirlandaio



Domenico Bigordi o Domenico Curradi, más conocido como Ghirlandaio (Florencia, 1449 - 11 de enero de 1494) fue un pintor cuatrocentista italiano. Entre sus muchos aprendices estuvo Miguel Ángel.

Trabajó sobre todo en su ciudad natal, encontrándose entre los protagonistas del renacimiento en la época de Lorenzo el Magnífico. Hacia 1480 se convirtió en el retratista oficial de la alta sociedad florentina, gracias a su estilo preciso, amable y veloz. Jefe de un nutrido y eficiente taller, en el que dio sus primeros pasos en el campo de arte un Miguel Ángel de 13 años, es recordado, sobre todo, por los grandes ciclos de frescos, como algunas escenas de la Capilla Sixtina en Roma, la Capilla Sassetti y la Capilla Tornabuoni en su ciudad natal. Formó parte de la llamada tercera generación del renacimiento en Florencia, junto a maestros como Verrocchio, los hermanos Pollaiolo y el joven Sandro Botticelli.

Inicialmente trabajó como aprendiz de un joyero o un orfebre, probablemente su propio padre, aunque finalmente fue el padre quien renunció al proyecto de destinar a su primogénico a continuar la actividad familiar, dándole permiso para que se dedique al aprendizaje de las técnicas artísticas, en especial la pintura y el mosaico, poniéndolo como aprendiz de Alessandro Baldovinetti. 

Según Gunther Passavent fue aprendiz en Florencia de ANdrea del Verrocchio que tenía uno de los talleres más activos de la ciudad, donde se estaba formando la posterior generación de artistas, con aprendices como Sandro Botticelli, Perugio, Lorenzo di Credi, y algunos años después, Leonardo da VInci. Además debieron tener cierta influencia en su estilo el ejemplo de Benozzio Gozzoli, de vivaz gusto narrativo, y de Filippo Lippi, con la predilección por el diseño y los colores mórbidos. 

Su juventud pasó en total anonimato. Entre 1480 hasta 1494 (año de su muerte) fueron extraordinarios y durante ese tiempo se convirtió en el pintor más hábil de su tiempo, produciendo numerosas obras de excelente calidad.





En 1472 se inscribió en la Compañía de San Lucas de los pintores, certificando el final de su aprendizaje.Sus primeros trabajos independientes datan de alrededor de 1471 - 1472. Se trata de las decoraciones de la banda mediana de un nicho semicircular en el que pintó una arquitectura fingida con nichos de mármol divididos por pilastras que se apoyan sobre una cornisa moldeada sobre algunos espejos de mármol fingido. 

El artista pronto gozó de los favores de la familia de los Vespucci, aliada de los Médici, pintando para ellos una Virgen de la Misericordia y una Pietà en su capilla en la Iglesia de Ognissanti de Florencia. En el grupo de personajes protegidos por el manto de la Virgen se encuentra el joven Américo Vespuccio, célebre navegante. De estos años también data El bautismo de Cristo y la Virgen con el niño en el trono entre los santos Sebastián y Juliano, en la iglesia de San Andrés a Brozzi en los alrededores de Florencia. 

Domenico Ghirlandaio produjo frescos para la Capilla de Santa Fina en la toscana, realizando Las exequias de Santa Fina. Se trata de un primer gran encargo que se conserva La capilla celebraba la santa local, quien falleció en 1253, a cuya creación fueron llamados algunos artistas florentinos de renombre como Giuliano da Maiano para la parte arquitectónica, su hermano Benedetto para la escultórica y el propio Ghirlandaiopara la decoración pictórica de los dos lunetones laterales con historias de la santa.

En 1475 el artista se encuentra en Roma trabajando en la Biblioteca Vaticana. En los círculos romanos fue acogido por los banqueros residentes, entre los que sobresalía Giovanni Tornabuoni, jefe de la filial local del Banco Médicis y tesorero de Sixto IV, para quien realizó, en 1477 la las dos Historias de San Juan Bautista y dos Historias de María, para la capilla fúnebre de su mujer Francesca Pitti.

Típico de los monasterios florentinos era el embellecimiento del refectorio con un gran fresco de la Última Cena. Entre 1481 y 1485 trabajó en los frescos de la Sala del Reloj, también conocida como la Sala de los Lirios del Palacio Vecchio. También pintó la Apoteosis de San Zenobio, obra con muchas estructuras arquitectónicas, medallones con héroes de la antigua Roma y otros detalles seculares.  





En el año 1481 a sugerencia de Lorenzo el Magnífico  un grupo de artistas florentinos fue llamado a Roma por el papa Sixto IV para ejecutar los frescos de la grandiosa Capilla Sixtina, sellando la reconciliación del Papa con Florencia y los Médici. Con Ghirlandaio partieron Sandro Botticelli, Cosimo Roselli y Perugino. Cada artista iba acompañado de un amplio número de ayudantes, entre los que se encontraban Luca Signorelli, el Pinturicchio, Filippo Lippi y Piero di Cosimo. 

Ghirlandaio desarrolló un fresco que cuenta con pocos rivales en su temática: se trata de la Vocación de los Apóstoles. También le corresponde la Resurrección, esta última muy dañada y repintada a finales del siglo XVI. Aunque se sabe que creó otras obras en Roma, éstas se consideran desde siglos, perdidos en la historia.

Es entonces cuando el artista regresa a Florencia, y emprende en la Iglesia de la Santa Trinidad y en Santa María Novella las obras que confirmarán su fama. 

Los frescos de la Capilla Sasetti en la Iglesia de la Santa Trinidad fueron un encargo del banquero Francesco Sasetti, el poderoso administrador de la rama de la banca Médicis en Génova, un cargo posteriormente desepeñado por Giovanni Tornabouni, el futuro mecenas del artista. En la capilla, Ghirlandaio pintó, entre otras obras,  seis episodios de la vida de San Francisco, datadas de 1485. Los tres episodios principales son: San Francisco recibiendo del papa Honorio III la aprobación de la regla de su orden, La muerte y exequias de San Francisco y La resurrección por intercesión del santo de un niño de la familia Spini. En el primer retablo hay un retrato de Lorenzo de Médicis y en el tercero un autorretrato del pintor, el cual introdujo también en una de las obras de Santa María Novella y en la Adoración de los Magos en el Hospital de los Inocentes. El retablo de la Capilla Sasetti, La Adoración de los Pastores, se encuentra ahora expuesta en la Galería de la Academia de Florencia. 

Inmediatamente después de haber terminado esta obra se le solicitó que renovara los frescos del coro de Santa María Novella, el cual era parte de la capilla de la familia Ricci, aunque, las familias Tornabuoni y Tornaquinci, ahora mucho más ricas que ésta, se hicieron cargo de los costos de la restauración con algunas condiciones. Los frescos de la Capilla Tornabuoni por Ghiraldaio y varios ayudantes, están dispuestas en cuatro ciclos a lo largo de tres paredes, siendo los temas principales la vida de la Virgen y de San Juan el Bautista. Estas obras son especialmente interesantes por los numerosos retratos, los cuales cuentan con un valor histórico intrínseco debido al conocimiento iconográfico de los personajes, además de su valor técnico por la especial capacitación de Ghirlandaio para el retrato.





La capilla Ricci fue reabierta y completada en 1490, la tabla del altar, ahora retirada de la capilla, fue probablemente pintada por Ghirlandaio con la ayuda de sus hermanos David y Benedicto, pintores también, aunque menos famosos. De 1491 es el fresco dedicado a la Natividad de María en Santa María Novella.

Otros trabajos notables son un retablo ejecutado al temple con la Virgen adorada por los santos Zenobio, Justo y otros, considerada una notable obra maestra actualmente en la Galería de los Uffici, Cristo en la Gloria con Romualdo y otros santos de la abadía  de Volterra, la Adoración de los Magos (1488) en la Iglesia de los Inocentes y finalmente la Visitación conservada en el Museo del Louvre, probablemente su última obra de 1491.

Domenico Ghirlandaio murió de fiebre pestilente el 11 de enero de 1494 fue sepultado en Santa María Novella. A lo largo de la vida se casó tres veces y dejó seis hijos, todos ellos varones. Uno de ellos, Ridolfo, continuó con el taller paterno y se convirtió en un destacado pintor. Tuvo una larga y honorable descendencia que llegó hasta el siglo XVII, cuando el último miembro abrazó la vida monástica. 

El valor artístico de Ghirlandaio puede considerarse superior a todos sus precursores y contemporáneos, conformando junto a Giotto, Masaccio, Filippo Lippi y Botticelli el elenco de los más grandes pintores italianos del Renacimiento. Su esquema compositivo es grandioso y decorativo, como corresponde con la experimentación clásica y contenida del siglo XV. Su claroscuro en el sentido de sombreado realista y reflejo de las tres dimensiones estaba razonablemente avanzada, como lo era su técnica de la perspectiva que dibujaba en una escala, a ojo y sin el uso de sofisticadas matemáticas. Sus frescos eran ejecutados completamente en buon fresco (sin añadido alguno de teple). Utilizó exclusivamente estas dos técnicas y nunca la pintura al óleo.

Muchos de sus dibujos y estudios son de notable valor gráfico y pueden contemplarse en la Galería de los Uffici. Uno de los grandes méritos de Ghirlandaio es el de haber iniciado en el arte a Miguel Ángel, el cual, sin embargo, no permaneció mucho tiempo en su taller. Otro de sus alumnos mejor conocidos fue Francesco Granacci.